Apuntes de Navidad
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1.
Un titánico esfuerzo de ingeniería inversa.
En un esfuerzo de ese tipo se plasmó quizás el núcleo duro de las tradiciones vinculadas a la navidad. (las sagradas y las profanas,
las oficiales y las extra)
La ingeniería inversa trabaja así: dado un objeto, máquina, dispositivo, se lo des-construye, para ver cómo fue construido.
Ingenio de adelante para atrás. Un desandar para ver cómo es que se llegó (Kierkegaard ya lo decía de la vida: que el problema era
que se vive sólo hacia delante y se comprende sólo hacia atrás)
De manera que, habiendo experimentado un terremoto, una experiencia de las que mueve el piso, los cristianos de las primeras
generaciones, y de los primeros siglos, habrán intentado, festiva o desesperadamente (no es excluyente), minuciosamente, construir en perspectiva los orígenes, el desarrollo, los caminos de los cuales partió aquella experiencia. En los relatos de Mateo y Lucas, quedó plasmada una versión.
Por eso, en las lecturas de los relatos de la navidad, más que los hechos, vale leer el esfuerzo y la creación, de hombres y mujeres
por darle historia y carne, sentido - como significado y dirección - a una experiencia de libertad.
(Digresión. Hace un tiempo, leído un libro: sencillamente, se afirmaba que la principal frase de Jesús en los evangelios era:
"vete en paz, yo tampoco te condeno". Reconocer en esa frase el mensaje de
liberación, y no sólo en los más aguerridos de los pasajes más "políticos": puede ser un buen ejercicio, quizás, para comprender
los caminos de esa liberación hoy, sin caer en intimismos edulcorados ni en psicologismos de la fe. )
En todo caso, en darle palabra y carne, en narrar esa historia ,o en darle historia y memoria a una experiencia de encuentro: allí
puede estar, muy probablemente, el movimiento fundamental de los relatos navideños.
2.
Que sea de noche y que se plasme en una dinámica de "salir al encuentro", de entre otras posibles, pueden ser dos claves de
acercamiento, de salirle al encuentro también , las historias de navidad.
"De noche iremos, de noche
que para encontrar la fuente
solo la sed nos alumbra".
"Bendita la noche que nos trajo el día", dice la liturgia. Faltando casi toda evidencia de la revelación y de la escritura, los pueblos han puesto desde el principio la historia de la navidad en la noche.
Si no fuera por el exceso de uso, por la trivialidad de dos mil almanaques, sentiríamos, percibiríamos quizás la profunda
poesía, la densidad conceptual, la experiencia vital y la intensidad que se
sintetiza en una expresión de dos palabras que en castellano además tienen una eufonía mágica: la noche buena.
Nótese que ambas palabras son de una oscuridad y mansedumbre, en su sonido, quizás sólo equiparable, en nuestro idioma, en términos correspondencia entre significado y sonido del significante, con
algunas pocas expresiones: la palabra "lluvia", que moja y musiquea.
O "amparo", que abriga de solo pronunciarla...)
La oscuridad y lo que nace, asociados por simbolismos y biologías (lógicas de la vida).
La noche: zona fuera de control - cuando todavía no la habían colonizado la electricidad y la policía - zona de nupcialidades y encuentros furtivos. Inesperados ( o esperados).
"Y esta oscura noche, dice Juan de la Cruz, que oscurece el espíritu (...) no lo hace sino para que podamos gozar de los placeres de arriba y de abajo".
De conspiraciones también. Y huidas. Zona de fuga.
Zona también del miedo y de lo que no puede ser definido.
Al menos no del todo.
Un mapa de la noche es siempre provisorio, constitutivamente incorrecto y en esa incorrección está su utilidad.
Un mapa nocturno:
nunca como en la noche, se hace camino al andar.
(porque, de noche, ni siquiera se puede ver la estela: todo el camino está puesto en el acto de dar el paso, necesariamente)
Un mapa de la noche es, necesariamente, un mapa al tanteo:
obliga a andar y tocar.
Y sólo después de dar el paso se puede probar que valió, o que no.
En la noche, si es total, no hay pasos en falso:
todos
los pasos son en falso.
