Con la luz de la esperanza
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A veces creo que la vida
se pasa como si nada
y siento sobre los ojos
como una sombra pesada.
La oscuridad va creciendo
arrebatandome el alma
y la tristeza se anida
avazallante y callada.
Estribillo I
Son esos días tan tristes,
lejos de toda mirada,
lejos de toda caricia,
lejos de toda esperanza.
En esos días te busco
llorando sangre en el huerto
en el huerto de mi vida
que sin tu amor, está muerto.
Se me anuda la garganta
no puedo decir palabra,
y no veo más que sombras,
tu luz parece lejana.
Pero como prometiste
comienzo a sentir tu calma,
estabas siempre a mi lado
llevando solo mi alma.
Estribillo II
En esos días me levanto
sintiendo cierta nostalgia
buscando a quien en silencio
a mi lado se quedara.
Jesús estuviste allí
cuando todo terminaba
y sacudiste las sombras
con la luz de la esperanza.
Si yo pudiera seguirte
y no perder tus pisadas
en mi vida no habría sombras,
ni desolación en mi alma.
Lidia Ocampo
lilitaocampo@gmail.com
(Quien desee ponerle música, puede ponerse en contacto con su autora)
se pasa como si nada
y siento sobre los ojos
como una sombra pesada.
La oscuridad va creciendo
arrebatandome el alma
y la tristeza se anida
avazallante y callada.
Estribillo I
Son esos días tan tristes,
lejos de toda mirada,
lejos de toda caricia,
lejos de toda esperanza.
En esos días te busco
llorando sangre en el huerto
en el huerto de mi vida
que sin tu amor, está muerto.
Se me anuda la garganta
no puedo decir palabra,
y no veo más que sombras,
tu luz parece lejana.
Pero como prometiste
comienzo a sentir tu calma,
estabas siempre a mi lado
llevando solo mi alma.
Estribillo II
En esos días me levanto
sintiendo cierta nostalgia
buscando a quien en silencio
a mi lado se quedara.
Jesús estuviste allí
cuando todo terminaba
y sacudiste las sombras
con la luz de la esperanza.
Si yo pudiera seguirte
y no perder tus pisadas
en mi vida no habría sombras,
ni desolación en mi alma.
Lidia Ocampo
lilitaocampo@gmail.com
(Quien desee ponerle música, puede ponerse en contacto con su autora)