Continúa buscando asnas, porque te aguarda el reino
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1 Samuel 9, 10:1-16
Introducción
1. La historia de Saúl y cómo llegó al reinado de Israel recoge varias interesantes enseñanzas, verdades y revelaciones.
2. Cis, el padre de Saúl era un hombre poderoso e influyente de la tribu de Benjamín. Tenía un hijo guapísimo, así lo declara la Biblia, hoy diríamos un galán, un “papisongo”.
3. Ocurre una situación poco usual y para lo cual su padre le pide ayuda, sus asnas se han perdido. Si nos ubicamos en la época y tiempo bíblico esto era una seria crisis. Las asnas en aquellos tiempos eran los camiones de carga, se usaban para transporte, para arrastre y para las tareas agrícolas. El que Cis tuviera muchas era evidencia de que era rico y perder las asnas significaba un desastre económico.
4. Cis le encomienda a Saúl, tomar a un criado y salir en esta misión especial: buscar las asnas extraviadas.
Cuerpo del mensaje
1. Saúl se llevó al criado e hizo un plan de acción que lo llevó por varios sectores de la región, viajó en forma de arco, primero hacia el norte y el este y luego hacia el sur y el oeste.
2. Llegó un punto después de dos días buscando que Saúl estuvo a punto de desistir de su misión pero allí estaba el criado. Cuando salgas a una misión, asegúrate de llevarte contigo a las personas correctas, que cuando tú quieras desistir, abandonar la misión, cuando te desanimes y quieras marchar atrás, te den el consejo preciso, adecuado y te ayuden a encontrar el camino correcto a seguir.
3. El criado era parte importante en el plan de Dios para la vida de Saúl. No importa la posición en la que te encuentres puedes ser una pieza clave en el desarrollo del destino de Dios para tu líder, para tu iglesia o para tu ciudad.
4. Cuando Saúl le dijo al criado: “Volvámonos”, él le dijo: “Yo tengo una mejor idea ¿por qué no consultamos a Dios mejor?”. ¡Santo! Necesitamos gente a nuestro lado que cuando digamos no voy más, nos puedan animar a buscar la dirección de Dios, nos den alternativas espirituales a nuestros problemas, que no se unan a nuestro desánimo y nos alimenten la autocompasión y la derrota, sino que me digan: “hay otras posibilidades, no las has considerado pero te animo a no desistir”.
5. Las cosas no suceden por suceder, sucesos que podríamos tildar de comunes o corrientes, pueden estar guiándonos a donde Dios nos quiere llevar. Todas las situaciones de nuestra vida son potencialmente “encuentros divinos”. Podrías creer que saliste a buscar asnas perdidas pero lo que ni siquiera te imaginas es que te espera un reino, una nueva oportunidad de Dios para servirle, un nuevo reto, un nuevo ministerio, una nueva oportunidad de crecimiento y madurez, una nueva oportunidad para desarrollar las actitudes de un seguidor e imitador de Cristo.
6. Las circunstancias que nos rodean, las consideremos buenas o malas, pueden ser el instrumento que está siendo usado por Dios para construir en ti, para desarrollar en ti, una cualidad, una virtud, un fruto que redundará en tu beneficio y en el avance del Reino de Dios en la tierra.
7. Saúl escuchó al sabio criado, éste le declaró que el profeta o vidente que vivía en aquella área, llamada Ramá, era un verdadero profeta porque lo que él decía se cumplía sin falta, esa era la evidencia del verdadero oficio profético.
8. Se pusieron en camino y arreglaron lo de la ofrenda que llevarían al profeta, (por cierto e interesantemente quien tenía ofrenda era el criado y no Saúl).
9. De camino a Ramá, le salieron al encuentro un grupo de doncellas, cargadoras de agua, quiénes haciendo honor a que eran mujeres (habladoras y detallistas) le hicieron un recuento sumamente detallado de la agenda del profeta Samuel .
