Celebración ecuménica de oración

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Introducción

El esquema propuesto de oración es simplemente indicativo: entrada,
invocación al Espíritu Santo, acto penitencial, proclamación de la
Palabra de Dios, profesión de fe, intercesiones, intercambio de la
paz y bendición.

Cada una de las comunidades tiene la posibilidad de crear su celebración adaptando el desarrollo propuesto y el contenido de la misma a la luz de su propia tradición y cultura.

A nivel local se ha de preparar con el mayor concurso posible de colaboraciones ecuménicas. Esto tiene su propia significación: los cristianos de diversas Iglesias celebran a su Señor, que es la fuente de la vida. Juntos llegan a ser un solo Cuerpo por el bautismo común, hacen aquí memoria, se dirigen a las raíces de su fe. Juntos rezan a Cristo por su plena comunión. Deciden comprometerse a seguir lo que esto significa en el mundo. En su celebración ecuménica están unidos a todos los cristianos de la tierra para dirigir a Dios en el Espíritu la alabanza de los bautizados.

"Celebramos el reconocimiento mutuo de la fe de nuestro bautismo como un único bautismo en Cristo" (Folleto litúrgico de la V Asamblea de "Fe y Constitución" en Santiago de Compostela).

La entrada

El saludo litúrgico es seguido por una presentación de las comunidades presentes y sus respectivos responsables. Se recomienda
un tiempo de acogida. Con el canto, la unión de las voces realiza la unidad de los corazones. Una breve introducción da sentido a la celebración.

La invocación al Espíritu Santo

El Espíritu Santo abre los corazones al arrepentimiento sincero, suscita la alabanza, prepara a la escucha fructuosa de la Palabra de Dios. En el Espíritu Santo, la oración de todos llega a ser la de Cristo. Él está orando con nosotros al Padre. Ora en nosotros porque somos sus miembros. Ora por nosotros y nuestra unidad, que es don de
Dios.

La oración de arrepentimiento

El reconocimiento de las faltas y la petición de perdón pueden ser acompañados por un momento de silencio, puesto que las heridas de la memoria tienen sus raíces antiguas y exigen para su curación ir a lo
profundo de nuestro ser. De este silencio brota la glorificación a la Santa Trinidad.

La proclamación de la Palabra

El salmo 36 [35], 6-10, texto de la oración para el año 2002, da el contexto del tema señalado: "En ti está la fuente de la vida". El encuentro de Jesús con Nicodemo (Jn 3, 1-21) ilustra concretamente el significado del misterio de nuestro renacimiento personal a la nueva vida, y Pablo (Rom 6, 3-11) permite el desarrollo de la dimensión pascual y eclesial de nuestra vida en Cristo inaugurada por el bautismo.

La profesión de fe

Es el tiempo fuerte de la celebración, que podrá revalorizarse dirigiéndose hacia el agua colocada delante o en medio de la
asamblea, en recuerdo de nuestra profesión de fe bautismal. Un desplazamiento al baptisterio será posible a veces si es seguido del intercambio de la paz.

Las intercesiones

Las intenciones van desde lo universal a lo particular. Si es evocada la Carta ecuménica europea, es a título de ejemplo, y ello debe ser una invitación para que cada grupo exprese más intenciones acerca de
los proyectos ecuménicos regionales o locales.

El signo de la paz

Tradicionalmente es uno de los gestos simbólicos de la celebración del bautismo de adultos. La paz intercambiada entre los bautizados es el sello de su oración común. Expresa su comunión en la fe y la vida
nueva como hijos de Dios reunidos en la unidad. El signo de una comunión en la paz de Cristo puede ser acompañado con una fórmula de compromiso hacia una renovación de la confianza mutua o conceder más
tiempo durante el año a la unidad de los cristianos.

(Aspersión, santiguarse con el agua, evocación simple)
Sin olvidar otros símbolos importantes como la Biblia, son posibles muchos usos del agua, en función de las situaciones locales y de la adaptación deseada por la asamblea, en el momento adecuado de la celebración.

· La oración de arrepentimiento recuerda el baño de la regeneración bautismal en Cristo y el perdón de los pecados.

· La profesión de fe trinitaria expresa la plena unidad de fe hacia la cual tendemos en virtud de un solo bautismo. Ella subraya
que ante la fuente bautismal llegamos a ser partícipes de la comunión trinitaria y del misterio de la Iglesia al mismo tiempo que miembros de una comunidad cristiana.

