Cantemos al Señor con alegría
0
0
CANTEMOS AL SEÑOR CON ALEGRÍA
OBRA NAVIDEÑA
Dr. René Krüger
PERSONAJES: Niños/niñas 1, 2, 3, 4, 5, 6; María, Juancito, Catequista 1, Catequista 2, Señor X. Todos los demás chicos forman parte del coro.
ESCENARIO Y OBJETOS: Aula de catequesis, con pizarrón, algunas láminas, un pesebre, una Biblia, cencerro, bolsa de caramelos.
CUADRO 1
(LOS CHICOS VAN ENTRANDO)
1: Yo no sé para qué tenemos que venir a ensayar todos los días, si ya sabemos todo.
2: Sería mucho más lindo ir a la plaza.
3: ¿Y si le preguntamos a las catequistas si no podemos ensayar afuera?
María: Hay mucho bochinche afuera, no vamos a poder hacer nada.
4: Vos siempre chupamedia de las catequistas.
Juancito: Ella tiene razón. En la plaza no se puede cantar.
5: ¿Desde cuándo vos también sos chupamedia?
Juancito: Pará un poquito. En la plaza no se puede cantar, porque la plaza es para jugar. Yo le voy a preguntar a la catequista si no nos deja ir a jugar en vez de perder tiempo ensayando mil veces las mismas canciones.
6: ¿Y si nos borramos? Todos los años tenemos que hacer lo mismo en Navidad. Yo ya estoy cansado de todo esto.
1: ¿Qué van a decir los grandes si no hacemos nada en Navidad?
Juancito: Qué me importan los grandes. ¿Por qué no hacen ellos una obra de Navidad?
2: ¡Ya me imagino al presidente haciendo de José!
4: ¡Y la tesorera de María!
2: Los pastores podrían hacer de reyes magos.
5: A los diáconos los disfrazamos de burro y buey; ¿qué les parece?
María: Ustedes no saben lo que dicen.
Juancito: Yo hago de ángel.
6: ¿Justamente vos? ¿Por qué no hacés de Judas?
Juancito: Más respeto, por favor. No sabés con quién estás hablando.
1: Cállense, que ahí vienen las catequistas.
(ENTRAN LAS CATEQUISTAS)
Catequista 1: Hola, chicos; ¿cómo están?
Todos: Bien, gracias.
Juancito: Yo ando mal.
Catequista 2: ¿Qué te anda pasando, Juancito?
Juancito: Me dejó mi novia.
(TODOS SE RÍEN)
Catequista 2: Vos siempre con tus chistes. Si no fuera porque siempre estudiás todo y sabés tanto de la Biblia, hace rato ya se me habría acabado la paciencia.
Juancito: Ningún problema, me dicen cuándo tengo que irme, y me voy.
Catequista 1: No, no es eso. Ahora vamos a ensayar. A ver, chicos, ubíquense, así empezamos.
(LOS CHICOS SE UBICAN)
Catequista 2: Vamos a empezar con "Venid, niños todos".
5: Ufa, si ya estamos aquí. ¿Por qué nos llaman otra vez?
Catequista 1: Vos no entendés la cosa. El canto es una invitación a todos los niños para que vengan al pesebre de Jesús.
6: ¿Para qué?
Catequista 2: ¿Cómo para qué? Porque es Navidad.
4: Pero entonces nos tienen que dar regalos.
2: Hay que cantar, claro. No nos hagamos los locos. No vamos a perdernos los regalos.
Catequista 1: Basta ya de una vez. Cállense y cantemos.
Juancito: ¿Ustedes creen que vamos a atraer a todos los niños con nuestro canto? En una de esa los espantamos...
Catequista 1: Basta, dije.
Todos: (CANTAN) Venid, niños todos, venid sin tardar.
Corred al pesebre en Belén, a admirar
del Padre en los cielos el don sin igual;
a Él sea la gloria, la paz al mortal. [CC 357,1]
Juancito: Yo debería irme. Tengo un compromiso al que no puedo faltar.
Catequista 2: ¿Qué te creés vos? ¿Un hombre de negocio? ¿Un ejecutivo? Ahora te quedás ahí quietito y listo.
Juancito: Está bien. Pero voy a hablar con mi asesor letrado.
Catequista 1: Segunda estrofa.
Todos: (CANTAN) Ved sobre el pesebre de un pobre portal
lindísimo niños con blanco pañal;
un rayo ilumina su rostro infantil;
en vez de la púrpura sirve heno vil. [CC 357,2]
Juancito: ¿Es necesario que todos los años cantemos lo mismo? ¿Por qué hay que cantar en Navidad?
Catequista 2: Porque... bueno, porque se canta. Siempre se cantó y se preparó un programa; y... bueno, es así.
Catequista 1: La congregación quiere que se haga un programa navideño.
Juancito: Pero yo quiero saber por qué es así. Si no, no participo más.
Catequista 1: Mirá, me estás poniendo los nervios de punta. Callate de una vez. Casi digo que no servís para nada.
Catequista 2: Tercera estrofa.
Todos: (CANTAN) Mirad en su cuna, niñitos, su paz;
José con María contempla su faz;
hay píos pastores orando en redor;
en lo alto mil ángeles cantan loor. [CC 357,3]
Catequista 1: Muy bien, por hoy basta. Aprendan sus papeles para la obra y los demás himnos. Mañana seguimos ensayando. Chau y hasta mañana.
(SALEN TODOS)
CUADRO 2
(ENTRA EL SEÑOR X)
Señor X: Buenas noches, muy buenas noches. ¿Me conocen? No importa si no se acuerdan de mí. Yo los conozco a todos ustedes. ¿Escucharon el canto de los gurises? ¿Qué les pareció? Lindo, ¿no es cierto?
Estoy recorriendo las iglesias, y veo que por todos lados están ensayando canciones, versos y obritas de Navidad.
¿Les gusta el canto a ustedes? Mientras la gente canta, se mantiene su fe, ¿no es así? También veo que el canto fomenta la unión. Eso es interesante.
¿Qué pasaría si la gente dejara de cantar en la iglesia? ¿Si no hubiera más cantos en Navidad, en Pascua, en los cultos? ¿Saben lo que creo yo? Si se le quitara el canto a los gurises y a todos ustedes, se dormiría su fe. Y algún día se terminaría la iglesia.
Además creo que los gurises ni saben lo que están cantando. Tampoco entienden por qué se canta en la iglesia.
¡Tengo una idea! Bárbaro, ¡genial! ¡Ya van a ver! Chau. (SALE)
CUADRO 3
(ENTRAN LOS CHICOS, SIN JUANCITO. 3 VIENE CON UN CENCERRO)
4: Otra vez hay que ensayar. Con el calor que hace... ¿y si compramos diez kilos de helado)
6: Silencio, vienen las señoritas.
