Confesión de fe
0
0
La primera vez que le dije a mi esposa: "Te quiero", ella me creyó.
Es seguro que ya se había dado cuenta mucho antes, por gestos,
miradas, sonrisas. Por ese poder que tiene el cuerpo de dar señales, sin que la razón se dé cuenta. No podemos disimular el amor. La fe, tampoco. Quizás, porque van juntos, son tan inseparables, que terminan siendo uno.
Bueno, lo que hice esa vez fue una confesión de amor. Pero tal vez tantas veces hice mi confesión de fe, delante de otros, ante
su dolor, su alegría, ante tanta injusticia, ante la desesperación de muchos. A veces con palabras, otras no. De eso se trata. De confesar nuestra fe. Aquello que creemos. De lo que estamos convencidos. Lo que sentimos adentro nuestro, y tiene fuerza, la fuerza de nuestra certeza interior (don del Espíritu!!).
Los cristianos, los domingos, en cultos y misas, juntos, solemos recitar el credo. Y está bien. Es un resumen de verdades de la fe
que nos identifica como un tipo de comunidad frente al mundo.Pero fórmula, lenguaje, vienen desde los primeros siglos, y parece un producto de exportación, que uno respeta, pero no sinete suyo, pues ni una coma pusimos con nuestras manos. El peligro está en que se parezca más a un protocolo religioso, a una visa de pertenencia
institucional, un panfleto vacío que se repite.
Confesar es más. Atestiguar, dar testimonio de lo que uno siente, salir garante de uno mismo, comprometiendo su vida ante los demás.
Como Pedro y los Apóstoles, en el libro de los Hechos, como Esteban y su martirio. Como los cristianos de antes y de hoy, que sienten que su fe es más fuerte que el miedo.
¿Cuál sería su cofensión de fe, aquí y ahora?
¿Cómo siente a Cristo, la fe, Dios... hoy?
Deje salir la fuerza de su convicción, eso que nadie puede arrancarnos. E invente su propio CREDO. Le dejo espacio y
tiempo....
CREO... (espacio para... )
"Para el cristiano predicar esta convicción a veces trae sus dificultades, porque el mercado pide eficacia y los capitalistas
rendimiento.
Nosotros en cambio predicamos un liberador condenado a muerte, escándalo para el mercado, estupidez para los capitalistas. Pero para los que han creído, fuerza y sabiduría de Dios". (Paráfrasis de 1 Corintios 1:22-24)
Es seguro que ya se había dado cuenta mucho antes, por gestos,
miradas, sonrisas. Por ese poder que tiene el cuerpo de dar señales, sin que la razón se dé cuenta. No podemos disimular el amor. La fe, tampoco. Quizás, porque van juntos, son tan inseparables, que terminan siendo uno.
Bueno, lo que hice esa vez fue una confesión de amor. Pero tal vez tantas veces hice mi confesión de fe, delante de otros, ante
su dolor, su alegría, ante tanta injusticia, ante la desesperación de muchos. A veces con palabras, otras no. De eso se trata. De confesar nuestra fe. Aquello que creemos. De lo que estamos convencidos. Lo que sentimos adentro nuestro, y tiene fuerza, la fuerza de nuestra certeza interior (don del Espíritu!!).
Los cristianos, los domingos, en cultos y misas, juntos, solemos recitar el credo. Y está bien. Es un resumen de verdades de la fe
que nos identifica como un tipo de comunidad frente al mundo.Pero fórmula, lenguaje, vienen desde los primeros siglos, y parece un producto de exportación, que uno respeta, pero no sinete suyo, pues ni una coma pusimos con nuestras manos. El peligro está en que se parezca más a un protocolo religioso, a una visa de pertenencia
institucional, un panfleto vacío que se repite.
Confesar es más. Atestiguar, dar testimonio de lo que uno siente, salir garante de uno mismo, comprometiendo su vida ante los demás.
Como Pedro y los Apóstoles, en el libro de los Hechos, como Esteban y su martirio. Como los cristianos de antes y de hoy, que sienten que su fe es más fuerte que el miedo.
¿Cuál sería su cofensión de fe, aquí y ahora?
¿Cómo siente a Cristo, la fe, Dios... hoy?
Deje salir la fuerza de su convicción, eso que nadie puede arrancarnos. E invente su propio CREDO. Le dejo espacio y
tiempo....
CREO... (espacio para... )
"Para el cristiano predicar esta convicción a veces trae sus dificultades, porque el mercado pide eficacia y los capitalistas
rendimiento.
Nosotros en cambio predicamos un liberador condenado a muerte, escándalo para el mercado, estupidez para los capitalistas. Pero para los que han creído, fuerza y sabiduría de Dios". (Paráfrasis de 1 Corintios 1:22-24)