· Después de la celebración, el vaso de agua compartido nos remite a nuestros comportamientos evangélicos en medio del mundo, a la sed de la humanidad que aspira a una fuente de vida refrescante.

La elección de estos usos pide siempre en los grupos reflexión y presentación. No serán siempre apropiados. Una vez empleados, hacen surgir aquí y allá preguntas. Si uno de ellos crea dificultades, puede ocasionar a la par cambios fructuosos entre los miembros de las diversas Iglesias.

Los gestos de esta celebración pueden ayudar a tomar conciencia de qué naturaleza es la familia que formamos los cristianos. Los himnos y los cantos de alabanza, la renovación de los corazones por el
arrepentimiento, inundadas por la alegría del Espíritu Santo, contribuyen al clima de fiesta.

Todos estos son elementos de culto, con el carácter solemne de la proclamación de la Palabra de Dios y de los tiempos de silencio bien colocados y no muchos, que dan sentido al misterio.


Desarrollo de la celebración ecuménica

1. Comienzo de la celebración

a) Entrada solemne (con el símbolo del don de la vida de Dios: la Biblia al comienzo de la procesión, o si se juzga oportuno, la
cruz, "árbol de vida", el agua, un icono) acompañada de música de órgano o de un canto de entrada.

b) Saludo litúrgico.

c) Comienzo:

· Acogida de la asamblea,

· Breve presentación de la celebración de acuerdo con el tema de la Oración 2002,

· Canto - Himno.


2. Invocación al Espíritu Santo

Señor, renueva en nosotros el don de tu Espíritu, que nos purifique en las aguas del arrepentimiento.
Que nos conceda un solo corazón y una sola alma para glorificar tu nombre y proclamar tu misericordia.
Abre nuestro espíritu para sentir las Escrituras, que lleguen a ser para nosotros Palabra viva e iluminen nuestros corazones.
Que tu Espíritu deje tu amor en nosotros
y que nos inspire la oración de este día por nuestros hermanos y hermanas, en la comunión perfecta de tu Iglesia.
Por Jesucristo, tu Hijo, que reina contigo y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Amén.

Esta oración puede ser motivo para manifestarse luego a través de un
canto apropiado, o con una oración litánica con invocaciones de la asamblea.

Algunas oraciones dirigidas al Espíritu Santo están indicadas (por ejemplo, "Oh Rey celestial", "Ven, Espíritu Santo y llena el corazón de tus fieles", "Veni sanctae Spiritus", otras oraciones epicléticas
apropiadas.)

Se pueden escoger estas oraciones en los libros de cánticos y oraciones de las grandes asambleas ecuménicas (Basilea, Graz,
Santiago de Compostela).


3. Oración de arrepentimiento

a) Confesión de los pecados (silencio y oración)

Dios todopoderoso y eterno, que no rechazas nada de lo que has creado y olvidas las faltas de los que se arrepienten. Crea y renueva en nosotros un corazón nuevo y contrito, de tal manera que lo sintamos
por nuestros pecados, reconozcamos nuestros males y recibamos de ti, Dios de misericordia, el perdón y la paz total. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

O también: (L: lector; A: asamblea)

L: Pedimos perdón a Dios y al prójimo por las divisiones que han obstaculizado el testimonio cristiano. Señor, hemos pecado contra ti y contra el prójimo.

A: Señor, ten piedad.

L: Oh Cristo, nuestras divisiones son contrarias a tu voluntad y nos han impedido dar un testimonio conjunto.

A: Señor, ten piedad.

L: Señor, no te hemos amado suficientemente a través de nuestros hermanos y hermanas, creados a tu imagen aunque somos diferentes.

A: Señor, ten piedad.

L: Oh Dios, tú nos has creado, impide que nos alejemos unos de otros. Llena de esperanza nuestros corazones y atiende nuestras preces; reúnenos pronto en una santa Iglesia por medio de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo por los siglos de los
siglos.
(Del libro de culto de Graz)

Silencio oportuno

b) Glorificación y alabanza a la Santa Trinidad

(En estos términos o en otros semejantes)

Con un solo corazón en la fe de nuestro único bautismo, glorificamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Te glorificamos, Padre, creador del cielo y de la tierra, "porque en ti está la fuente de la vida".
Con toda la fuerza de tu amor recibimos de ti la vida, el movimiento y el ser.
La creación está llena de tu gloria y resplandece por tu bondad.
Con tu cariño maternal acoges a cada una de tus criaturas.