(ENTRAN LAS CATEQUISTAS)
Catequista 1: Qué puntualidad; les felicito.
5: Falta Juancito.
Catequista 2: Como siempre. O llega tarde, o se quiere ir antes, o ni viene.
Catequista 1: Yo no sé cómo hace para aprenderse todos los textos que estudiamos en la catequesis.
María: Seguramente Dios le dio una capacidad especial para eso.
1: Ah sí, señora profesora, miren cómo sabe y cómo habla.
Catequista 2: No te burles de María. Y ahora vamos a empezar.
Catequista 1: Hoy seguimos con el canon "Ya suenan las campanas".
Todos: (CANTAN) Ya suenan las campanas con gran felicidad,
nació el niño Jesús, festejemos Navidad.
Ya suenan las campanas con gran felicidad,
nació el niño Jesús, festejemos Navidad.
Ya suenan las campanas con gran felicidad.
¡Din! ¡Don! ¡Dan! ¡Din! ¡Don! ¡Dan! [CA 77]
3: (HACE SONAR UN CENCERRO)
Catequista 2: ¿Qué fue eso?
3: ¡Sonó la campana! ¡Es lo que estamos cantando!
Catequista 1: "El chihuanco".
Todos: (CANTAN) Al trote por el cerro con mi chihuanco voy,
cantando tonaditas porque nació el Señor.
Chihuanco chihuanquito, no te quedés atrás,
Chihuanco chihuanquito, llegó la Navidad.
(ENTRA EL SEÑOR X CON UNA BOLSITA DE CARAMELOS)
Señor X: Muy buenas tardes, permiso; ¿puedo pasar?
Catequista 2: Buenas tardes.
Todos: Buenas tardes.
Catequista 1: ¿Desea algo, señor, o está buscando a alguien?
Señor X: No, no, nada en especial. Estaba pasando por aquí, escuché el canto y me pareció tan lindo que quise conocerlos y felicitarles.
Catequista 2: Gracias. Estamos ensayando para la fiesta de Navidad.
Señor X: Veo que se esfuerzan muchísimo. ¡Sigan así!
Catequista 1: Sí, ojalá que todo salga bien. Siempre es un gran alivio cuando pasa la Navidad.
Señor X: Ya lo creo. Tiene que ser más fácil cuidar una bolsa de pulgas que una gurisada así.
Catequista 1: Lo que pasa es que sin programa ni canto no hay Navidad. Y sin Navidad algún día se termina la iglesia.
Catequista 2: Por eso vale la pena hacer el esfuerzo.
Señor X: Ustedes se merecen un premio. No tengo gran cosa para darles, pero seguramente me aceptarán unos caramelos, ¿o no?
Todos los chicos: ¡Sí!
Catequista 2: Bueno, gracias; eso les anima a los chicos. Muy amable de su parte, señor.
Señor X: Lo hago con gusto. Tomen (LES ENTREGA LA BOLSITA DE CARAMELOS). Que disfruten los caramelos. Pero no tiren ningún papelito al piso. Para eso está el tacho de basura.
Todos: ¡Gracias!
Catequista 1: Un millón de gracias.
1: Venga todos los días, así los ensayos no son tan aburridos.
Catequista 2: ¿Cómo vas a decir esto?
Señor X: Hasta luego, y que sigan bien con su trabajo. Feliz Navidad. (SALE POR LA PUERTA PRINCIPAL DE LA IGLESIA) Estos ni se imaginan lo que se están tragando.
(LAS CATEQUISTAS Y LOS CHICOS COMIENZAN A COMER LOS CARAMELOS)
Catequista 2: Sigamos con nuestro ensayo. Ahora "Noche de paz".
1: Me empezó a doler la muela.
3: Permiso, tengo que salir. (SALE APURADO. AL RATO VUELVE)
6: Me duele la garganta.
4: (EMPIEZA A TOSER FUERTEMENTE)
Catequista 1: Vamos, chicos; "Noche de paz".
(LOS CHICOS Y LAS CATEQUISTAS HACEN EL INTENTO DE CANTAR, PERO NO LES SALE NADA. ALGUNOS DESENTONAN, OTROS SE QUEDAN MUDOS, OTROS TOSEN, UNA CRIATURA EMPIEZA A LLORAR)
Catequista 2: Me siento mal. Tengo un dolor de cabeza que me caigo.
Catequista 1: Vamos a suspender por hoy y seguir mañana. No sé lo que estará pasando, pero me parece que hoy nadie puede seguir.
María: ¿No será por los caramelos?
5: Pero, andá, ojalá que el señor viniera todos los días. Las catequistas nunca nos traen caramelos.
Catequista 2: Faltaría más.
Catequista 1: Vengan mañana a la misma hora.
6: Pero mañana no es día de ensayo.
Catequista 1: No importa. La Navidad se nos viene encima y nos falló el ensayo de hoy. Ahora tenemos que darle duro y parejo.
(SALEN LOS CHICOS)
Catequista 2: Me duelen los ojos y no sé por qué. (SE FRIEGA LOS OJOS)
Catequista 1: ¿Qué habrá pasado que todo el mundo se siente mal? ¿No tendrá razón María con lo de los caramelos? ¿Quién era ese tipo?
Catequista 2: ¿Por qué? Se portó como un caballero.
(SALEN LAS CATEQUISTAS)
(SE ESCUCHA UNA FUERTE CARCAJADA DEL SEÑOR X DETRÁS DEL ESCENARIO)
CUADRO 4
(ENTRAN LOS CHICOS, SIN JUANCITO)
1: Ya no me duele más la muela.
6: Y yo ya no tengo dolor de garganta.
4: Se me pasó la tos.
(ENTRAN LAS CATEQUISTAS)
Catequista 1: Hola, chicos. Gracias por venir. ¿Dónde está Juancito?
3: Seguramente no sabía nada del ensayo, porque no vino ayer.
5: Además hoy es su día de pesca.
Catequista 2: Día de pesca, día de fútbol, día libre, día franco, día con permiso especial, día de básquet, día de su abuela...
Catequista 1: Pero cuando viene sabe sus cosas y hace sus trabajos. No lo entiendo.
Catequista 2: Qué importa. Ahora vamos a ensayar. Espero que todos estén bien.
Todos: ¡Sí!
Catequista 2: Entonces empecemos. A ver, "Noche de paz".
1: Volvió mi dolor de muela.
4: (TOSE TERRIBLEMENTE)
3: (SALE URGENTE; AL RATO VUELVE)
6: (SE AGARRA LA GARGANTA) No puedo respirar, me duele la garganta, quiero ir a casa.
5: (SE TAPA LOS OJOS) No veo nada. (SE TAMBALEA)
Catequista 2: (SE AGARRA LA CABEZA) Me volvió el dolor de cabeza. Me siento remal.
