Efesios 1:17-23

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Ascensión de Nuestro Señor

Presentación y ampliación: Ricardo Pietrantonio

Hch 1,1-11; Mc 16,15-20; Sal 47,1-9.

Introducción General

Efesios es considerada deuteropaulina. Se pueden marcar los siguientes elementos:
Carece de los vocativos, referencias personales, etc. que caracterizan las cartas paulinas. Notables diferencias estilísticas (uso de cláusulas subordinadas extensas, etc.).
Su vocabulario contiene la mayor cantidad de palabras que no figuran en otros textos paulinos, y en muchos casos, en ningún otro escrito del NT.
Las cuestiones doctrinales aparecen privilegiadas frente a las pastorales.
El modo de argumentación, retomando las mismas ideas de sus adversarios y jugándolas a su favor no es propio de otros escritos paulinos. Su retórica es distinta.
En conclusión, puede decirse que nos encontramos ante un escrito post-paulino, frente a influencias gnósticas, que han afectado el lenguaje del mensaje paulino y han inclinado el centro organizador del discurso hacia lo doctrinal.
Unidad de la perícopa
Resulta difícil explicar la selección del leccionario. El v. 17 comienza a mitad de una oración (es el circunstancial de fin de un verbo principal en el v. 16, que tiene su sujeto en el v. 15). En realidad el corte se establece en 14/15, ya que en 14 termina el himno de bendición, escrito en poesía, y 15-23 constituye sintácticamente un solo párrafo (inusual en Pablo). Cortar en 17 separa el motivo de Acción de Gracias, establecido en 15-16, de la petición de 17-19a y del núcleo credal de 19b-23.
Tradiciones y paralelos
Las debemos buscar más bien en el protognosticismo judaico (angelología babilónica). Los paralelos más notables aparecen con Col 1: 15-20 (teoría de dependencia de ambas cartas). La metáfora de la Iglesia como cuerpo de Cristo (1 Co 12) adquiere aquí sentido de enunciado doctrinal. La fórmula credal contenida podría estar ya consagrada en algunas tradiciones litúrgicas cristianas.
Ubicación estructural
Este texto corresponde al núcleo inicial de la carta, que es particularmente extenso, ya que el Cap. 1 contiene salutación, el himno doxológico de 3-14 y la Acción de gracias/petición/ credo de 15-23. De manera que este texto debe considerarse como introductorio al tema de la carta. En cuanto a la estructura interna, como ya señalamos, se distinguen tres secciones:
a) Acción de gracias: 15-16
b) intercesión: 17-19a
c) Credo 19b-23.
Si bien las tres partes están entrelazadas como una unidad sintáctica, tienen claras diferencias de lenguaje y propósito. La Acción de Gracias se encadena con la sección anterior a través de un conector gramatical, mientras que la Intercesión lo hace por la afinidad de su lenguaje. El Credo final retoma temas de la Bendición.
Comentario
Este texto ha sido motivo de extensos estudios y arduas discusiones. Por un lado, aparece como destinado a combatir excesos gnósticos, por el otro, asume el lenguaje gnóstico y de hecho fue tomado por los gnósticos cristianos como uno de sus textos más utilizados. Nótese el uso de expresiones como revelación, sofía y gnósis en 17, que aparecen como don espiritual de Dios.
Estos textos también han sido favorecidos por las teologías “espirituales” por su lenguaje, que permite la elucubración demonológica (especialmente vs. 20-21). Las referencias a fuerzas, señoríos y principados de este siglo y del venidero parece dar pie a la operación de fuerzas espirituales que actúan con cierta libertad sobre los humanos hasta que sean sometidas definitivamente. No escapa a esta interpretación cierto triunfalismo eclesial, que apoyado en vss. 22-23 ve justamente la misión de la Iglesia como la de confrontar espiritualmente estas fuerzas, para derrotarlas como muestra del Señorío inminente de Cristo y su Cuerpo.
¿Es posible superar esta interpretación espiritualista y la tendencia logosófica de este texto? Propongo algunas alternativas:
Poner el énfasis en la unidad de Acción de Gracias, Intercesión y Credo. El autor hilvana tres momentos litúrgicos como inseparables: da gracias por sus hermanos, intercede por ellos, expresa la fe común. Hace sentido que justamente esta expresión de la fe culmine planteando la unidad de la Iglesia y su seguridad en el triunfo definitivo de Cristo, porque ello completa el círculo iniciado en el agradecimiento. En el momento en que se presentan las fuerzas centrífugas de doctrinas distintas, de acomodación a los poderes del mundo, de actitudes elitistas, el autor prefiere poner en juego los elementos incluyentes: la gratitud, la intercesión, la certeza. Incluso usa el lenguaje de quienes aparecen como sus adversarios para resignificarlo desde la fe común.
Dejar en claro la absoluta iniciativa de Dios. Es Dios quien otorga la fe, quien da el espíritu de revelación y sabiduría, quien alumbra el entendimiento, quien resucita a su Cristo, quien le concede la victoria, quien lo pone por cabeza a la Iglesia. Dios afirma su obra operando en nosotros la misma fuerza resucitadora que opera en Jesús. En tanto somos portadores de esa obra, formamos su cuerpo. Pero fuera de ella nuestra sabiduría se desvanece, quedamos sometidos a las fuerzas mundanas, nuestra certeza se hace ilusión. Esa es nuestra esperanza para sostenernos en un mundo donde los señoríos han olvidado ante quien deben responder y se han adueñado autónomamente de la creación. La tarea del creyente es recordar permanentemente a sus hermanos humanos su condición, sus posibilidades y sus limitaciones, y a quien han de reconocer, adorar y rendir culto y cuentas.
Poner el énfasis en el tema de la significación de la Ascensión. La ascensión no es “la partida de Cristo” sino la plenificación de lo Creado. Lo creado no está destinado a perderse sino a ser renovado y alcanzar su total realización en Cristo. En tanto subsisten las ambiciones del poder, lo cósmico queda sometido a las ambiciones de los soberbios, pero cuando todo se reconoce bajo el poder de quien murió para resucitar, la realidad se plenifica para ser lo que es en realidad (dimensión ecológica/escatológica).

