Creador del cielo y de la tierra

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Texto del Sermón: Isaías 40:12-31

Tema del Sermón: Adoremos y sirvamos a nuestro Creador


Contexto histórico y literario, destinatarios

Los destinatarios del mensaje son los israelitas que estaban en el exilio en Babilonia. Se presenta el problema de que si esta profecía fue dicha por el Isaías autor de los capítulos 1-39, como una predicción de los acontecimientos que describe (el regreso de los cautivos y el establecimiento en la tierra de Israel), o es una profecía dada por otro/s profeta/s posteriormente, o al menos de forma contemporánea, a los acontecimientos. Quienes han optado por la segunda explicación (un/os profetas posterior/es) reconocen que el libro puede dividirse al menos en dos partes (y otros hasta en tres partes): 1-39 Isaías, 40-55 Deutero-Isaías, 56-66 Trito-Isaías. Nuestro pasaje en particular se ubica en la segunda división, y su propósito principal es traer esperanza, consuelo y aliento a los exiliados dado que el Señor está por actuar (o está actuando) nuevamente (como lo hizo en el Exodo) para liberarlos, consolarlos y reestablecerlos en la tierra.

La realidad del pueblo en el exilio no era homogénea. Una parte quería regresar a Israel, pero otra parte se había establecido y había alcanzado cierto bienestar. La conquista junto a la destrucción del Templo de Jerusalén, símbolo de la identidad y la seguridad del favor de Dios hacia su pueblo, había provocado que muchos dejaran de creer en JHA y abrazaran la fe de los nuevos dioses babilónicos (Marduk) a quienes, siguiendo su idea de dios nacional que habían desarrollado con JHA, debían su nuevo bienestar, pues este también había derrotado a JHA. Ante esta nueva situación, apelar al pacto con Abraham, con Moisés o con David, hubiera sido poco efectivo, pues las bendiciones de estos pactos estaban sin efecto. Por eso Isaías dirige su mirada un poco más lejos y coloca el problema, no ya en la perspectiva de la relación particular entre JHA e Israel, regulada por el pacto, sino en la perspectiva de las relaciones de JHA con toda la humanidad y con toda la creación. No significa que JHA no estaba más interesado en tener una relación particular con Israel, al contrario, sino que para reconstruir esta relación era necesario corregir ciertos desvíos y reorientar su misión adecuadamente. JHA no es un dios atado a los fenómenos de la naturaleza. JHA es el Dios que creó los cielos y la tierra, todo lo que existe, y no solo eso sino que creó también a Israel como nación (Is.43:1). Él no es un dios tribal, regional o nacional. Israel es el pueblo escogido, no para su auto glorificación, sino para ser testigo a las naciones del favor inmerecido de Dios (retoma la esencia del pacto Abrahámico “serás bendición a todas las familias de la tierra” y Mosaico “serán un reino de sacerdotes”).

Lectura del pasaje

Tenemos que leerlo teniendo presente los anuncios de su contexto inmediato: Consuelen a Israel. Su sufrimiento se ha terminado 40:1-2. El Señor cumple su palabra 40:6-8. El Señor reina y gobierna. 40:9-10. Como un pastor el Señor cuidará y guiará a Israel a través del desierto 40:3-5 y 11 (una reedición del Exodo).

¿En que se basa el profeta para hacer estos anuncios?

El Señor tiene todo poder (vs 10ª, 26b ), ha creado todas las cosas (vs 28), él reina y gobierna sobre ellas (las estrellas vs.26ª, el cielo vs.12 y 22, las aguas, la tierra y las montañas (vs12).
Porque el Señor es tan grande y poderoso, tan sabio y justo (vs.13-14). Y porque es el Creador y tiene todo poder para sostener todas las cosas, es el Juez y Señor de todas las naciones de la tierra (vs.15-17, 23-24).
Los ídolos son creaciones de los hombres que representan a los fenómenos de la naturaleza, a los fenómenos celestes (vs.19-20). El Señor ha creado a los fenómenos celestes, la naturaleza y al ser humano (Gn.1). Él está por encima de ellos el Señor no tiene comparación, Él es el Santo (el apartado vs.18 y 25).
Pero este Dios tan grande no ha abandonado a su pueblo (vs.27-28). Él muestra su grandeza en fortalecer al cansado, al débil, al fatigado, en levantar al que tropieza, en renovar las fuerzas de los que creen (vs.29-31). En el Exodo sacó al pueblo de Egipto como si fuera sobre alas de águila (Ex.19:4), ahora es su pueblo quien tendrá alas como de águilas para correr, caminar, y no fatigarse ni cansarse (vs.30-31).


Aclaraciones

Si bien la evidencia de la presencia de un Dios Creador y sustentador del universo es tan grande (Rom.1:19-20), dicha conciencia la adquirimos plenamente recién cuando entablamos una relación personal con ese Dios a través de Jesucristo. En él fueron creadas todas las cosas y por medio de él subsisten (Heb.1:2-3, Col.1:16-17). El conocimiento del Creador es precedido por el acto salvífico. De igual manera ocurrió con Israel. Primero fue la salvación en el Exodo y luego vino su conciencia de Dios como Creador, Sustentador y Juez de la humanidad. Esto deja afuera cualquier posibilidad de una teología natural, o acceder a Dios a través de la contemplación y el esfuerzo propio.

Curiosamente, en el Credo no aparece una declaración directa acerca del ser humano. Su presencia está implícita en la declaración “los cielos y la tierra”, al considerar al ser humano como la única criatura que en su naturaleza y esencia pertenece a ambos lugares.
Karl Barth, Bosquejo de Dogmática, La Aurora

Implicaciones

• El Creador no se confunde con las criaturas (Panteísmo “todo es Dios”).

• Los ídolos son creaciones humanas que reflejan las pasiones y pecados de sus creadores. La idolatría es en el fondo la adoración de la imagen de sí mismo (Is.44:13), y lleva inevitablemente al maltrato y la anulación del otro, pues no se reconoce la presencia de Dios en él y se intenta someterlo para que adore a su opresor. Es un acto de abierta rebeldía y negación de Dios. El Señor es el único Dios y por lo tanto digno de toda la adoración.

• Nosotros conocemos a Dios porque Él se ha autorevelado. No hay otro medio para conocer a Dios sino a través de Jesucristo.

• Porque es el Creador del mundo y de las naciones, tiene derecho a intervenir en la historia de las naciones y juzgar sus hechos.

• Siendo seres de dos mundos (el cielo y la tierra), la humanidad posee un valor único e intrínseco (por el solo hecho de ser “ser humano”). De ahí también el interés y el cuidado de los débiles, frente al abuso y opresión de los poderosos.

Actualización

• Nuestras acciones diarias debieran reflejar nuestra relación con el Creador, eliminando todo vestigio de adoración a los antiguos dioses de nuestro Egipto o Babilonia, en los que primaba el egoísmo y la anulación de nuestro prójimo.

• Abrazar la misión que el Creador tiene para nosotros como pueblo suyo (Is.42:5-7). Siendo luz para los que están en tinieblas, anunciándoles las Buenas Noticias de que Dios se ha acercado a nosotros en Jesucristo, y trabajando por la justicia y el derecho de los débiles. La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios (Rom.8:19).

• Alentémonos unos a otros, nuestro Dios es único, es incomparable.

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