Catequista 1: Vamos a probarlo una vez más.
(HACEN EL INTENTO, PERO NO SALE NADA: NADIE PUEDE CANTAR)
Catequista 2: Si seguimos así, no vamos a poder presentar nada en Navidad.
Catequista 1: Sería la primera vez que nos quedamos sin programa navideño.
Catequista 2: No tenemos la culpa. Qué sé yo lo que está pasando.
Catequista 1: Chicos, mañana es día normal de ensayo. No se olviden. Vengan a la misma hora de siempre.
4: ¿Y si otra vez no sale nada?
Catequista 1: No lo creo. Sería demasiada coincidencia.
(SE ESCUCHA UNA FUERTE CARCAJADA DEL SEÑOR X DETRÁS DEL ESCENARIO)
María: Pueden decir lo que quieran, pero para mí el tipo de los caramelos...
3: Dejá de hablar pavadas.
Catequista 1: Hasta mañana, chicos.
(SALEN TODOS)
CUADRO 5
(ENTRAN LAS CATEQUISTAS Y LOS CHICOS, SIN JUANCITO)
María: ¿Quieren saber lo que soñé?
6: No me interesa.
3: Yo sí quiero saberlo. A ver, contá. ¿Soñaste con los caramelos?
María: Soñé con el ensayo.
3: ¿No lo ven? Ella siempre con sus pavadas.
María: No son pavadas. Soñé que un ángel...
Catequista 1: María, podrás contarnos tu sueño después del ensayo. Primero vamos a probar cómo sale el canto. A ver, "Noche de paz".
1: Ese no, siempre nos sale mal.
Catequista 2: Está bien, entonces "La noche de los pobres".
1: Ay, mi muela ya otra vez...
6: Me volvió a doler la garganta.
4: (TOSE FUERTEMENTE)
Catequista 2: (SE SIENTA) No aguanto más ese dolor de cabeza.
Catequista 1: Probemos el "Huachi Torito".
(INTENTAN CANTAR, PERO NO LES SALE NADA)
María: ¿Por qué no me dejan contar lo que soñé?
6: Con todo este lío, ¿creés que a alguien le interesa tu sueño?
María: Ahora lo voy a contar, y no me interesa tu opinión.
5: ¡Qué carácter!
María: Escuchen: soñé que vino un ángel y me dijo que hay un versículo en la Biblia que dice cómo hay que hacer para poder cantar.
1: ¿Y vos creés en los ángeles?
María: Me dijo ese versículo y todo, pero me olvidé cómo era y dónde estaba. Si lo encontramos, creo que podemos volver a cantar bien.
2: ¿Qué tiene que ver ese versículo con el dolor de muela o de cabeza?
Catequista 1: María, no sé qué decirte; pero contame otra vez bien lo que soñaste.
María: El ángel me dijo que hay un versículo que dice cómo hay que hacer para cantar.
2: Muy fácil: abrir la boca y sacar la voz.
Catequista 2: Callate. María, ¿qué más soñaste?
María: Me recitó el versículo y me dijo dónde estaba, pero me olvidé de todo eso.
3: La próxima vez dormís con cuaderno y birome, así anotás lo que te dicen los ángeles. ¿De qué color era el ángel?
Catequista 1: Basta ya de burlas.
4: ¿Y si buscamos ese versículo?
3: ¿Querés tragarte toda la Biblia?
(LAS CATEQUISTAS TOMAN LA BIBLIA Y EMPIEZAN A HOJEARLA)
(ENTRA JUANCITO)
Juancito: Disculpen la demora, pero me llamaron por teléfono por un negocio importante y me atrasé un poco.
6: Agrandado, como siempre.
5: Fanfarrón de primera.
4: Ya que sabés tanto, ¿qué dice la Biblia sobre el canto?
Juancito: ¿Por qué me preguntás? ¿Querés cantar un solo?
4: No, eh, sí; bueno, dale; ¿qué dice sobre el canto?
(TODOS LOS CHICOS FORMAN UN SEMICÍRCULO ALREDEDOR DE JUANCITO)
Juancito: "Con profunda gratitud canten a Dios salmos, himnos y canciones espirituales". Colosenses 3,16.
María: No es ese.
Juancito: ¿Cómo que "no es ese"? Abrí tu Biblia y fijate.
María: No digo eso. Digo que ese no es el versículo que me dijo el ángel.
Juancito: No entiendo nada. ¿De qué ángel estás hablando?
María: Yo soñé que un ángel me dijo que había un versículo bíblico que decía cómo hay que hacer para cantar.
Catequista 1: Vos no estuviste en los últimos ensayos. Resulta que desde hace tres días queremos ensayar las canciones para Navidad, y siempre que empezamos, la cosa nos sale mal.
Juancito: ¿Qué?
Catequista 2: A uno le duele la muela, otro tiene que toser, a mí me duele la cabeza, a nadie le sale la voz...
Juancito: Vayan al médico.
Catequista 2: No es para que te burles. Pero algo raro está pasando y no sabemos qué. Se nos está arruinando la Navidad. Sin canto no habrá fiesta de Nochebuena.
María: ¿Conocés otro versículo sobre el canto? Tiene que ser uno que diga cómo cantar.
Juancito: Claro que conozco más versículos. ¿No se acuerdan de la lámina que hicimos para el encuentro de coros? Estaba llena de textos sobre el canto. Ustedes nunca se acuerdan de nada.
1: Bueno, a ver, largá el rollo.
Juancito: "Canten al Señor, porque ha hecho algo grandioso que debe conocerse en toda la tierra". Isaías 12,5.
María: Es parecido, pero un poco distinto.
3: Otro.
Juancito: Vengan, cantemos al Señor con alegría;
cantemos a nuestro protector y salvador. Salmo 95,1.
María: ¡Ese es! ¡Por fin! Gracias, Juancito.
Juancito: De nada. Gentileza de la casa.
2: ¿Qué tiene de especial ese versículo?
Catequista 1: Creo que estoy empezando a entender la cosa.
Juancito: Ya era tiempo.
Catequista 1: Me parece que siempre hemos hecho las cosas de la religión un poco por obligación.
Catequista 2: El pastor anuncia un canto, la congregación canta; después dice: "Oremos", y todos nos ponemos de pie y escuchamos. Casi diría que nos dejamos arrastrar.
Catequista 1: Cantamos, rezamos, hacemos nuestros programas por tradición, y porque siempre se hicieron así las cosas. Pero el Salmo nos dice otra cosa.
5: ¿Qué?
4: Lo único que dice es que hay que cantar.
6: Vos seguí tosiendo nomás hasta que los pulmones se te vuelen por la nariz.
Catequista 2: ¿No pueden dejar de decir macanas?
Juancito: Yo me porto bien.