Gloria te sea dada, Padre por Jesús, tu Hijo, tú único amado Cristo y Señor,
en quien se cumplen todas tus promesas de vida, de paz y de bondad.
En él y con él, el mundo viejo se ha ido
y se ha hecho un mundo nuevo.
Con él te alabamos y glorificamos.
Gloria te sea dada en el Espíritu Santo,
soplo de vida que derramas sobre toda carne.
Espíritu de Pentecostés, fuerza y valentía de los Apóstoles, fuente de energía constante para la vida de nuestras Iglesias,
Espíritu Santo de dones diversos, que multiplicas los frutos en el corazón de cada uno de nosotros, y en el corazón de nuestras comunidades:

Él es la paz y la comunión,
sabiduría y alegría de todos los creyentes.
Por él te alabamos y te glorificamos.

(Otros ejemplos de posibles doxologías procedentes de la tradición de
nuestras Iglesias: el "Gloria a Dios en el cielo", "A ti la gloria...").


4. Proclamación de la Palabra de Dios

a) Primera lectura: Rom 6, 3-11
b) Salmo: Sal 36 [35], 6-10
c) Aleluya
d) Evangelio: Jn 3, 1-17
e) Aleluya
f) Predicación


5. Profesión de fe

Son utilizables muchos textos para confesar la fe:

· Símbolo Niceno-Constantinopolitano,
· Símbolo Apostólico,
· La forma interrogativa de la Profesión de fe utilizada en el bautismo está recomendada de acuerdo con el tema general.


6. Intercesiones

Dios todopoderoso, Tú eres la fuente de la vida. Caminamos en tu presencia con el deseo de formar una comunidad humana reconciliada entre jóvenes y mayores, entre hombres y mujeres, entre las culturas.
Aspiramos a remontar las desuniones entre los cristianos.
Nos confiamos a ti, te confiamos nuestro mundo, y te pedimos:

L: Cuando triunfa la violencia y el odio, que envilece a hombres y mujeres, que cierra el futuro de niños y jóvenes de todas las partes del mundo, nos mueve a pedirte que venga tu reino de justicia y de paz. "Extiende tu amor a los que te conocen y tu justicia a los rectos de corazón" (Sal 36 [35], 11); apoya la esperanza de
los "hombres y mujeres caídos sin poder levantarse" (Sal 36 [35], 13).

A: En ti está la fuente de la vida.

L: Cuando las Iglesias y los cristianos en Europa se comprometen a ir por el camino de una cooperación más profunda mediante una Carta ecuménica, se reafirma la esperanza de la unidad. Eleva en todos el espíritu de discernimiento, de concordia, de confianza necesaria para alcanzar la plena comunión.

A: En ti está la fuente de la vida.

L: Cuando la mayoría de las Iglesias, a lo largo del último siglo, han reconocido que en la fuente del ecumenismo sus vidas se han
transformado. Reaviva este deseo ardiente de la unidad en el corazón de todos los cristianos del mundo.

A: En ti está la fuente de la vida.

L: Cuando nuestro perdón anima ante el peligro y ante los problemas encontrados en nuestros esfuerzos por la unidad de los cristianos, ayúdanos a retornar hacia tu amor. Cuando estamos envueltos en la
oscuridad de la duda ante las oposiciones de las Iglesias, danos la esperanza de alcanzar un día la unidad.

A: En ti está la fuente de la vida.

L: Cuando estamos ante las barreras que hemos levantado por nuestras desconfianzas, envíanos nuevamente la fuerza de reconocer las buenas intenciones de los que nos encontramos.

A: En ti está la fuente de la vida.

L: Cuando estamos desanimados por nuestra ansiedad, envía tu luz para superarla y así apaciguar las angustias de los demás.

A: En ti está la fuente de la vida.

· (Oraciones según el contexto local)
· (Oraciones espontáneas)


7. Intercambio de un signo de paz

a) Invitación al "Padre nuestro..."
b) Signo de la paz.

(El tema de la oración de este año y de la celebración invita a valorar el signo de la paz, presentándolo en su relación con el
bautismo).


8. Bendición y envío (música de órgano o canto)

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