Tropezar y andar son sinónimos. Se puede tropezar
("yo tampoco te condeno": tropieza en paz).
La noche: lugar donde la equivocación no sólo es necesaria.
Es constitutiva.
(Allí, acertar es equivocarse soberanamente)
Como lo han hecho, para expresarlas, con muchas otras experiencias de liberación, los pueblos encontraron en la noche el tiempo apropiado para el lugar del nacimiento.
Negra noche. La noche, zona peligrosa.
"Donde abunda el peligro, crece lo que salva" (un poeta alemán).
3.
"A la huella la huella... que ya viene mi niño, háganle sitio"
A la intemperie y en camino. La canción de Luna y Ramírez, una joya de nuestra cultura culta-popular que remite a algo parecido :
el lugar del nacimiento y de la venida es el camino, la huella.
Los que hacen nacer cosas, son peregrinos.
Y es en peregrinaciones que se dan los tiempos inaugurales (no en fundaciones, sino en andares)
Por eso quizás es tan fácil leer los llamados relatos de la infancia
como una dinámica de "salir al camino", de
"salir al encuentro".
Dinamismo del disloque: salirse de lugar como estrategia.
(dinámica también de locura, "loco", lugar)
Enhebrada en el relato, y enhebrando los relatos, una dinámica de salidas al encuentro:
el ángel le sale al encuentro a Maria.
José a Maria.
Maria a Isabel.
ir de Nazaret a Belen.
la estrella a los magos "vimos su estrella en oriente, y la seguimos"
los magos al niño (y a herodes también)
y herodes a los inocentes
los ángeles a los pastores
y los pastores al pesebre
luego huir a Egipto
Y, si seguimos, todos los evangelios, y toda las escrituras, son la historia de un gran traslado. Un "sal de tu tierra" las
inicia como historia de un pueblo. Sal de la tierra, no para llegar sino para ser "sal de la (tu) tierra".
La oportunidad del tiempo, su plenitud, o los terremotos históricos, los tiempos en que se "mueve el piso", son frutos de
tiempos en que, quieto quizás el terreno, otros se animan de verdad moverse sobre él, como si - o porque- no hubiera "piso" fijo.
Dislocaciones, dis-locuras, andares excéntricos.
Anuncios, como salidas de sí y partidas.
Puntos de partida,
y partidas de nacimiento.
(hay que saber partir: ya lo dice el tango, y tan bien)
En la andadura la hondura. En el andar el ahondar,
lo hondo y el fontanar
la fuente de lo que surge. Y el mismo surgir.
Lo que surge, nace, lo hace entre los estados de sitio y los sitios de nacimiento. (Belén censada por el emperador, numerada su
población, pero también un Belén es un pesebre: es el mismo movimiento)
Para Alain Badiou, el "estado de situación" es lo contrario al "acontecimiento", y a la vez su punto de partida - sólo que parte como ruptura, no como consecuencia.
Suplementario, imposible, innumerable incontable: no contado por el estado de la situación: excéntrico, el acontecimiento inaugura.
(el que nace, no fue contado por el emperador:
quizás por eso se puede decir propiamente que "nace")
Más adelante, en la parábola del hijo pródigo, el padre "le salió al encuentro",
lo recibió saliéndole al paso en el camino, con los brazos abiertos.
(porque lo mismo que se puso en los relatos de la historia, estaba en el mensaje que se había oído)
Y, en otra parte, más adelante,
pero en otro punto también de "inicios"
- bautismal, propiamente- el relato dice:
"un día, con el pueblo que iba a bautizarse, Jesús fue y se bautizó también".
El pueblo que iba al desierto, en búsqueda: saliendo al encuentro
(porque parece que en estos relatos, "salir", si es salir de verdad, es salir al desierto. Dónde mas).
También Jesús sale al encuentro, y saliendo al encuentro y, sumándose a esas búsquedas, se reconoce y empieza el camino.
Dice ese relato también,
Dicen saber los que lo escribieron,
que en ese salir al encuentro
Dios mismo, que de desiertos y salidas sabía,
expresó que ése era el enviado
que amaba,
y que se complacía.
Nos confirmaba lo feliz de la Navidad.
