Celebración de la Navidad en familia
0
0
Para que en familia podamos recordar y celebrar con alegría
la llegada de Jesús, ofrecemos esta guía para el culto
familiar, que podrá ser utilizada tal como se presenta, o
bien, ajustando las sugerencias a la realidad familiar.
Los relatos bíblicos sobre el nacimiento son una escena
familiar e íntima, por ello somos invitados a celebrar en el
mismo marco que los textos nos sugieren: sencillez, calidez,
intimidad y alegría. También nos invita a mirar a nuestro
alrededor: no podemos celebrar la Navidad sin tener en
cuenta a los que, como Jesús, no tiene hoy lugar, ni
condiciones deseables para vivir. Hagamos de nuestra
alegría, una alegría para otros.
Pastor Claudio Luis Pose
La Historia Arranca de Lejos...
El nacimiento de Jesús no es un hecho aislado, hay un larga
historia de amor, paciencia y fidelidad de Dios para con
nosotros. Más bien, podemos decir, que la llegada del Mesías
es el resultado del compromiso de Dios con la humanidad. El
apóstol Pablo nos resume ese historia.
Hechos 13:16-26
Compartamos algunas ideas sobre la lectura:
Como podemos observar, la historia viene de muy
atrás en el tiempo (ubicar históricamente, para ello podemos
utilizar la tabla cronológica al final de la Biblia).
Jesús viene a cumplir una promesa anunciada (v.23).
La salvación ofrecida es para todos (v.26)
Canto: “Huachitorito”
(es importante, antes de cantar, reparar en las figuras de
la letra: el árbol, la rama, la flor... como una continuidad
en la historia.)
Oración (Al unísono o por un miembro del grupo familiar)
Señor, estamos ahora reunidos en familia y hacemos memoria,
a partir de lo que nos sugieren las Escrituras. Nos damos
cuenta cuánto nos amas y ¡desde hace tanto tiempo! .
Queremos agradecerte por todos tus cuidados y la fidelidad
con que has estado cerca nuestro, protegiéndonos,
consolándonos y animándonos.
Como familia, queremos sumarnos a esta historia de vida y
salvación, te decimos que aceptamos tu invitación y por ello
hacemos en nuestros corazones y en nuestro hogar un lugar
para Jesús.
Ayúdanos, para que tu Hijo sea el Señor de nuestra familia,
que dirija nuestros pasos, nuestras relaciones y nuestras
intenciones.
Quédate, Señor, con nosotros y derrama tu bendición en esta
casa. Amén.
Himno: “Venid, Fieles Todos”
¡Un Motivo de Alegría!
No sólo nosotros nos admiramos al comprender cuánto amor
Dios nos muestra en Jesús. Zacarías (el padre de Juan el
Bautista) en el nacimiento de su hijo y entendiendo lo que
éste haría, pronunció estas palabras: (tener preparado el
texto para su lectura)
San Lucas 1:68-79
Ahora se puede tener un tiempo espontáneo de alabanza con
cantos, himnos, poesías, textos breves o cualquier otra
participación (no olvidemos que los niños de la casa también
pueden participar).
Nota: Es importante poder tener preparado de antemano
hojitas con canciones e himnos y que cada integrante de la
familia haya sabido con anticipación que podría traer algo
preparado (poemas, dibujos, etc.).
“Dios con Nosotros”
(A las familias que utilizan esta guía sobre la hora del
inicio del día 25, se les sugiere llegar a este momento unos
minutos antes de la hora 24, de tal manera que se culmine en
horario con la lectura del Evangelio y el himno “Noche de
Paz”).
Introducción a la lectura del Evangelio
Los nombres no sólo identifican a una persona de otras, sino
que pueden expresar aspectos de la personalidad, o de
episodios que rodearon la llegada al mundo del poseedor del
nombre. Recordemos (para mamás y papás) nuestros criterios
de elección de los nombres de los hijos (compartámoslo con
ellos). Encontraremos afectos y memoria tras ello.
El nombre del Mesías no es una casualidad, hay una
intencionalidad manifiesta. El texto que compartiremos a
continuación menciona dos nombres: “Emmanuel” (v.23) y
“Jesús” (v.25).
En el primer caso el mismo texto nos indica su significado.
