Culto de intercesión

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LLAMADO A LA ORACIÓN: Cuando nos preguntamos que es el hombre para
que tenga el Señor de Él memoria, Él nos recuerda que
nuestra ayuda y
fortaleza es en Señor que siendo inocente fue crucificado, muerto
y
sepultado, que descendió a la morada de los muertos y resucitó.
Jesucristo nuestro Señor ascendió a los cielos y está
sentado a la
diestra de Dios padre todo poderoso de donde vendrá a juzgar a los
vivos y a los muertos. Ante él sometemos nuestra vida y elevamos
nuestro clamor.

ORACIÓN:
M. Sentimos que el mundo se derrumba y nos llenamos de temor

C. Ven a ayudarnos Señor

M. Que podamos creer que más allá de la locura de los humanos
estas
Tu.

C. Ven a ayudarnos Señor

M. Todos estamos como sobre un polvorín y nuestro corazón se
angustia
danos la esperanza de la paz.

C. Ven ayudarnos Señor

M. Para que seamos capaces de luchar para construir la paz. en este
tiempo difícil queremos construir. Los imperios cambian la muerte
destruye pero tu permaneces y quieres la vida

C. Ven a ayudarnos Señor

M. Escucha el clamor de tu pueblo, escucha el llanto de dolor,
acompaña a los que sufre en los Estados Unidos y también en
todos los
países,

C. No dejes que el odio ciegue a los que gobiernan porque los pueblos
de uno y otro lado sufren Señor.

M. Acompaña a las miles de familias dolidas en América Latina,
protege a los musulmanes, a los palestinos, a todos en uno y otro
lado luchan por la vida.

C. Ven a ayudarnos Señor


UN MINUTO DE ORACIÓN EN SILENCIO: en solidaridad con aquellos que
sufren en el mundo entero y en especial por las miles de víctimas
inocentes fruto de la violencia.

BREVE REFLEXIÓN: Todo tiene su tiempo bajo el sol, y este tiempo
es
un tiempo marcado por el dolor, la incertidumbre, los rumores de
guerra, la peste de muerte y la consternación por los frutos de la
violencia cometida por la demencia de seres humanos que han atentado
contra cada uno de nosotros, hombres y mujeres de buena voluntad de
toda nación, credo o raza.

LECTURA ANTIFONAL DE ECLESIASTÉS: 3:1-8

1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo
tiene su hora.
2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de
arrancar lo plantado;
3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de
edificar;
4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo
de
bailar;
5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de
abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;
6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo
de desechar;
7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de
hablar;
8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo
de paz.

BREVE REFLEXIÓN: Todo tiene su tiempo, y este tiempo de difícil

también es el tiempo de la fe, es el tiempo de recrear la
esperanza y
de aferrarnos a nuestra única fortaleza: Dios el Soberano, Padre
de
nuestro Señor Jesucristo Príncipe de Paz, dador del Espíritu
Santo el
Confortador y Consolador nuestro. Jesucristo es nuestro Señor, el
Resucitado vive en nuestros corazones y nos fortalece en el dolor y
oye nuestro clamor solidario.

Este es tiempo de oración. Este es el tiempo de alzar nuestros
ojos a
los cielos y doblar las rodillas solamente delante del Señor, Dios
de
amor, paz, misericordia, consuelo y justicia.

LECTURA ANTIFONAL: Salmo121

1 Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi
socorro?
2 Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.
3 No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te
guarda.
4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a
Israel.
5 Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano
derecha.
6 El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche.
7 Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma.
8 Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para
siempre.

BREVE REFLEXIÓN: Este es el tiempo de la fe que nos hace fuertes
en
medio de la debilidad humana. Porque estamos sometidos solo a Dios y
nunca a ningún tipo de violencia en ninguna de sus expresiones.
Pertenecemos en cuerpo y alma al Señor, por eso aunque estemos
atribulados, no angustiados; aunque en apuros, no desesperados;
aunque perseguidos, no desamparados. (2ª Cor 4, 8-9)

El espanto sucedido el 11 de septiembre en New York, Washington y
Pensilvania, que ha impactado al mundo entero, nos muestra la
vulnerabilidad del ser humano y de toda potencia humana. Somos como
flor que marchita el viento. Pero por fe recordamos que el mas grande
de todos es Dios, y El es nuestra única protección y seguridad.
Al
Dios de la vida encomendamos nuestra vida y la de toda persona que
sufre dolor en estos tristes días de la humanidad.

PLEGARIA POR LA PAZ (Red de Liturgia - CLAI)

Y al Creador de la naturaleza y del hombre, de la verdad y de la
belleza,
suplico:

Escucha mi voz, pues es la voz de las víctimas de todas las
guerras y
de la violencia entre individuos y las naciones.