Catequista 1: El Salmo dice que el verdadero canto tiene que salir del corazón.
3: ¿No de la boca?
Catequista 1: Estoy hablando en serio. Para cantar y orar, uno tiene que estar convencido de lo que dice. Tiene que hacerlo con alegría...
4: Saltando y aplaudiendo...
Catequista 1: Con alegría, dije. El Salmo dice que la alegría viene cuando reconocemos que Dios es nuestro protector y salvador.
Catequista 2: Para festejar la Navidad tenemos que aceptar y creer lo que Dios hizo por nosotros en esa fecha.
4: Un burro, un buey, una estrella, tres reyes magos, un ángel...
6: Payaso, callate de una vez. Escuchá.
Catequista 1: En Navidad Dios vino a nuestra tierra para mostrarnos que nos ama y que quiere estar con nosotros. Vino para salvarnos.
5: ¿Qué significa salvarse?
Catequista 2: Todos sabemos que hay muchas cosas que andan mal. Hacemos errores, decimos mentiras, hay gente que se odia, hay personas que sufren mucho porque nadie las quiere. Hay rencores, venganza, burlas, injusticias...
Catequista 1: Piensen en los chicos de la calle, los alcohólicos, los viejitos abandonados, los discapacitados, las casas donde todos se pelean.
Catequista 2: Dios no quiere eso. Por eso llegó a la tierra como niño. Jesucristo vivió nuestra vida, sufrió por todas las maldades que le hicieron y murió en la cruz. Se entregó por nuestras culpas. ¿No les parece que esto es importante?
5: ¿Y eso nos salva?
Catequista 1: Sí; si creemos que Jesucristo también murió por nosotros, por nuestras culpas, por las cosas equivocadas y malas que hacemos; y si le pedimos perdón, entonces él nos salva.
María: Nos perdona, ¿no es cierto?
Catequista 2: Sí, nos perdona; y él quiere que siempre vivamos como personas perdonadas que pueden amar al prójimo.
Catequista 1: ¿Se dan cuenta por qué podemos festejar Navidad y Pascua y todas esas cosas? No porque siempre se hizo así, sino porque Dios nos mostró que nos quiere, y que es nuestro protector y salvador.
4: ¿Eso vale para todos o solamente para los buenos?
Catequista 2: Claro que vale para todos.
2: ¿Y si uno es chico? ¿Si no lo entiende bien?
Catequista 2: Dios no nos toma examen; él mira nuestro corazón. Él quiere saber si le tenemos confianza y si lo amamos.
5: ¿Y entonces?
Catequista 2: Si realmente lo amamos, podemos darle gracias, orar y cantar con alegría.
Catequista 1: Entonces ya no será aburrido cantar "Venid, niños todos". ¿Qué les parece si lo probamos? Pero con alegría, como dice el Salmo, sabiendo que el Señor nos protege.
Todos: (CANTAN) Venid, niños todos, venid sin tardar.
Corred al pesebre en Belén, a admirar
del Padre en los cielos el don sin igual;
a Él sea la gloria, la paz al mortal. [CC 357,1]
(TODOS SE MIRAN CON GRAN SORPRESA)
Catequista 1: ¡Salió bien!
1: ¡Ya no me duele la muela!
4: ¡No tengo más tos!
Catequista 2: ¡Sigamos cantando!
3: ¿Puede ser: "La noche de los pobres"?
Catequista 2: Claro que sí.
Todos: (CANTAN) El niño ha nacido bajo la enramada,
tiene la mirada azul.
Los sauces le mecen canciones de cuna,
redonda la luna está.
Es la noche de los pobres, es la noche del amor.
Nace pobre y es el Rey, tiene hambre y es el pan,
tiene frío y es el Sol.
¡Duerme! Que velan tu sueño, Jesús,
las cuatro estrellas de la Cruz del Sur. [CA 34]
6: ¿Por qué no podíamos cantar antes?
Catequista 1: Ahora entiendo: seguramente no podíamos cantar porque nunca conversamos bien por qué cantábamos.
Catequista 2: Recuerden: si reconocemos que el Señor es nuestro protector y salvador, vamos a vivir y cantar con alegría.
5: ¿Y los caramelos?
Catequista 2: Vaya saber. Pero eso ya pasó. Creo que pasamos algo así como una tentación. Ahora sabemos que para cantar con alegría primero tenemos que sentir y creer lo que festejamos.
1: (A MARÍA) Disculpame si me reí de tu sueño.
María: No hay problema. Me siento muy contenta.
Juancito: A ver si leen un poquito más sus Biblias. (A LA GENTE) Lo mismo vale para ustedes. No le vendría mal a nadie leer la Biblia de vez en cuando...
Catequista 1: Juancito, pará, no ofendas. Estamos en Navidad.
Juancito: Pero si es cierto. ¿Sabrán todos qué se festeja realmente esta noche?
Catequista 2: Creo que sí lo sabemos. Y ahora vamos a cantar la segunda estrofa de "La noche de los pobres".
Todos: (CANTAN) El niño se duerme, la madre lo besa,
le da su tibieza un buey.
Traen los pastores su amor de colores
y en los corazones miel.
Es la noche de los pobres, es la noche del amor.
Nace pobre y es el Rey, tiene hambre y es el pan,
tiene frío y es el Sol.
¡Duerme! Que velan tu sueño, Jesús,
las cuatro estrellas de la Cruz del Sur. [CA 34]
3: ¿No podríamos cantar "Cielo de la noche de Navidad"?
Catequista 1: Por supuesto.
Todos: (CANTAN) Este es un cielo, cielito, cielito de Navidad,
para pensar, para cantar,
para esperar y esperar y esperar.
Hace como dos mil años hubo otro cielito igual;
lindo pensar, lindo cantar,
lindo esperar y esperar y esperar.
Estos cielos renegridos son los que anuncian la paz;
hay que pensar, hay que cantar
y hay que esperar y esperar y esperar.
Si te quitan este cielo míralo dentro de ti,
piénsalo allí, cántalo allí,
siéntalo allí y a esperar y a esperar. [CA 108]
6: ¿Y el de los pastorcillos?
Todos: (CANTAN) Vengan pastorcillos, vengan a Belén,
todos al pesebre al niño Dios a ver.
Al llegar se inclinan y el dolor se olvidan
ante el Rey, ante el Rey.
Vengan con regalos, vengan a alabar,
traigan las guitarras para acompañar,
canten de alegría hoy en este día
ante el Rey, ante el Rey. [CA 112]
Catequista 1: Ahora cantamos todos juntos "Noche de paz".
Todos: (CANTAN) ¡Noche de paz, noche de amor!
Todo duerme en derredor.
Entre los astros que esparcen su luz,
bella anunciando al niñito Jesús.