10. Continuando su camino, ¡CASUALIDAD!, le salió al encuentro Samuel, precisamente por el camino en que ellos iban.
11. Lo que no sabía Saúl era que Samuel lo estaba esperando porque un día antes, el Señor le había hablado acerca de Saúl. En el original dice:”…el Señor había hablado al oído de Samuel” “Jehová había revelado al oído de Samuel” “Jehová había destapado el oído de Samuel”. Cuando algo se destapa es porque ha estado tapado, ¿verdad? Así que el profeta vivía con sus oídos tapados a todo lo que no fuera la voz de Dios, ¡sólo se le destapaban cuando Jehová hablaba!
12. De igual manera deberíamos vivir nosotros, con nuestros oídos tapados a cualquier voz contraria, sea del mundo, sea del diablo, sean rumores, sean críticas, sean quejas, sean chismes, sean palabras negativas, palabras deshonestas, palabras de derrota. ¡Pidámosle a Dios que nos tape los oídos y que nos los destape sólo para escucharlo a Él! ¡PÓNME TAPONES EN MIS OÍDOS, DIOS!
13. Dios le había hablado específicamente a Samuel diciéndole: “Mañana como a esta hora…” ¡QUÉ ESPECÍFICO ES DIOS! Usted se preguntará porque no lo escucha usted así a Él hoy, ¿no será que no sacamos tiempo para escucharlo, o será que estamos tan distraídos escuchando nuestros propios pensamientos, ideas u opiniones de los demás, o será que lo ignoramos cuando nos habla?
14. Dios puede estar gritándote: “Mañana como a esta hora…..!cambiaré tu destino para siempre!, Mañana como a esta hora….. ¡recibirás tu milagro!, Mañana como a esta hora…..!recibirás las buenas noticias que esperas!, Mañana como a esta hora…..!traeré a tu vida la persona que estás esperando!, Mañana como a esta hora….!obtendrás el empleo!, Mañana como a esta hora…..tendrás un encuentro con mi gloria que te cambiará para siempre!”
15. Sólo lo escucharás si como el profeta permites que Él destape tus oídos y escuches Su voz y luego que te los vuelva a tapar si es necesario para que no escuches a nadie más, sólo a Él.
16. Dios le dijo a Samuel: “Mañana como a esta hora traeré delante de ti al que ungirás como primer rey de Israel”.
17. Tan pronto como Samuel lo vio y con sus oídos bien destapados, escuchó a Dios diciéndole que ese era Saúl. Saúl por su parte estaba totalmente ajeno de lo que estaba oyendo el profeta, lo único que lo llevó hasta el profeta fue su preocupación por las asnas perdidas. “Díganme dónde está el vidente para que me diga dónde están las asnas”. ¿No nos acercamos la mayoría de las veces así a Dios? “Resuélveme el problema y ya, no tengo mucho tiempo y tampoco mucho interés en cosas muy espirituales”. Pero como los pensamientos y planes de Dios son más altos que los nuestros, no nos damos cuenta que Él no sólo puede resolverte el problema del momento sino que tiene otros planes en mente para ti, mientras tú te preocupas por las “asnas perdidas”, Dios está organizando todo para colocarte dónde Él se ha propuesto llevarte. ALELUYA.
18. El profeta Samuel se identifica con Saúl, le pide que lo acompañe a adorar y ofrecer sacrificios en el lugar alto, luego lo invita a comer a su casa y le anuncia que sólo se podrá ir, después de que le declare varias cosas importantes que están en su corazón aunque él mismo ni se haya percatado de ellas.
19. Inmediatamente Samuel añade: “Oh, y por las asnas no te preocupes, porque las encontraron ya”. ¿Se dio cuenta usted que Saúl no tuvo ni que preguntar? !YA DIOS SE HABÍA HECHO CARGO DE SU PREOCUPACIÓN!
20. ¿No le ha pasado a usted? Usted gasta energía, se esfuerza en una misión, en una encomienda, tiene algunas preguntas serias al respecto, no encuentra las respuestas, usted está desesperado, oró, ayunó, pidió a otros que oren y de momento sin mucho alboroto, en un abrir y cerrar de ojos,!ya! Dios envió la respuesta pero te añade :”Ya te resolví lo de las asnas, eso era sólo algo de pasada, para ver si continuabas hasta tu destino, a ver si resistías un poco de presión, sudaste, te cansaste, te desvelaste, pero ya te lo resolví, ¿no te das cuenta de que si no salías a buscar las asnas no hubieras llegado a donde yo quería que llegaras? La meta no era que encontrarás las asnas, la meta era que me encontraras a Mí. Si no se hubieran perdido las asnas, si no las hubieras salido a buscar, si no hubieras pasado dos días en la búsqueda, no hubieras llegado al verdadero destino: oír de la boca del profeta lo que tengo preparado para ti: el reino”. GLORIA A DIOS.
