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Cinco enseñanzas bíblicas para tu vida laboral

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Depender de Dios

»No se les ocurra pensar: “Toda esta riqueza la hemos ganado con nuestro propio esfuerzo.” Deben acordarse del Señor su Dios, ya que ha sido él quien les ha dado las fuerzas para adquirirla, cumpliendo así con ustedes la alianza que antes había hecho con los antepasados de ustedes. Deuteronomio 8:17-18

Ahora escuchen esto, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocios y ganaremos dinero». 14 ¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece. 15 Más bien, debieran decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello». Santiago 4:13-15


Es muy común escuchar historias de personas exitosas que lucharon por alcanzar sus sueños y metas y pueden hacernos creer que el éxito es resultado exclusivo del esfuerzo, de los propios talentos o la valentía. Pero la Biblia nos enseña que nada podemos alcanzar sin la ayuda de Dios. No olvides nunca que todo lo que tenemos, todo lo que nos pasa y todo lo que logramos es por la sola gracia de Dios.


Trabajar con esmero

Anda a ver a la hormiga, perezoso; fíjate en lo que hace, y aprende la lección: aunque no tiene quien la mande ni quien le diga lo que ha de hacer, asegura su comida en el verano, la almacena durante la cosecha. Proverbios 6:6-8

Cuando estuvimos con ustedes, les dimos esta regla: El que no quiera trabajar, que tampoco coma. Pero hemos sabido que algunos de ustedes llevan una conducta indisciplinada, muy ocupados en no hacer nada. A tales personas les mandamos y encargamos, por la autoridad del Señor Jesucristo, que trabajen tranquilamente para ganarse la vida. 2 Tesalonicenses 3:10-12


La Biblia enseña que aquellos que confían en el Señor y trabajan con esmero son sabios que cosecharán el fruto de su labor, pero quienes son perezosos demuestran necedad y no logran obtener nada. Nuestra esperanza está puesta en la convicción de que Dios prosperará nuestro trabajo, por lo tanto, seamos diligentes para hacer todo lo que esté a nuestro alcance, confiando que el Señor hará el resto.


Ser personas honestas

A los hombres rectos los guía su rectitud; a los hombres falsos los destruye su falsedad. De nada servirán las riquezas el día del juicio, pero la justicia libra de la muerte. Proverbios 11:3-4

Los ricos de esta ciudad son todos opresores; mentirosos y engañadores todos sus habitantes. Por eso he comenzado a castigarte, a destruirte por causa de tus pecados. Miqueas 6:12-13


Dios nos llama a ser personas honestas, y es Él, por medio de su espíritu, quien nos da la fuerza para lograrlo. Medita en su Palabra y dedica tiempo a la oración para poder así encontrar la valentía del Señor para caminar con rectitud.


Apartar tiempo para el descanso

El séptimo día terminó Dios lo que había hecho, y descansó. Entonces bendijo el séptimo día y lo declaró día sagrado, porque en ese día descansó de todo su trabajo de creación. Génesis 2:1-3

Trabajen durante seis días, pero el día séptimo deben descansar, aun en tiempo de siembra o de cosecha. Éxodo 34:21


En el ambiente laboral competitivo de nuestro día existe la tentación de trabajar demasiado y ser parte de una carrera que nunca se termina. Al crear la Tierra, Dios estableció el ritmo de trabajo con períodos frecuentes de descanso y dejó un ejemplo que debemos seguir. Apartar tiempo para el descanso es una expresión clara de que entendemos que nuestros resultados no dependen de cuánto esfuerzo o cuánto sacrificio ponemos en nuestro trabajo, sino que tenemos nuestra confianza puesta totalmente en que Dios proveerá, por lo tanto podemos descansar.


Asumir responsabilidad social

No se olviden ustedes de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen; porque éstos son los sacrificios que agradan a Dios. Hebreos 13:16

La religión pura y sin mancha delante de Dios el Padre es ésta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y no mancharse con la maldad del mundo. Santiago 1:27

Conocemos lo que es el amor porque Jesucristo dio su vida por nosotros; así también, nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos. Pues si uno es rico y ve que su hermano necesita ayuda, pero no se la da, ¿cómo puede tener amor de Dios en su corazón? 1 Juan 3:16-17


A pesar de que el mundo moderno pretende empujarnos a una obsesiva búsqueda por riqueza, prosperidad y reconocimiento, ésta no debería ser nuestra meta más importante. Según la Biblia, a quienes han sido bendecidos con prosperidad económica, Dios les ha hecho responsables de aquellos que sufren necesidad. Pidamos al Señor que nos dé un corazón sensible y que nuestras acciones siempre reflejen un genuino servicio a Dios.

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