Ayer te vi crucificado

0
Aún no puedo olvidar cuando te vi,
porque yacías en el tren de la vida,
de camino según tú, a la esperanza.
Y te encontraste con la injusticia,
el atropello y la arrogancia.
Nadie estuvo contigo, todos te dimos la espalda.

Ayer te vi crucificado,
mas no eras el Cristo al cual yo estaba acostumbrado.
Eras diferente, eras un cristo latinoamericano
Eras de mi presente
¡Oh Dios!
Eras un emigrante indocumentado.

Por eso, alcé mis ojos al cielo y pedí perdón a Dios, por haberte abandonado,
y prometí que hoy encarnaría tu dolor, tu necesidad, tu hambre,
y desenmascararía la injusticia de los que te obligaron a sufrir,
como un emigrante.

Cuando te vi, me vi a mi mismo y a todos mis hermanos,
y lloré amargamente por todos los que murieron en ese camino,
porque pude haber hecho algo por ellos y no lo hice.
Pude haberles cambiado sus destinos.

Ayer te vi crucificado,
y cambiaste mi vida para siempre,
en favor de mis hermanos,
los emigrantes indocumentados.



Compartir

Más recursos

Sponsor


Suscripción gratuita

Te avisaremos cuando agreguemos nuevos recursos. No te enviaremos más de uno o dos mensajes semanales.