COMENTARIOS HECHOS EN EL GRUPO:
No pueden conocerse con claridad los contenidos del gnosticismo del siglo I; sí los del siglo II en adelante. Refiriéndose propiamente a este texto, también desconocemos si se trata de un texto a favor o contrario a este ‘movimiento’. El libro de Efesios no tiene un contexto histórico claro, así como tampoco puede saberse quién o quiénes es/son el/los interlocutores, como sí lo/los tiene/n las cartas paulinas. Algunos/as sostienen que, en realidad, la Epístola a los Efesios constituye una introducción hecha por los discípulos al ‘corpus’ paulino y, por ello, toma de diferentes lugares como una especie de ‘prólogo’ al Nuevo Testamento de Pablo. Esto tiene su paralelo en Colosenses 1:15-20, 1 Corintios 12. Efesios 1:3-14: himno doxológico; es una suerte de credo o itinerario de salvación. Efesios 1:15-23: Acción de Gracias.
El lenguaje actual no significa que represente las ideas del presente, sino que, de alguna manera, las corrige. La ascensión es casi una fiesta eclesiástica que pareciera no tener ninguna significación. Sobre todo en el Evangelio de Lucas hay una explicación histórica que le da una gran importancia a la ascensión propiamente dicha. El Evangelio de Lucas y el Libro de los Hechos constituyen un ‘espejo’: se comienza en la Galilea de los gentiles; es decir, históricamente hablando, el texto no se sitúa en Judea ni en Jerusalén, ni en lo que luego sería el núcleo del pueblo de Dios.
Lucas 24:9-31: Transfiguración. Moisés y Elías son figuras mesiánicas. La transfiguración está señalando este significado. La ascensión dice, en última instancia, que Cristo es el Mesías, el Hijo de Dios, el Redentor, sentado a la derecha de Dios; y que no dejó sucesores en la tierra. Los/las ENVIADOS/ENVIADAS poseen una tarea aquí: misionar. La Fiesta de la Ascensión sería un contrasistema. En las festividades, la Iglesia no ha tenido un criterio protestante acerca de la monarquía, sino que le ha dado al monarca otra característica: señor de señores. Esto no es justo en función de la obra lucana. De la misma manera en que Elías fue elevado como Jesús, para Lucas este hecho tendría un significado similar. Podemos tomar al texto de Efesios en un sentido tanto espiritual como ‘concreto’. El lugarteniente de Dios está a su derecha, Dios es quien reina. En este mundo, no deja a nadie de su misma categoría. Los apóstoles no tienen la misma ‘tarea’ que Dios. Aquí, nosotros/as podemos festejar el señorío absoluto de Cristo.
Puede observarse que los esquemas de la vida secular se transmiten a los de la vida eclesial. No sólo estamos globalizados/as política sino también religiosamente. Se hizo uso de la religión cristiana para legitimar un sistema de consumo. Es así que existen contestatarios/as de diversa índole. Los primeros se dieron con los monjes del desierto. Si pensamos que el gobierno lo tiene Dios y nos disponemos a mirar a nuestro alrededor, vemos que nos encontramos con algo muy distinto a los planes de Dios. Pero, ‘si esto es modelo de lo que es Dios, esto es Dios’, podemos preguntarnos por esta cuestión. Hallamos la idea calvinista de la Soberanía de Dios, Señorío de Cristo.

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