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Consumado es

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"Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu." (Juan 19:30) 

Hay un refrán que dice: “La muerte está tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja.” Contemplando a Jesús en la cruz, podríamos pensar que finalmente la muerte es la que vence. Los sistemas de muerte y las personas que habitaban en las tinieblas que se complotaron para llevar a Jesús a la cruz estaban celebrando su victoria. No es casual que el evangelista Mateo diga que “desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.” 

En medio de su sufrimiento, de la celebración de los poderes del mal, de las lágrimas derramadas en medio de las tinieblas, se alza la voz de Jesús por última vez antes de morir: ¡Consumado es! 

“Consumado es” es la traducción al español de la palabra griega “Tetelestai”. Fue usada en la antigüedad de diferentes maneras: fue usada cuando una deuda quedaba pagada o cuando un siervo completaba una tarea encomendada por su amo. Al igual, era usada por artistas que, al terminar su obra, inspeccionaban su arte y estaban complacidos con ella. En cada uno de estos casos se declaraba “tetelestai”. Era utilizada en el templo, cuando se presentaba un cordero de un año de edad para sacrificio y se ofrecía la ofrenda, el sumo sacerdote tenía que inspeccionar el cordero antes de ofrecerlo y si el cordero era perfecto, sin mancha, entonces el sacerdote habiéndolo inspeccionado decía “Tetelestai”. 

Por eso, este “Consumado es” en boca de Jesús no es un lamento al verse derrotado. Al contrario, es una afirmación de su victoria. 

Este es el mismo Jesús que poco antes en Getsemaní oró al Padre diciendo: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.”. Jesucristo hizo la voluntad del Padre. ¡Consumado es! 

Este es el mismo Jesús que poco antes dijo a sus discípulos: dijo: “Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido;” y “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre;”. Lo que anunció en su última cena ahora ya era una realidad concreta y no solo algo a suceder en algún momento. El ofrecimiento de Dios de un nuevo pacto a la humanidad ya había sido llevado a cabo. ¡Consumado es! 

Ya no hacen falta más sacrificios para alcanzar una relación de paz con Dios. El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, declaró: “Consumado Es”. 

Vivamos nuestras vidas, para que cuando llegue la hora de nuestra muerte, podamos mirar hacia atrás y al ver nuestra vida, exclamar como Jesús: ¡Teletestai! ¡Consumado es! ¡Alcancé la meta! 

Jesús hizo todo lo necesario para poner nuestra disposición la posibilidad de entrar en un nuevo pacto con Dios. ¿Cómo vas a responder? 

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