21. Literalmente el texto del versículo 20 de 1 Sam. 9 dice: “No pongas tu corazón en ellas (las asnas)”. Ellas no eran la meta, eran sólo parte del plan , del recorrido.
22. No te distraigas de tu destino, no pongas tu corazón en lo que te puede obstaculizar en llegar a tu destino, no pongas tu corazón en lo pasajero, no pongas tu corazón en lo perecedero, no pongas tu corazón en gente que te impida avanzar, no pongas tu corazón en sentimientos que te impidan avanzar, ¡que nada te estorbe para llegar a tu destino en Dios!
23. Samuel le dijo a Saúl que no se preocupara por las asnas a fin de cuentas todo lo deseable de Israel era para él, todo lo de valor de Israel era para Saúl y su casa. En otras palabras: “ todo lo que te aguarda es mucho más grande, la bendición y la prosperidad que te esperan no son comparables a unas cuantas asnas que te estuvieron robando el sueño y la tranquilidad”.
24. Saúl reaccionó sorprendido y con cierta incredulidad y sentido de insignificancia, v.21. Samuel no contestó nada, ¿se acuerdan de que él tenía tapados los oídos, excepto para cuando Dios le hablara?
25. Samuel se llevó a Saúl a su casa, sentó a Saúl y al criado, ¡wow! en el lugar de honor del banquete que había sido preparado para 30 hombres respetados, influyentes y prominentes de la región.
26. Si permites que Dios te conduzca al lugar de tu destino, aún cuando en el recorrido tengas que salir a buscar asnas perdidas, te aguarda un lugar de honor en Su mesa.
27. Dios se hará cargo de lo que te angustió, preocupó o cargó en el camino hacia tu destino en Él y entonces te podrás sentar en la mesa del banquete. No sólo te sentarás en la mesa, sino que reservará una porción especial para ti. En el Oriente la mejor porción era reservada para el huésped de honor. La porción era la escogida, era la pierna, el pernil o espaldilla del cordero, reservada para los sacerdotes. (Éxodo 29:27, Levítico 7:32)
28. Había sido guardada para cuando llegara Saúl. Él no tenía la menor idea pero mientras él estaba angustiado, preocupado, cargado y cansado por las asnas perdidas de su padre, se le estaba preparando, reservándosele la mejor parte para él.
Conclusión
1. No desistas en el camino, continúa tras las asnas, más adelante te espera un banquete, te espera un cambio de corazón, te espera una nueva experiencia con Dios, ¡te aguarda el reino!
2. Samuel lo ungió, le dio varias señales que le sucederían de regreso y cuando Saúl se retiró de al lado de Samuel, Dios le transplantó otro corazón, así dice en el original: “Dios cambió para él otro corazón”.
3. De buscador de asnas se convirtió en rey y profeta en un periodo de tres días.
4. ¿Has salido a buscar asnas perdidas?
5. ¿Pareciera que andas en tus asuntos personales y nada más?
6. ¿Andas cansado, angustiado y preocupado en la misión en que te encuentras?
7. ¿Crees que ese es tu destino: buscar asnas perdidas?
8. Pues prepárate porque puedes llevarte una gran sorpresa: las asnas perdidas son sólo una distracción, un tropiezo que te está impulsando al destino de Dios en tu vida.
9. Mientras buscas las asnas, te está esperando el profeta. Mientras buscas las asnas, te están preparando banquete en tu honor. Mientras buscas las asnas, te están esperando para ungirte. Mientras buscas las asnas, te están esperando para hacerte un transplante de corazón. Mientras buscas las asnas, te están esperando para que asciendas a otra dimensión espiritual. Mientras buscas las asnas, te aguarda el reino.
