Dios bueno y fiel
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Una oración
Dios bueno y fiel,
que a veces te revelas como Padre
y que tantas veces te manifiestas como Madre,
Dios ternura, Dios del abrazo cariñoso,
Dios de la sonrisa cálida y de la mano generosa,
Dios del corazón abierto y de la mirada pura,
que ríes y que lloras,
que hablas y que callas,
que te muestras y que te escondes,
que contestas y que preguntas,
que nos buscas y sabes encontrarnos,
que nos llamas porque conoces nuestros nombres,
que nos trasciendes pero nos habitas,
haciendo casa en nuestra vida frágil y pequeña,
te alabamos y te bendecimos,
te reconocemos y te saludamos,
y te damos gracias
por hacerte cercano,
por darnos tu amistad,
por caminar junto a tu pueblo,
por visitar nuestra humanidad,
por señalarnos un rumbo,
haciendo tu mismo la primera huella.
Gracias por mostrarte en nuestra historia
y gracias por compartirnos tu historia
de entrega, de justicia, de paz,
de salvación, de plenitud.
Danos siempre la seguridad de tu cuidado
y la certeza de tu amor restaurador.
Por gracia, en Jesucristo. Amén.
Gerardo Oberman
Dios bueno y fiel,
que a veces te revelas como Padre
y que tantas veces te manifiestas como Madre,
Dios ternura, Dios del abrazo cariñoso,
Dios de la sonrisa cálida y de la mano generosa,
Dios del corazón abierto y de la mirada pura,
que ríes y que lloras,
que hablas y que callas,
que te muestras y que te escondes,
que contestas y que preguntas,
que nos buscas y sabes encontrarnos,
que nos llamas porque conoces nuestros nombres,
que nos trasciendes pero nos habitas,
haciendo casa en nuestra vida frágil y pequeña,
te alabamos y te bendecimos,
te reconocemos y te saludamos,
y te damos gracias
por hacerte cercano,
por darnos tu amistad,
por caminar junto a tu pueblo,
por visitar nuestra humanidad,
por señalarnos un rumbo,
haciendo tu mismo la primera huella.
Gracias por mostrarte en nuestra historia
y gracias por compartirnos tu historia
de entrega, de justicia, de paz,
de salvación, de plenitud.
Danos siempre la seguridad de tu cuidado
y la certeza de tu amor restaurador.
Por gracia, en Jesucristo. Amén.
Gerardo Oberman