El árbol de Navidad
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" es como un árbol plantado al borde de las aguas que
produce frutos a su tiempo
y cuyas hojas nunca se marchitan" (Salmo 1:3)
Antiguamente los hombres creían que en los árboles habitaban
dioses y, por lo tanto, a ellos acudían con sus ofrendas
para obtener, entre otras cosas, fecundidad
o buena cosecha..
Algunos pueblos nórdicos conservaron durante mucho tiempo la
creencia de que las hojas de abeto o de muérdago espantaban
los malos espíritus, y de allí nació la costumbre de adornar
con ellas sus casas.-
El cristianismo, asumiendo las tradiciones y las culturas de
aquellos pueblos, infundió al árbol un valor simbólico
vinculado a la fiesta de la Natividad del Señor.
Alemania e Inglaterra fueron los primeros países en
decorarlo con manzanas y adornos de papel.-
Luego llegaron los globos, las guirnaldas de luces y todas
las formas conocidas de adornos y colores con las que
ingresó la tradición a nuestras tierras, de la mano de
inmigrantes sajones y alemanes.-
Para los cristianos el árbol simboliza la vida del espíritu-
el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y
del mal- que el Señor hizo brotar para los hombres en el
huerto del Edén (Génesis 2:9).-
Pero además el árbol nos recuerda al "árbol de la Cruz"
donde murió extendido Cristo, el Salvador del mundo, que al
tercer día resucitó. Simboliza la vida en perpetua
evolución, en ascensión al cielo, en regeneración constante.
Sus raíces sumergidas en el suelo y sus ramas - que se
elevan - parecen comunicar el cielo con la tierra.-
Se lo llena de adornos y luces que son signos de alegría
porque Cristo, LUZ DEL MUNDO, viene a salvarnos.-
(Tomado del libro: "Celebremos el Adviento y la Navidad" -
Editorial Claretiana)
produce frutos a su tiempo
y cuyas hojas nunca se marchitan" (Salmo 1:3)
Antiguamente los hombres creían que en los árboles habitaban
dioses y, por lo tanto, a ellos acudían con sus ofrendas
para obtener, entre otras cosas, fecundidad
o buena cosecha..
Algunos pueblos nórdicos conservaron durante mucho tiempo la
creencia de que las hojas de abeto o de muérdago espantaban
los malos espíritus, y de allí nació la costumbre de adornar
con ellas sus casas.-
El cristianismo, asumiendo las tradiciones y las culturas de
aquellos pueblos, infundió al árbol un valor simbólico
vinculado a la fiesta de la Natividad del Señor.
Alemania e Inglaterra fueron los primeros países en
decorarlo con manzanas y adornos de papel.-
Luego llegaron los globos, las guirnaldas de luces y todas
las formas conocidas de adornos y colores con las que
ingresó la tradición a nuestras tierras, de la mano de
inmigrantes sajones y alemanes.-
Para los cristianos el árbol simboliza la vida del espíritu-
el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y
del mal- que el Señor hizo brotar para los hombres en el
huerto del Edén (Génesis 2:9).-
Pero además el árbol nos recuerda al "árbol de la Cruz"
donde murió extendido Cristo, el Salvador del mundo, que al
tercer día resucitó. Simboliza la vida en perpetua
evolución, en ascensión al cielo, en regeneración constante.
Sus raíces sumergidas en el suelo y sus ramas - que se
elevan - parecen comunicar el cielo con la tierra.-
Se lo llena de adornos y luces que son signos de alegría
porque Cristo, LUZ DEL MUNDO, viene a salvarnos.-
(Tomado del libro: "Celebremos el Adviento y la Navidad" -
Editorial Claretiana)