Introducción
1. La historia de Saúl y cómo llegó al reinado de Israel recoge varias interesantes enseñanzas, verdades y revelaciones.
2. Cis, el padre de Saúl era un hombre poderoso e influyente de la tribu de Benjamín. Tenía un hijo guapísimo, así lo declara la Biblia, hoy diríamos un galán, un “papisongo”.
3. Ocurre una situación poco usual y para lo cual su padre le pide ayuda, sus asnas se han perdido. Si nos ubicamos en la época y tiempo bíblico esto era una seria crisis. Las asnas en aquellos tiempos eran los camiones de carga, se usaban para transporte, para arrastre y para las tareas agrícolas. El que Cis tuviera muchas era evidencia de que era rico y perder las asnas significaba un desastre económico.
4. Cis le encomienda a Saúl, tomar a un criado y salir en esta misión especial: buscar las asnas extraviadas.
Cuerpo del mensaje
1. Saúl se llevó al criado e hizo un plan de acción que lo llevó por varios sectores de la región, viajó en forma de arco, primero hacia el norte y el este y luego hacia el sur y el oeste.
2. Llegó un punto después de dos días buscando que Saúl estuvo a punto de desistir de su misión pero allí estaba el criado. Cuando salgas a una misión, asegúrate de llevarte contigo a las personas correctas, que cuando tú quieras desistir, abandonar la misión, cuando te desanimes y quieras marchar atrás, te den el consejo preciso, adecuado y te ayuden a encontrar el camino correcto a seguir.
3. El criado era parte importante en el plan de Dios para la vida de Saúl. No importa la posición en la que te encuentres puedes ser una pieza clave en el desarrollo del destino de Dios para tu líder, para tu iglesia o para tu ciudad.
4. Cuando Saúl le dijo al criado: “Volvámonos”, él le dijo: “Yo tengo una mejor idea ¿por qué no consultamos a Dios mejor?”. ¡Santo! Necesitamos gente a nuestro lado que cuando digamos no voy más, nos puedan animar a buscar la dirección de Dios, nos den alternativas espirituales a nuestros problemas, que no se unan a nuestro desánimo y nos alimenten la autocompasión y la derrota, sino que me digan: “hay otras posibilidades, no las has considerado pero te animo a no desistir”.
5. Las cosas no suceden por suceder, sucesos que podríamos tildar de comunes o corrientes, pueden estar guiándonos a donde Dios nos quiere llevar. Todas las situaciones de nuestra vida son potencialmente “encuentros divinos”. Podrías creer que saliste a buscar asnas perdidas pero lo que ni siquiera te imaginas es que te espera un reino, una nueva oportunidad de Dios para servirle, un nuevo reto, un nuevo ministerio, una nueva oportunidad de crecimiento y madurez, una nueva oportunidad para desarrollar las actitudes de un seguidor e imitador de Cristo.
6. Las circunstancias que nos rodean, las consideremos buenas o malas, pueden ser el instrumento que está siendo usado por Dios para construir en ti, para desarrollar en ti, una cualidad, una virtud, un fruto que redundará en tu beneficio y en el avance del Reino de Dios en la tierra.
7. Saúl escuchó al sabio criado, éste le declaró que el profeta o vidente que vivía en aquella área, llamada Ramá, era un verdadero profeta porque lo que él decía se cumplía sin falta, esa era la evidencia del verdadero oficio profético.
8. Se pusieron en camino y arreglaron lo de la ofrenda que llevarían al profeta, (por cierto e interesantemente quien tenía ofrenda era el criado y no Saúl).
9. De camino a Ramá, le salieron al encuentro un grupo de doncellas, cargadoras de agua, quiénes haciendo honor a que eran mujeres (habladoras y detallistas) le hicieron un recuento sumamente detallado de la agenda del profeta Samuel .