Un titánico esfuerzo de ingeniería inversa.
En un esfuerzo de ese tipo se plasmó quizás el núcleo duro de las tradiciones vinculadas a la navidad. (las sagradas y las profanas,
las oficiales y las extra)
La ingeniería inversa trabaja así: dado un objeto, máquina, dispositivo, se lo des-construye, para ver cómo fue construido.
Ingenio de adelante para atrás. Un desandar para ver cómo es que se llegó (Kierkegaard ya lo decía de la vida: que el problema era
que se vive sólo hacia delante y se comprende sólo hacia atrás)
De manera que, habiendo experimentado un terremoto, una experiencia de las que mueve el piso, los cristianos de las primeras
generaciones, y de los primeros siglos, habrán intentado, festiva o desesperadamente (no es excluyente), minuciosamente, construir en perspectiva los orígenes, el desarrollo, los caminos de los cuales partió aquella experiencia. En los relatos de Mateo y Lucas, quedó plasmada una versión.
Por eso, en las lecturas de los relatos de la navidad, más que los hechos, vale leer el esfuerzo y la creación, de hombres y mujeres
por darle historia y carne, sentido - como significado y dirección - a una experiencia de libertad.
(Digresión. Hace un tiempo, leído un libro: sencillamente, se afirmaba que la principal frase de Jesús en los evangelios era:
"vete en paz, yo tampoco te condeno". Reconocer en esa frase el mensaje de
liberación, y no sólo en los más aguerridos de los pasajes más "políticos": puede ser un buen ejercicio, quizás, para comprender
los caminos de esa liberación hoy, sin caer en intimismos edulcorados ni en psicologismos de la fe. )
En todo caso, en darle palabra y carne, en narrar esa historia ,o en darle historia y memoria a una experiencia de encuentro: allí
puede estar, muy probablemente, el movimiento fundamental de los relatos navideños.
2.
Que sea de noche y que se plasme en una dinámica de "salir al encuentro", de entre otras posibles, pueden ser dos claves de
acercamiento, de salirle al encuentro también , las historias de navidad.
"De noche iremos, de noche
que para encontrar la fuente
solo la sed nos alumbra".
"Bendita la noche que nos trajo el día", dice la liturgia. Faltando casi toda evidencia de la revelación y de la escritura, los pueblos han puesto desde el principio la historia de la navidad en la noche.
Si no fuera por el exceso de uso, por la trivialidad de dos mil almanaques, sentiríamos, percibiríamos quizás la profunda
poesía, la densidad conceptual, la experiencia vital y la intensidad que se
sintetiza en una expresión de dos palabras que en castellano además tienen una eufonía mágica: la noche buena.
Nótese que ambas palabras son de una oscuridad y mansedumbre, en su sonido, quizás sólo equiparable, en nuestro idioma, en términos correspondencia entre significado y sonido del significante, con
algunas pocas expresiones: la palabra "lluvia", que moja y musiquea.
O "amparo", que abriga de solo pronunciarla...)
La oscuridad y lo que nace, asociados por simbolismos y biologías (lógicas de la vida).
La noche: zona fuera de control - cuando todavía no la habían colonizado la electricidad y la policía - zona de nupcialidades y encuentros furtivos. Inesperados ( o esperados).
"Y esta oscura noche, dice Juan de la Cruz, que oscurece el espíritu (...) no lo hace sino para que podamos gozar de los placeres de arriba y de abajo".
De conspiraciones también. Y huidas. Zona de fuga.
Zona también del miedo y de lo que no puede ser definido.
Al menos no del todo.
Un mapa de la noche es siempre provisorio, constitutivamente incorrecto y en esa incorrección está su utilidad.
Un mapa nocturno:
nunca como en la noche, se hace camino al andar.
(porque, de noche, ni siquiera se puede ver la estela: todo el camino está puesto en el acto de dar el paso, necesariamente)
Un mapa de la noche es, necesariamente, un mapa al tanteo:
obliga a andar y tocar.
Y sólo después de dar el paso se puede probar que valió, o que no.
En la noche, si es total, no hay pasos en falso:
todos
los pasos son en falso.