Brilla la estrella de paz,
brilla la estrella de paz. [CC 23,1]
OBRA NAVIDEÑA
Dr. René Krüger
PERSONAJES: Niños/niñas 1, 2, 3, 4, 5, 6; María, Juancito, Catequista 1, Catequista 2, Señor X. Todos los demás chicos forman parte del coro.
ESCENARIO Y OBJETOS: Aula de catequesis, con pizarrón, algunas láminas, un pesebre, una Biblia, cencerro, bolsa de caramelos.
CUADRO 1
(LOS CHICOS VAN ENTRANDO)
1: Yo no sé para qué tenemos que venir a ensayar todos los días, si ya sabemos todo.
2: Sería mucho más lindo ir a la plaza.
3: ¿Y si le preguntamos a las catequistas si no podemos ensayar afuera?
María: Hay mucho bochinche afuera, no vamos a poder hacer nada.
4: Vos siempre chupamedia de las catequistas.
Juancito: Ella tiene razón. En la plaza no se puede cantar.
5: ¿Desde cuándo vos también sos chupamedia?
Juancito: Pará un poquito. En la plaza no se puede cantar, porque la plaza es para jugar. Yo le voy a preguntar a la catequista si no nos deja ir a jugar en vez de perder tiempo ensayando mil veces las mismas canciones.
6: ¿Y si nos borramos? Todos los años tenemos que hacer lo mismo en Navidad. Yo ya estoy cansado de todo esto.
1: ¿Qué van a decir los grandes si no hacemos nada en Navidad?
Juancito: Qué me importan los grandes. ¿Por qué no hacen ellos una obra de Navidad?
2: ¡Ya me imagino al presidente haciendo de José!
4: ¡Y la tesorera de María!
2: Los pastores podrían hacer de reyes magos.
5: A los diáconos los disfrazamos de burro y buey; ¿qué les parece?
María: Ustedes no saben lo que dicen.
Juancito: Yo hago de ángel.
6: ¿Justamente vos? ¿Por qué no hacés de Judas?
Juancito: Más respeto, por favor. No sabés con quién estás hablando.
1: Cállense, que ahí vienen las catequistas.
(ENTRAN LAS CATEQUISTAS)
Catequista 1: Hola, chicos; ¿cómo están?
Todos: Bien, gracias.
Juancito: Yo ando mal.
Catequista 2: ¿Qué te anda pasando, Juancito?
Juancito: Me dejó mi novia.
(TODOS SE RÍEN)
Catequista 2: Vos siempre con tus chistes. Si no fuera porque siempre estudiás todo y sabés tanto de la Biblia, hace rato ya se me habría acabado la paciencia.
Juancito: Ningún problema, me dicen cuándo tengo que irme, y me voy.
Catequista 1: No, no es eso. Ahora vamos a ensayar. A ver, chicos, ubíquense, así empezamos.
(LOS CHICOS SE UBICAN)
Catequista 2: Vamos a empezar con "Venid, niños todos".
5: Ufa, si ya estamos aquí. ¿Por qué nos llaman otra vez?
Catequista 1: Vos no entendés la cosa. El canto es una invitación a todos los niños para que vengan al pesebre de Jesús.
6: ¿Para qué?
Catequista 2: ¿Cómo para qué? Porque es Navidad.
4: Pero entonces nos tienen que dar regalos.
2: Hay que cantar, claro. No nos hagamos los locos. No vamos a perdernos los regalos.
Catequista 1: Basta ya de una vez. Cállense y cantemos.
Juancito: ¿Ustedes creen que vamos a atraer a todos los niños con nuestro canto? En una de esa los espantamos...
Catequista 1: Basta, dije.
Todos: (CANTAN) Venid, niños todos, venid sin tardar.
Corred al pesebre en Belén, a admirar
del Padre en los cielos el don sin igual;
a Él sea la gloria, la paz al mortal. [CC 357,1]
Juancito: Yo debería irme. Tengo un compromiso al que no puedo faltar.
Catequista 2: ¿Qué te creés vos? ¿Un hombre de negocio? ¿Un ejecutivo? Ahora te quedás ahí quietito y listo.
Juancito: Está bien. Pero voy a hablar con mi asesor letrado.
Catequista 1: Segunda estrofa.
Todos: (CANTAN) Ved sobre el pesebre de un pobre portal
lindísimo niños con blanco pañal;
un rayo ilumina su rostro infantil;
en vez de la púrpura sirve heno vil. [CC 357,2]
Juancito: ¿Es necesario que todos los años cantemos lo mismo? ¿Por qué hay que cantar en Navidad?
Catequista 2: Porque... bueno, porque se canta. Siempre se cantó y se preparó un programa; y... bueno, es así.
Catequista 1: La congregación quiere que se haga un programa navideño.
Juancito: Pero yo quiero saber por qué es así. Si no, no participo más.
Catequista 1: Mirá, me estás poniendo los nervios de punta. Callate de una vez. Casi digo que no servís para nada.
Catequista 2: Tercera estrofa.
Todos: (CANTAN) Mirad en su cuna, niñitos, su paz;
José con María contempla su faz;
hay píos pastores orando en redor;
en lo alto mil ángeles cantan loor. [CC 357,3]
Catequista 1: Muy bien, por hoy basta. Aprendan sus papeles para la obra y los demás himnos. Mañana seguimos ensayando. Chau y hasta mañana.
(SALEN TODOS)
CUADRO 2
(ENTRA EL SEÑOR X)
Señor X: Buenas noches, muy buenas noches. ¿Me conocen? No importa si no se acuerdan de mí. Yo los conozco a todos ustedes. ¿Escucharon el canto de los gurises? ¿Qué les pareció? Lindo, ¿no es cierto?
Estoy recorriendo las iglesias, y veo que por todos lados están ensayando canciones, versos y obritas de Navidad.
¿Les gusta el canto a ustedes? Mientras la gente canta, se mantiene su fe, ¿no es así? También veo que el canto fomenta la unión. Eso es interesante.
¿Qué pasaría si la gente dejara de cantar en la iglesia? ¿Si no hubiera más cantos en Navidad, en Pascua, en los cultos? ¿Saben lo que creo yo? Si se le quitara el canto a los gurises y a todos ustedes, se dormiría su fe. Y algún día se terminaría la iglesia.
Además creo que los gurises ni saben lo que están cantando. Tampoco entienden por qué se canta en la iglesia.
¡Tengo una idea! Bárbaro, ¡genial! ¡Ya van a ver! Chau. (SALE)
CUADRO 3
(ENTRAN LOS CHICOS, SIN JUANCITO. 3 VIENE CON UN CENCERRO)
4: Otra vez hay que ensayar. Con el calor que hace... ¿y si compramos diez kilos de helado)
6: Silencio, vienen las señoritas.