10. Continuando su camino, ¡CASUALIDAD!, le salió al encuentro Samuel, precisamente por el camino en que ellos iban.
11. Lo que no sabía Saúl era que Samuel lo estaba esperando porque un día antes, el Señor le había hablado acerca de Saúl. En el original dice:”…el Señor había hablado al oído de Samuel” “Jehová había revelado al oído de Samuel” “Jehová había destapado el oído de Samuel”. Cuando algo se destapa es porque ha estado tapado, ¿verdad? Así que el profeta vivía con sus oídos tapados a todo lo que no fuera la voz de Dios, ¡sólo se le destapaban cuando Jehová hablaba!
12. De igual manera deberíamos vivir nosotros, con nuestros oídos tapados a cualquier voz contraria, sea del mundo, sea del diablo, sean rumores, sean críticas, sean quejas, sean chismes, sean palabras negativas, palabras deshonestas, palabras de derrota. ¡Pidámosle a Dios que nos tape los oídos y que nos los destape sólo para escucharlo a Él! ¡PÓNME TAPONES EN MIS OÍDOS, DIOS!
13. Dios le había hablado específicamente a Samuel diciéndole: “Mañana como a esta hora…” ¡QUÉ ESPECÍFICO ES DIOS! Usted se preguntará porque no lo escucha usted así a Él hoy, ¿no será que no sacamos tiempo para escucharlo, o será que estamos tan distraídos escuchando nuestros propios pensamientos, ideas u opiniones de los demás, o será que lo ignoramos cuando nos habla?
14. Dios puede estar gritándote: “Mañana como a esta hora…..!cambiaré tu destino para siempre!, Mañana como a esta hora….. ¡recibirás tu milagro!, Mañana como a esta hora…..!recibirás las buenas noticias que esperas!, Mañana como a esta hora…..!traeré a tu vida la persona que estás esperando!, Mañana como a esta hora….!obtendrás el empleo!, Mañana como a esta hora…..tendrás un encuentro con mi gloria que te cambiará para siempre!”
15. Sólo lo escucharás si como el profeta permites que Él destape tus oídos y escuches Su voz y luego que te los vuelva a tapar si es necesario para que no escuches a nadie más, sólo a Él.
16. Dios le dijo a Samuel: “Mañana como a esta hora traeré delante de ti al que ungirás como primer rey de Israel”.
17. Tan pronto como Samuel lo vio y con sus oídos bien destapados, escuchó a Dios diciéndole que ese era Saúl. Saúl por su parte estaba totalmente ajeno de lo que estaba oyendo el profeta, lo único que lo llevó hasta el profeta fue su preocupación por las asnas perdidas. “Díganme dónde está el vidente para que me diga dónde están las asnas”. ¿No nos acercamos la mayoría de las veces así a Dios? “Resuélveme el problema y ya, no tengo mucho tiempo y tampoco mucho interés en cosas muy espirituales”. Pero como los pensamientos y planes de Dios son más altos que los nuestros, no nos damos cuenta que Él no sólo puede resolverte el problema del momento sino que tiene otros planes en mente para ti, mientras tú te preocupas por las “asnas perdidas”, Dios está organizando todo para colocarte dónde Él se ha propuesto llevarte. ALELUYA.
18. El profeta Samuel se identifica con Saúl, le pide que lo acompañe a adorar y ofrecer sacrificios en el lugar alto, luego lo invita a comer a su casa y le anuncia que sólo se podrá ir, después de que le declare varias cosas importantes que están en su corazón aunque él mismo ni se haya percatado de ellas.
19. Inmediatamente Samuel añade: “Oh, y por las asnas no te preocupes, porque las encontraron ya”. ¿Se dio cuenta usted que Saúl no tuvo ni que preguntar? !YA DIOS SE HABÍA HECHO CARGO DE SU PREOCUPACIÓN!
20. ¿No le ha pasado a usted? Usted gasta energía, se esfuerza en una misión, en una encomienda, tiene algunas preguntas serias al respecto, no encuentra las respuestas, usted está desesperado, oró, ayunó, pidió a otros que oren y de momento sin mucho alboroto, en un abrir y cerrar de ojos,!ya! Dios envió la respuesta pero te añade :”Ya te resolví lo de las asnas, eso era sólo algo de pasada, para ver si continuabas hasta tu destino, a ver si resistías un poco de presión, sudaste, te cansaste, te desvelaste, pero ya te lo resolví, ¿no te das cuenta de que si no salías a buscar las asnas no hubieras llegado a donde yo quería que llegaras? La meta no era que encontrarás las asnas, la meta era que me encontraras a Mí. Si no se hubieran perdido las asnas, si no las hubieras salido a buscar, si no hubieras pasado dos días en la búsqueda, no hubieras llegado al verdadero destino: oír de la boca del profeta lo que tengo preparado para ti: el reino”. GLORIA A DIOS.