Escucha mi voz, pues es la voz de todos los niños que sufren y
sufrirán cuando las gentes pongan su fe en las armas y en la
guerra.

Escucha mi voz cuando te ruego que infundas en el corazón de todos
los hombres la sabiduría de la paz, la fuerza de la justicia y la
alegría de la confraternidad.

Escucha mi voz, pues hablo por las multitudes de todos los países
y
de todos
los períodos de la historia que no quieren la guerra y están
preparados a caminar por sendas de paz.

Escucha mi voz y concédenos discernimiento y fortaleza para que
podamos responder siempre al odio con amor, a la injusticia con la
dedicación total a la justicia, a la necesidad compartiendo de lo
propio, a la guerra con la paz.

¡Oh Dios! Escucha mi voz y concede en todo el mundo tu eterna paz

Que así sea...


BREVE REFLEXIÓN: ¿Qué podrá separarnos del amor de Dios?
Estoy cierto
que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni
potestades, ni lo presente, ni lo por venir...nada nos podrá
apartar
del amor de Dios, que es en Cristo Jesús nuestro Señor. (Rom 8
38ss)

Por eso alzamos hoy los ojos al Señor nuestra fortaleza. Queremos
pedirle con confianza por aquellas personas que siendo inocentes
perecieron en tan brutal acto de terror. Ponemos ante el trono de la
gracia y el consuelo por aquellos que han sido afectados directa o
indirectamente por destrucción de las Torres Gemelas, el
Pentágono y
los aviones estrellados.

ORACIÓN:

Pedimos ante el Dios de nuestros padres para que sea Él quien
inspire
a los gobernantes del mundo y a todas las personas que deben tomar
decisiones en este tiempo de crisis.

ORACIÓN:

Pedimos también por las personas que viven apartadas del amor y la
cordura dejándose conducir por el odio insensato que es crimen y
pecado siempre y en todas sus formas. Porque tres cosas hay
importantes en este momento, la fe la esperanza y el amor.

ORACIÓN:

Necesitamos Tu fortaleza, la paz que solo Tu puedes dar, la pedimos a
una voz, como un gemido de toda tu creación que espera el tiempo
nuevo de la recreación de la vida.

ORACIÓN ANTIFONAL: (adaptada de Red de Liturgia- CLAI)

M. Desde lo profundo de la incomprensión,
C. Clamamos a ti, oh Dios.
M. Con la mirada puesta en las secuelas del odio y la intolerancia,
C. Buscamos tu rostro, Señor.
M. Desde el dolor por las vidas inocentes que cada día son
aniquiladas
por la violencia y la injusticia en sus diversas formas,
C. Venimos a ti, nuestro Señor.
Y esperamos que tu misericordia sea con tus hijos y con tus hijas,
M. Especialmente allí donde los mercaderes de la muerte
han sembrado su cotidiana semilla de horror.
C. Clamamos por las víctimas de los terrorismos,
M. Los más evidentes y los más sutiles, que desconocen el valor
de la
vida que Tu nos regalaste. Rogamos por aquellas personas cuyo
horizonte se ha ensombrecido como consecuencia de estos actos
violentos, que te desconocen como creador y sustentador de la vida.
C. Oramos para que la paz y la justicia se abracen y se besen de una
vez,
poniendo fin a tanta barbarie y a tanto dolor sin sentido.
M. Desde lo profundo de nuestra incomprensión, sólo podemos
esperar
en ti, oh Dios, confiando y creyendo que, finalmente,
C. La vida podrá más que la muerte,
M. el amor más que el odio,
C. la paz más que la violencia,
M. la comprensión más que la intolerancia...
C. Conmovidos por el absurdo,
seguimos esperando que amanezca
el tiempo de la justicia,
el tiempo de la compasión,
el tiempo del encuentro,
el tiempo de la armonía,
el tiempo de la fraternidad,
tú tiempo,
el tiempo del Reino.
M. Desde lo profundo del alma,
desde un corazón desgarrado,
sólo podemos pedirte, oh Dios,
C. Sea tu paz, bendita y hermanada a la justicia,
que abrace al mundo entero: ten compasión.
Que tu poder, sustente el testimonio de tu pueblo,
venga tu Reino Señor.

PETICIONES DE INTERCESIÓN.

ORACIÓN FINAL:

CONFESIÓN DE FE AL UNÍSONO: Salmo 23

1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
2 En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas
de
reposo me pastoreará.
3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor
de su
nombre.
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno,
porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán
aliento.
5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los
días de
mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

BENDICIÓN Y ENVÍO.

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