(ENTRAN LAS CATEQUISTAS)
Catequista 1: Qué puntualidad; les felicito.
5: Falta Juancito.
Catequista 2: Como siempre. O llega tarde, o se quiere ir antes, o ni viene.
Catequista 1: Yo no sé cómo hace para aprenderse todos los textos que estudiamos en la catequesis.
María: Seguramente Dios le dio una capacidad especial para eso.
1: Ah sí, señora profesora, miren cómo sabe y cómo habla.
Catequista 2: No te burles de María. Y ahora vamos a empezar.
Catequista 1: Hoy seguimos con el canon "Ya suenan las campanas".
Todos: (CANTAN) Ya suenan las campanas con gran felicidad,
nació el niño Jesús, festejemos Navidad.
Ya suenan las campanas con gran felicidad,
nació el niño Jesús, festejemos Navidad.
Ya suenan las campanas con gran felicidad.
¡Din! ¡Don! ¡Dan! ¡Din! ¡Don! ¡Dan! [CA 77]
3: (HACE SONAR UN CENCERRO)
Catequista 2: ¿Qué fue eso?
3: ¡Sonó la campana! ¡Es lo que estamos cantando!
Catequista 1: "El chihuanco".
Todos: (CANTAN) Al trote por el cerro con mi chihuanco voy,
cantando tonaditas porque nació el Señor.
Chihuanco chihuanquito, no te quedés atrás,
Chihuanco chihuanquito, llegó la Navidad.
(ENTRA EL SEÑOR X CON UNA BOLSITA DE CARAMELOS)
Señor X: Muy buenas tardes, permiso; ¿puedo pasar?
Catequista 2: Buenas tardes.
Todos: Buenas tardes.
Catequista 1: ¿Desea algo, señor, o está buscando a alguien?
Señor X: No, no, nada en especial. Estaba pasando por aquí, escuché el canto y me pareció tan lindo que quise conocerlos y felicitarles.
Catequista 2: Gracias. Estamos ensayando para la fiesta de Navidad.
Señor X: Veo que se esfuerzan muchísimo. ¡Sigan así!
Catequista 1: Sí, ojalá que todo salga bien. Siempre es un gran alivio cuando pasa la Navidad.
Señor X: Ya lo creo. Tiene que ser más fácil cuidar una bolsa de pulgas que una gurisada así.
Catequista 1: Lo que pasa es que sin programa ni canto no hay Navidad. Y sin Navidad algún día se termina la iglesia.
Catequista 2: Por eso vale la pena hacer el esfuerzo.
Señor X: Ustedes se merecen un premio. No tengo gran cosa para darles, pero seguramente me aceptarán unos caramelos, ¿o no?
Todos los chicos: ¡Sí!
Catequista 2: Bueno, gracias; eso les anima a los chicos. Muy amable de su parte, señor.
Señor X: Lo hago con gusto. Tomen (LES ENTREGA LA BOLSITA DE CARAMELOS). Que disfruten los caramelos. Pero no tiren ningún papelito al piso. Para eso está el tacho de basura.
Todos: ¡Gracias!
Catequista 1: Un millón de gracias.
1: Venga todos los días, así los ensayos no son tan aburridos.
Catequista 2: ¿Cómo vas a decir esto?
Señor X: Hasta luego, y que sigan bien con su trabajo. Feliz Navidad. (SALE POR LA PUERTA PRINCIPAL DE LA IGLESIA) Estos ni se imaginan lo que se están tragando.
(LAS CATEQUISTAS Y LOS CHICOS COMIENZAN A COMER LOS CARAMELOS)
Catequista 2: Sigamos con nuestro ensayo. Ahora "Noche de paz".
1: Me empezó a doler la muela.
3: Permiso, tengo que salir. (SALE APURADO. AL RATO VUELVE)
6: Me duele la garganta.
4: (EMPIEZA A TOSER FUERTEMENTE)
Catequista 1: Vamos, chicos; "Noche de paz".
(LOS CHICOS Y LAS CATEQUISTAS HACEN EL INTENTO DE CANTAR, PERO NO LES SALE NADA. ALGUNOS DESENTONAN, OTROS SE QUEDAN MUDOS, OTROS TOSEN, UNA CRIATURA EMPIEZA A LLORAR)
Catequista 2: Me siento mal. Tengo un dolor de cabeza que me caigo.
Catequista 1: Vamos a suspender por hoy y seguir mañana. No sé lo que estará pasando, pero me parece que hoy nadie puede seguir.
María: ¿No será por los caramelos?
5: Pero, andá, ojalá que el señor viniera todos los días. Las catequistas nunca nos traen caramelos.
Catequista 2: Faltaría más.
Catequista 1: Vengan mañana a la misma hora.
6: Pero mañana no es día de ensayo.
Catequista 1: No importa. La Navidad se nos viene encima y nos falló el ensayo de hoy. Ahora tenemos que darle duro y parejo.
(SALEN LOS CHICOS)
Catequista 2: Me duelen los ojos y no sé por qué. (SE FRIEGA LOS OJOS)
Catequista 1: ¿Qué habrá pasado que todo el mundo se siente mal? ¿No tendrá razón María con lo de los caramelos? ¿Quién era ese tipo?
Catequista 2: ¿Por qué? Se portó como un caballero.
(SALEN LAS CATEQUISTAS)
(SE ESCUCHA UNA FUERTE CARCAJADA DEL SEÑOR X DETRÁS DEL ESCENARIO)
CUADRO 4
(ENTRAN LOS CHICOS, SIN JUANCITO)
1: Ya no me duele más la muela.
6: Y yo ya no tengo dolor de garganta.
4: Se me pasó la tos.
(ENTRAN LAS CATEQUISTAS)
Catequista 1: Hola, chicos. Gracias por venir. ¿Dónde está Juancito?
3: Seguramente no sabía nada del ensayo, porque no vino ayer.
5: Además hoy es su día de pesca.
Catequista 2: Día de pesca, día de fútbol, día libre, día franco, día con permiso especial, día de básquet, día de su abuela...
Catequista 1: Pero cuando viene sabe sus cosas y hace sus trabajos. No lo entiendo.
Catequista 2: Qué importa. Ahora vamos a ensayar. Espero que todos estén bien.
Todos: ¡Sí!
Catequista 2: Entonces empecemos. A ver, "Noche de paz".
1: Volvió mi dolor de muela.
4: (TOSE TERRIBLEMENTE)
3: (SALE URGENTE; AL RATO VUELVE)
6: (SE AGARRA LA GARGANTA) No puedo respirar, me duele la garganta, quiero ir a casa.
5: (SE TAPA LOS OJOS) No veo nada. (SE TAMBALEA)
Catequista 2: (SE AGARRA LA CABEZA) Me volvió el dolor de cabeza. Me siento remal.