21. Literalmente el texto del versículo 20 de 1 Sam. 9 dice: “No pongas tu corazón en ellas (las asnas)”. Ellas no eran la meta, eran sólo parte del plan , del recorrido.
22. No te distraigas de tu destino, no pongas tu corazón en lo que te puede obstaculizar en llegar a tu destino, no pongas tu corazón en lo pasajero, no pongas tu corazón en lo perecedero, no pongas tu corazón en gente que te impida avanzar, no pongas tu corazón en sentimientos que te impidan avanzar, ¡que nada te estorbe para llegar a tu destino en Dios!
23. Samuel le dijo a Saúl que no se preocupara por las asnas a fin de cuentas todo lo deseable de Israel era para él, todo lo de valor de Israel era para Saúl y su casa. En otras palabras: “ todo lo que te aguarda es mucho más grande, la bendición y la prosperidad que te esperan no son comparables a unas cuantas asnas que te estuvieron robando el sueño y la tranquilidad”.
24. Saúl reaccionó sorprendido y con cierta incredulidad y sentido de insignificancia, v.21. Samuel no contestó nada, ¿se acuerdan de que él tenía tapados los oídos, excepto para cuando Dios le hablara?
25. Samuel se llevó a Saúl a su casa, sentó a Saúl y al criado, ¡wow! en el lugar de honor del banquete que había sido preparado para 30 hombres respetados, influyentes y prominentes de la región.
26. Si permites que Dios te conduzca al lugar de tu destino, aún cuando en el recorrido tengas que salir a buscar asnas perdidas, te aguarda un lugar de honor en Su mesa.
27. Dios se hará cargo de lo que te angustió, preocupó o cargó en el camino hacia tu destino en Él y entonces te podrás sentar en la mesa del banquete. No sólo te sentarás en la mesa, sino que reservará una porción especial para ti. En el Oriente la mejor porción era reservada para el huésped de honor. La porción era la escogida, era la pierna, el pernil o espaldilla del cordero, reservada para los sacerdotes. (Éxodo 29:27, Levítico 7:32)
28. Había sido guardada para cuando llegara Saúl. Él no tenía la menor idea pero mientras él estaba angustiado, preocupado, cargado y cansado por las asnas perdidas de su padre, se le estaba preparando, reservándosele la mejor parte para él.
Conclusión
1. No desistas en el camino, continúa tras las asnas, más adelante te espera un banquete, te espera un cambio de corazón, te espera una nueva experiencia con Dios, ¡te aguarda el reino!
2. Samuel lo ungió, le dio varias señales que le sucederían de regreso y cuando Saúl se retiró de al lado de Samuel, Dios le transplantó otro corazón, así dice en el original: “Dios cambió para él otro corazón”.
3. De buscador de asnas se convirtió en rey y profeta en un periodo de tres días.
4. ¿Has salido a buscar asnas perdidas?
5. ¿Pareciera que andas en tus asuntos personales y nada más?
6. ¿Andas cansado, angustiado y preocupado en la misión en que te encuentras?
7. ¿Crees que ese es tu destino: buscar asnas perdidas?
8. Pues prepárate porque puedes llevarte una gran sorpresa: las asnas perdidas son sólo una distracción, un tropiezo que te está impulsando al destino de Dios en tu vida.
9. Mientras buscas las asnas, te está esperando el profeta. Mientras buscas las asnas, te están preparando banquete en tu honor. Mientras buscas las asnas, te están esperando para ungirte. Mientras buscas las asnas, te están esperando para hacerte un transplante de corazón. Mientras buscas las asnas, te están esperando para que asciendas a otra dimensión espiritual. Mientras buscas las asnas, te aguarda el reino.