En el segundo, encontramos que la palabra “Jesús” es la
versión griega de un nombre hebreo (Josué), que proviene del
nombre de Dios (Yavé) y la palabra “auxilio”. Entonces,
sería “Yavé es auxilio” o “Yavé es el que auxilia”.
Como vemos, el nombre de Jesús manifiesta lo que con su
vida, su muerte y su resurrección más tarde, nos brindará.
Lectura: San Mateo 1:18-25
Oración
(Se sugiere una oración espontánea por algún miembro de la
familia, o bien, un círculo de oración en el que todos
participen).
Himno: “Noche de Paz”
¡Noche de paz, noche de amor! Todo duerme en derredor;
Sólo velan María y José en el pobre mesón de Belén
Junto al niño Jesús (bis).
¡Noche de paz, noche de amor! Dulce son al pastor,
De los cielos le viene a anunciar, por un cántico angelical,
Que Jesús nació (bis).
¡Noche de paz, noche de amor! En la faz del Señor
Brilla un límpido rayo de luz, como brota después de su
cruz.
¡Nace el redentor! (bis).
¡Noche de paz, noche de amor! Que del astro el fulgor
Hoy la senda nos venga a alumbrar y podamos al niño adorar,
Como Cristo y Señor (bis).
Bendición Familiar
(Se sugiere que el siguiente texto sea leído por la madre y
el padre al unísono o alternadamente, o tal vez por los más
ancianos del grupo. La idea es, como en el estilo bíblico,
los mayores bendicen a la familia).
Que el Señor todopoderoso, que mostró su amor en la
debilidad y fragilidad de un niño, te cubra y te acaricie
con su bendición.
Que el Señor Altísimo, que dejó su trono de gloria para
vivir entre nosotros, te acompañe en todos tus caminos; de
día y de noche, en la llanura y en el pedregal; en los oasis
y en los desiertos de tus días.
Que el Señor cuyo rostro no podíamos ver, pero que en
Jesucristo se hizo uno como nosotros, te dé un corazón manso
y generoso para amarlo en los necesitados, para levantar al
caído, para ser paciente con el intolerable y amoroso con el
intratable.
A Dios nuestro Señor, sea la gloria y la honra, el poder y
la iniciativa. Para siempre. Amén.
la llegada de Jesús, ofrecemos esta guía para el culto
familiar, que podrá ser utilizada tal como se presenta, o
bien, ajustando las sugerencias a la realidad familiar.
Los relatos bíblicos sobre el nacimiento son una escena
familiar e íntima, por ello somos invitados a celebrar en el
mismo marco que los textos nos sugieren: sencillez, calidez,
intimidad y alegría. También nos invita a mirar a nuestro
alrededor: no podemos celebrar la Navidad sin tener en
cuenta a los que, como Jesús, no tiene hoy lugar, ni
condiciones deseables para vivir. Hagamos de nuestra
alegría, una alegría para otros.
Pastor Claudio Luis Pose
La Historia Arranca de Lejos...
El nacimiento de Jesús no es un hecho aislado, hay un larga
historia de amor, paciencia y fidelidad de Dios para con
nosotros. Más bien, podemos decir, que la llegada del Mesías
es el resultado del compromiso de Dios con la humanidad. El
apóstol Pablo nos resume ese historia.
Hechos 13:16-26
Compartamos algunas ideas sobre la lectura:
Como podemos observar, la historia viene de muy
atrás en el tiempo (ubicar históricamente, para ello podemos
utilizar la tabla cronológica al final de la Biblia).
Jesús viene a cumplir una promesa anunciada (v.23).
La salvación ofrecida es para todos (v.26)
Canto: “Huachitorito”
(es importante, antes de cantar, reparar en las figuras de
la letra: el árbol, la rama, la flor... como una continuidad
en la historia.)
Oración (Al unísono o por un miembro del grupo familiar)
Señor, estamos ahora reunidos en familia y hacemos memoria,
a partir de lo que nos sugieren las Escrituras. Nos damos
cuenta cuánto nos amas y ¡desde hace tanto tiempo! .
Queremos agradecerte por todos tus cuidados y la fidelidad
con que has estado cerca nuestro, protegiéndonos,
consolándonos y animándonos.
Como familia, queremos sumarnos a esta historia de vida y
salvación, te decimos que aceptamos tu invitación y por ello
hacemos en nuestros corazones y en nuestro hogar un lugar
para Jesús.