Catequista 1: Vamos a probarlo una vez más.
(HACEN EL INTENTO, PERO NO SALE NADA: NADIE PUEDE CANTAR)
Catequista 2: Si seguimos así, no vamos a poder presentar nada en Navidad.
Catequista 1: Sería la primera vez que nos quedamos sin programa navideño.
Catequista 2: No tenemos la culpa. Qué sé yo lo que está pasando.
Catequista 1: Chicos, mañana es día normal de ensayo. No se olviden. Vengan a la misma hora de siempre.
4: ¿Y si otra vez no sale nada?
Catequista 1: No lo creo. Sería demasiada coincidencia.
(SE ESCUCHA UNA FUERTE CARCAJADA DEL SEÑOR X DETRÁS DEL ESCENARIO)
María: Pueden decir lo que quieran, pero para mí el tipo de los caramelos...
3: Dejá de hablar pavadas.
Catequista 1: Hasta mañana, chicos.
(SALEN TODOS)
CUADRO 5
(ENTRAN LAS CATEQUISTAS Y LOS CHICOS, SIN JUANCITO)
María: ¿Quieren saber lo que soñé?
6: No me interesa.
3: Yo sí quiero saberlo. A ver, contá. ¿Soñaste con los caramelos?
María: Soñé con el ensayo.
3: ¿No lo ven? Ella siempre con sus pavadas.
María: No son pavadas. Soñé que un ángel...
Catequista 1: María, podrás contarnos tu sueño después del ensayo. Primero vamos a probar cómo sale el canto. A ver, "Noche de paz".
1: Ese no, siempre nos sale mal.
Catequista 2: Está bien, entonces "La noche de los pobres".
1: Ay, mi muela ya otra vez...
6: Me volvió a doler la garganta.
4: (TOSE FUERTEMENTE)
Catequista 2: (SE SIENTA) No aguanto más ese dolor de cabeza.
Catequista 1: Probemos el "Huachi Torito".
(INTENTAN CANTAR, PERO NO LES SALE NADA)
María: ¿Por qué no me dejan contar lo que soñé?
6: Con todo este lío, ¿creés que a alguien le interesa tu sueño?
María: Ahora lo voy a contar, y no me interesa tu opinión.
5: ¡Qué carácter!
María: Escuchen: soñé que vino un ángel y me dijo que hay un versículo en la Biblia que dice cómo hay que hacer para poder cantar.
1: ¿Y vos creés en los ángeles?
María: Me dijo ese versículo y todo, pero me olvidé cómo era y dónde estaba. Si lo encontramos, creo que podemos volver a cantar bien.
2: ¿Qué tiene que ver ese versículo con el dolor de muela o de cabeza?
Catequista 1: María, no sé qué decirte; pero contame otra vez bien lo que soñaste.
María: El ángel me dijo que hay un versículo que dice cómo hay que hacer para cantar.
2: Muy fácil: abrir la boca y sacar la voz.
Catequista 2: Callate. María, ¿qué más soñaste?
María: Me recitó el versículo y me dijo dónde estaba, pero me olvidé de todo eso.
3: La próxima vez dormís con cuaderno y birome, así anotás lo que te dicen los ángeles. ¿De qué color era el ángel?
Catequista 1: Basta ya de burlas.
4: ¿Y si buscamos ese versículo?
3: ¿Querés tragarte toda la Biblia?
(LAS CATEQUISTAS TOMAN LA BIBLIA Y EMPIEZAN A HOJEARLA)
(ENTRA JUANCITO)
Juancito: Disculpen la demora, pero me llamaron por teléfono por un negocio importante y me atrasé un poco.
6: Agrandado, como siempre.
5: Fanfarrón de primera.
4: Ya que sabés tanto, ¿qué dice la Biblia sobre el canto?
Juancito: ¿Por qué me preguntás? ¿Querés cantar un solo?
4: No, eh, sí; bueno, dale; ¿qué dice sobre el canto?
(TODOS LOS CHICOS FORMAN UN SEMICÍRCULO ALREDEDOR DE JUANCITO)
Juancito: "Con profunda gratitud canten a Dios salmos, himnos y canciones espirituales". Colosenses 3,16.
María: No es ese.
Juancito: ¿Cómo que "no es ese"? Abrí tu Biblia y fijate.
María: No digo eso. Digo que ese no es el versículo que me dijo el ángel.
Juancito: No entiendo nada. ¿De qué ángel estás hablando?
María: Yo soñé que un ángel me dijo que había un versículo bíblico que decía cómo hay que hacer para cantar.
Catequista 1: Vos no estuviste en los últimos ensayos. Resulta que desde hace tres días queremos ensayar las canciones para Navidad, y siempre que empezamos, la cosa nos sale mal.
Juancito: ¿Qué?
Catequista 2: A uno le duele la muela, otro tiene que toser, a mí me duele la cabeza, a nadie le sale la voz...
Juancito: Vayan al médico.
Catequista 2: No es para que te burles. Pero algo raro está pasando y no sabemos qué. Se nos está arruinando la Navidad. Sin canto no habrá fiesta de Nochebuena.
María: ¿Conocés otro versículo sobre el canto? Tiene que ser uno que diga cómo cantar.
Juancito: Claro que conozco más versículos. ¿No se acuerdan de la lámina que hicimos para el encuentro de coros? Estaba llena de textos sobre el canto. Ustedes nunca se acuerdan de nada.
1: Bueno, a ver, largá el rollo.
Juancito: "Canten al Señor, porque ha hecho algo grandioso que debe conocerse en toda la tierra". Isaías 12,5.
María: Es parecido, pero un poco distinto.
3: Otro.
Juancito: Vengan, cantemos al Señor con alegría;
cantemos a nuestro protector y salvador. Salmo 95,1.
María: ¡Ese es! ¡Por fin! Gracias, Juancito.
Juancito: De nada. Gentileza de la casa.
2: ¿Qué tiene de especial ese versículo?
Catequista 1: Creo que estoy empezando a entender la cosa.
Juancito: Ya era tiempo.
Catequista 1: Me parece que siempre hemos hecho las cosas de la religión un poco por obligación.
Catequista 2: El pastor anuncia un canto, la congregación canta; después dice: "Oremos", y todos nos ponemos de pie y escuchamos. Casi diría que nos dejamos arrastrar.
Catequista 1: Cantamos, rezamos, hacemos nuestros programas por tradición, y porque siempre se hicieron así las cosas. Pero el Salmo nos dice otra cosa.
5: ¿Qué?
4: Lo único que dice es que hay que cantar.
6: Vos seguí tosiendo nomás hasta que los pulmones se te vuelen por la nariz.
Catequista 2: ¿No pueden dejar de decir macanas?
Juancito: Yo me porto bien.
Catequista 1: El Salmo dice que el verdadero canto tiene que salir del corazón.