Tropezar y andar son sinónimos. Se puede tropezar
("yo tampoco te condeno": tropieza en paz).
La noche: lugar donde la equivocación no sólo es necesaria.
Es constitutiva.
(Allí, acertar es equivocarse soberanamente)
Como lo han hecho, para expresarlas, con muchas otras experiencias de liberación, los pueblos encontraron en la noche el tiempo apropiado para el lugar del nacimiento.
Negra noche. La noche, zona peligrosa.
"Donde abunda el peligro, crece lo que salva" (un poeta alemán).
3.
"A la huella la huella... que ya viene mi niño, háganle sitio"
A la intemperie y en camino. La canción de Luna y Ramírez, una joya de nuestra cultura culta-popular que remite a algo parecido :
el lugar del nacimiento y de la venida es el camino, la huella.
Los que hacen nacer cosas, son peregrinos.
Y es en peregrinaciones que se dan los tiempos inaugurales (no en fundaciones, sino en andares)
Por eso quizás es tan fácil leer los llamados relatos de la infancia
como una dinámica de "salir al camino", de
"salir al encuentro".
Dinamismo del disloque: salirse de lugar como estrategia.
(dinámica también de locura, "loco", lugar)
Enhebrada en el relato, y enhebrando los relatos, una dinámica de salidas al encuentro:
el ángel le sale al encuentro a Maria.
José a Maria.
Maria a Isabel.
ir de Nazaret a Belen.
la estrella a los magos "vimos su estrella en oriente, y la seguimos"
los magos al niño (y a herodes también)
y herodes a los inocentes
los ángeles a los pastores
y los pastores al pesebre
luego huir a Egipto
Y, si seguimos, todos los evangelios, y toda las escrituras, son la historia de un gran traslado. Un "sal de tu tierra" las
inicia como historia de un pueblo. Sal de la tierra, no para llegar sino para ser "sal de la (tu) tierra".
La oportunidad del tiempo, su plenitud, o los terremotos históricos, los tiempos en que se "mueve el piso", son frutos de
tiempos en que, quieto quizás el terreno, otros se animan de verdad moverse sobre él, como si - o porque- no hubiera "piso" fijo.
Dislocaciones, dis-locuras, andares excéntricos.
Anuncios, como salidas de sí y partidas.
Puntos de partida,
y partidas de nacimiento.
(hay que saber partir: ya lo dice el tango, y tan bien)
En la andadura la hondura. En el andar el ahondar,
lo hondo y el fontanar
la fuente de lo que surge. Y el mismo surgir.
Lo que surge, nace, lo hace entre los estados de sitio y los sitios de nacimiento. (Belén censada por el emperador, numerada su
población, pero también un Belén es un pesebre: es el mismo movimiento)
Para Alain Badiou, el "estado de situación" es lo contrario al "acontecimiento", y a la vez su punto de partida - sólo que parte como ruptura, no como consecuencia.
Suplementario, imposible, innumerable incontable: no contado por el estado de la situación: excéntrico, el acontecimiento inaugura.
(el que nace, no fue contado por el emperador:
quizás por eso se puede decir propiamente que "nace")
Más adelante, en la parábola del hijo pródigo, el padre "le salió al encuentro",
lo recibió saliéndole al paso en el camino, con los brazos abiertos.
(porque lo mismo que se puso en los relatos de la historia, estaba en el mensaje que se había oído)
Y, en otra parte, más adelante,
pero en otro punto también de "inicios"
- bautismal, propiamente- el relato dice:
"un día, con el pueblo que iba a bautizarse, Jesús fue y se bautizó también".
El pueblo que iba al desierto, en búsqueda: saliendo al encuentro
(porque parece que en estos relatos, "salir", si es salir de verdad, es salir al desierto. Dónde mas).
También Jesús sale al encuentro, y saliendo al encuentro y, sumándose a esas búsquedas, se reconoce y empieza el camino.
Dice ese relato también,
Dicen saber los que lo escribieron,
que en ese salir al encuentro
Dios mismo, que de desiertos y salidas sabía,
expresó que ése era el enviado
que amaba,
y que se complacía.
Nos confirmaba lo feliz de la Navidad.