Ayúdanos, para que tu Hijo sea el Señor de nuestra familia,
que dirija nuestros pasos, nuestras relaciones y nuestras
intenciones.
Quédate, Señor, con nosotros y derrama tu bendición en esta
casa. Amén.
Himno: “Venid, Fieles Todos”
¡Un Motivo de Alegría!
No sólo nosotros nos admiramos al comprender cuánto amor
Dios nos muestra en Jesús. Zacarías (el padre de Juan el
Bautista) en el nacimiento de su hijo y entendiendo lo que
éste haría, pronunció estas palabras: (tener preparado el
texto para su lectura)
San Lucas 1:68-79
Ahora se puede tener un tiempo espontáneo de alabanza con
cantos, himnos, poesías, textos breves o cualquier otra
participación (no olvidemos que los niños de la casa también
pueden participar).
Nota: Es importante poder tener preparado de antemano
hojitas con canciones e himnos y que cada integrante de la
familia haya sabido con anticipación que podría traer algo
preparado (poemas, dibujos, etc.).
“Dios con Nosotros”
(A las familias que utilizan esta guía sobre la hora del
inicio del día 25, se les sugiere llegar a este momento unos
minutos antes de la hora 24, de tal manera que se culmine en
horario con la lectura del Evangelio y el himno “Noche de
Paz”).
Introducción a la lectura del Evangelio
Los nombres no sólo identifican a una persona de otras, sino
que pueden expresar aspectos de la personalidad, o de
episodios que rodearon la llegada al mundo del poseedor del
nombre. Recordemos (para mamás y papás) nuestros criterios
de elección de los nombres de los hijos (compartámoslo con
ellos). Encontraremos afectos y memoria tras ello.
El nombre del Mesías no es una casualidad, hay una
intencionalidad manifiesta. El texto que compartiremos a
continuación menciona dos nombres: “Emmanuel” (v.23) y
“Jesús” (v.25).
En el primer caso el mismo texto nos indica su significado.
En el segundo, encontramos que la palabra “Jesús” es la
versión griega de un nombre hebreo (Josué), que proviene del
nombre de Dios (Yavé) y la palabra “auxilio”. Entonces,
sería “Yavé es auxilio” o “Yavé es el que auxilia”.
Como vemos, el nombre de Jesús manifiesta lo que con su
vida, su muerte y su resurrección más tarde, nos brindará.
Lectura: San Mateo 1:18-25
Oración
(Se sugiere una oración espontánea por algún miembro de la
familia, o bien, un círculo de oración en el que todos
participen).
Himno: “Noche de Paz”
¡Noche de paz, noche de amor! Todo duerme en derredor;
Sólo velan María y José en el pobre mesón de Belén
Junto al niño Jesús (bis).
¡Noche de paz, noche de amor! Dulce son al pastor,
De los cielos le viene a anunciar, por un cántico angelical,
Que Jesús nació (bis).
¡Noche de paz, noche de amor! En la faz del Señor
Brilla un límpido rayo de luz, como brota después de su
cruz.
¡Nace el redentor! (bis).
¡Noche de paz, noche de amor! Que del astro el fulgor
Hoy la senda nos venga a alumbrar y podamos al niño adorar,
Como Cristo y Señor (bis).
Bendición Familiar
(Se sugiere que el siguiente texto sea leído por la madre y
el padre al unísono o alternadamente, o tal vez por los más
ancianos del grupo. La idea es, como en el estilo bíblico,
los mayores bendicen a la familia).
Que el Señor todopoderoso, que mostró su amor en la
debilidad y fragilidad de un niño, te cubra y te acaricie
con su bendición.
Que el Señor Altísimo, que dejó su trono de gloria para
vivir entre nosotros, te acompañe en todos tus caminos; de
día y de noche, en la llanura y en el pedregal; en los oasis
y en los desiertos de tus días.
Que el Señor cuyo rostro no podíamos ver, pero que en
Jesucristo se hizo uno como nosotros, te dé un corazón manso
y generoso para amarlo en los necesitados, para levantar al
caído, para ser paciente con el intolerable y amoroso con el
intratable.
A Dios nuestro Señor, sea la gloria y la honra, el poder y
la iniciativa. Para siempre. Amén.