3: ¿No de la boca?
Catequista 1: Estoy hablando en serio. Para cantar y orar, uno tiene que estar convencido de lo que dice. Tiene que hacerlo con alegría...
4: Saltando y aplaudiendo...
Catequista 1: Con alegría, dije. El Salmo dice que la alegría viene cuando reconocemos que Dios es nuestro protector y salvador.
Catequista 2: Para festejar la Navidad tenemos que aceptar y creer lo que Dios hizo por nosotros en esa fecha.
4: Un burro, un buey, una estrella, tres reyes magos, un ángel...
6: Payaso, callate de una vez. Escuchá.
Catequista 1: En Navidad Dios vino a nuestra tierra para mostrarnos que nos ama y que quiere estar con nosotros. Vino para salvarnos.
5: ¿Qué significa salvarse?
Catequista 2: Todos sabemos que hay muchas cosas que andan mal. Hacemos errores, decimos mentiras, hay gente que se odia, hay personas que sufren mucho porque nadie las quiere. Hay rencores, venganza, burlas, injusticias...
Catequista 1: Piensen en los chicos de la calle, los alcohólicos, los viejitos abandonados, los discapacitados, las casas donde todos se pelean.
Catequista 2: Dios no quiere eso. Por eso llegó a la tierra como niño. Jesucristo vivió nuestra vida, sufrió por todas las maldades que le hicieron y murió en la cruz. Se entregó por nuestras culpas. ¿No les parece que esto es importante?
5: ¿Y eso nos salva?
Catequista 1: Sí; si creemos que Jesucristo también murió por nosotros, por nuestras culpas, por las cosas equivocadas y malas que hacemos; y si le pedimos perdón, entonces él nos salva.
María: Nos perdona, ¿no es cierto?
Catequista 2: Sí, nos perdona; y él quiere que siempre vivamos como personas perdonadas que pueden amar al prójimo.
Catequista 1: ¿Se dan cuenta por qué podemos festejar Navidad y Pascua y todas esas cosas? No porque siempre se hizo así, sino porque Dios nos mostró que nos quiere, y que es nuestro protector y salvador.
4: ¿Eso vale para todos o solamente para los buenos?
Catequista 2: Claro que vale para todos.
2: ¿Y si uno es chico? ¿Si no lo entiende bien?
Catequista 2: Dios no nos toma examen; él mira nuestro corazón. Él quiere saber si le tenemos confianza y si lo amamos.
5: ¿Y entonces?
Catequista 2: Si realmente lo amamos, podemos darle gracias, orar y cantar con alegría.
Catequista 1: Entonces ya no será aburrido cantar "Venid, niños todos". ¿Qué les parece si lo probamos? Pero con alegría, como dice el Salmo, sabiendo que el Señor nos protege.
Todos: (CANTAN) Venid, niños todos, venid sin tardar.
Corred al pesebre en Belén, a admirar
del Padre en los cielos el don sin igual;
a Él sea la gloria, la paz al mortal. [CC 357,1]
(TODOS SE MIRAN CON GRAN SORPRESA)
Catequista 1: ¡Salió bien!
1: ¡Ya no me duele la muela!
4: ¡No tengo más tos!
Catequista 2: ¡Sigamos cantando!
3: ¿Puede ser: "La noche de los pobres"?
Catequista 2: Claro que sí.
Todos: (CANTAN) El niño ha nacido bajo la enramada,
tiene la mirada azul.
Los sauces le mecen canciones de cuna,
redonda la luna está.
Es la noche de los pobres, es la noche del amor.
Nace pobre y es el Rey, tiene hambre y es el pan,
tiene frío y es el Sol.
¡Duerme! Que velan tu sueño, Jesús,
las cuatro estrellas de la Cruz del Sur. [CA 34]
6: ¿Por qué no podíamos cantar antes?
Catequista 1: Ahora entiendo: seguramente no podíamos cantar porque nunca conversamos bien por qué cantábamos.
Catequista 2: Recuerden: si reconocemos que el Señor es nuestro protector y salvador, vamos a vivir y cantar con alegría.
5: ¿Y los caramelos?
Catequista 2: Vaya saber. Pero eso ya pasó. Creo que pasamos algo así como una tentación. Ahora sabemos que para cantar con alegría primero tenemos que sentir y creer lo que festejamos.
1: (A MARÍA) Disculpame si me reí de tu sueño.
María: No hay problema. Me siento muy contenta.
Juancito: A ver si leen un poquito más sus Biblias. (A LA GENTE) Lo mismo vale para ustedes. No le vendría mal a nadie leer la Biblia de vez en cuando...
Catequista 1: Juancito, pará, no ofendas. Estamos en Navidad.
Juancito: Pero si es cierto. ¿Sabrán todos qué se festeja realmente esta noche?
Catequista 2: Creo que sí lo sabemos. Y ahora vamos a cantar la segunda estrofa de "La noche de los pobres".
Todos: (CANTAN) El niño se duerme, la madre lo besa,
le da su tibieza un buey.
Traen los pastores su amor de colores
y en los corazones miel.
Es la noche de los pobres, es la noche del amor.
Nace pobre y es el Rey, tiene hambre y es el pan,
tiene frío y es el Sol.
¡Duerme! Que velan tu sueño, Jesús,
las cuatro estrellas de la Cruz del Sur. [CA 34]
3: ¿No podríamos cantar "Cielo de la noche de Navidad"?
Catequista 1: Por supuesto.
Todos: (CANTAN) Este es un cielo, cielito, cielito de Navidad,
para pensar, para cantar,
para esperar y esperar y esperar.
Hace como dos mil años hubo otro cielito igual;
lindo pensar, lindo cantar,
lindo esperar y esperar y esperar.
Estos cielos renegridos son los que anuncian la paz;
hay que pensar, hay que cantar
y hay que esperar y esperar y esperar.
Si te quitan este cielo míralo dentro de ti,
piénsalo allí, cántalo allí,
siéntalo allí y a esperar y a esperar. [CA 108]
6: ¿Y el de los pastorcillos?
Todos: (CANTAN) Vengan pastorcillos, vengan a Belén,
todos al pesebre al niño Dios a ver.
Al llegar se inclinan y el dolor se olvidan
ante el Rey, ante el Rey.
Vengan con regalos, vengan a alabar,
traigan las guitarras para acompañar,
canten de alegría hoy en este día
ante el Rey, ante el Rey. [CA 112]
Catequista 1: Ahora cantamos todos juntos "Noche de paz".
Todos: (CANTAN) ¡Noche de paz, noche de amor!
Todo duerme en derredor.
Entre los astros que esparcen su luz,
bella anunciando al niñito Jesús.
Brilla la estrella de paz,
brilla la estrella de paz. [CC 23,1]