Como un árbol
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Tronco aspero y duro,
lanza.
Lanza afilada desde la mañana
que veo
chicos que florecen revolviendo la basura.
Esa soy yo, cada vez que atravieso
las puertas de madera fuerte
de la Iglesia.
Pero cuando escucho la Palabra,
vivo.
Y cuando los veo a ustedes firmes pese a todo,
me emociono-
porque yo sé
que abren las puertas
y los hiere también
la savia de
los chicos que revuelven la
basura.
Cuando los veo cantando
me enciendo,
y cuando los veo trabajando
florezco y me siento árbol
que puede -él también-
amparar con sus ramas
a alguien que sufre.
Tomado del boletín Noticias, de la Iglesia Evangélica Metodista de La Boca
© Red de Liturgia y Recursos de Educación Cristiana de CLAI-CELADEC
lanza.
Lanza afilada desde la mañana
que veo
chicos que florecen revolviendo la basura.
Esa soy yo, cada vez que atravieso
las puertas de madera fuerte
de la Iglesia.
Pero cuando escucho la Palabra,
vivo.
Y cuando los veo a ustedes firmes pese a todo,
me emociono-
porque yo sé
que abren las puertas
y los hiere también
la savia de
los chicos que revuelven la
basura.
Cuando los veo cantando
me enciendo,
y cuando los veo trabajando
florezco y me siento árbol
que puede -él también-
amparar con sus ramas
a alguien que sufre.
Tomado del boletín Noticias, de la Iglesia Evangélica Metodista de La Boca
© Red de Liturgia y Recursos de Educación Cristiana de CLAI-CELADEC