ALGUIEN QUE CONOCE LO QUE HAY EN TI
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ALGUIEN QUE CONOCE LO QUE HAY EN TI
Juan 2:23-25
Las personas lo seguían a Jesús por las señales que había hecho. Iban tras él maravillados por sus milagros. Pero Jesús sabia que en ellos no había sinceridad en la decisión de seguirle. El conocía lo que ellos pensaban, como sabe lo que tu piensas. El sabe cuánto es tu compromiso en Su Reino. El sabe verdaderamente el motivo de tu andar en el vivir cristiano. El conoce mejor que nadie que es lo que te preocupa realmente y sabe con que te enfrentas día tras día.
A través de éste texto, hay cinco verdades que debes saber:
1) Es necesario que vengas a Él con sinceridad
Así como eres debes acercarte a él. No necesitas una vestimenta de cristiano ni un ritual para que haga un lugar en Su agenda para atenderte. Te presentas y listo. Pero debes hacerlo con sinceridad. Pedirle a él sabiendo lo que necesitas y quieres realmente, sin vueltas, sin hipocresía, sin fingimiento. La altanería, el orgullo o las fuerzas humanas son piedras de tropiezo muchas veces en la comunicación sincera con nuestro Padre. Debes acercarte a Él con franqueza y sencillez después de todo antes de que comiences a hablarle, o adorarle o agradecerle, El ya sabe lo que pasa en tu interior. La sinceridad es lo que asegura que Dios escuche con agrado tu oración, tu adoración o simplemente, tu silencio ante su presencia.
2) Es sabe que hay en tu corazón y puede transformarlo
¿Qué hay en tu corazón realmente? El lo sabe también y más que tu, seguramente. Talvez desánimo, tristeza, soberbia, angustia. Tu necesitas de Él como del aire para respirar y más aún. Pero lo mas maravilloso es que no solo sabe lo que hay en tu corazón sino que su anhelo es transformarlo en un corazón nuevo. Si necesitas perdón, El puede dártelo. Gozo, alegría, fuerzas… lo que necesites, El esta dispuesto a dártelo.
3) De Él no puedes escaparte, sus ojos están siempre sobre ti
Si duermes destapado, El te ve. Si te tapas, El te ve aún. Si te escondes más aún entre tu colchón, aún El sigue viéndote. Donde vallas, ahí El está. Sus ojos te ven siempre, en este mismo momento su mirada no conoce obstáculos ni físicos ni espirituales. El te mira y está a tu lado. Cuando fracasas o cuando haces las cosas bien, sigue observándote. Porque siempre ve tu andar, El no es que quiere inhibirte, sino quiere ayudarte, guiarte y sacarte de las circunstancias más difíciles que atravieses.
4) Es necesario que hoy determines el rumbo de tu vida
¿Qué anhelas realmente? En tu vida personal, familiar, social, laboral, ministerial… seguro tienes sueños es necesario que te plantees cuales son y que pondrás de ti para alcanzarlos en el tiempo de Dios. Metas y objetivos. ¿Cuántas cosas has emprendido con entusiasmo y quedaron en el camino? ¿Cuántas hermosas ideas han pasado por tu cabeza y sólo quedaron en ideas? Determina lo que quieres ser, lo que quieres obtener. Cuando tomamos grandes determinaciones para Su gloria le estamos mostrando que no podemos con nuestras fuerzas pero que confiamos que con Su ayuda lo obtendremos. Adelante, no pierdas más el tiempo.
5) Por su presencia, puedes entrar hoy en su Presencia
El te ve, sabe lo que hay en tu corazón, a Él no puedes engañarlo… pero te ama. Cada latido de tu corazón es algo que El escucha muy atento. El conoce tus entrañas porque ama de ti lo cada molécula de tu ser. Y por su amor y misericordia, puedes entrar en su Presencia. No mereces nada de Él, es cierto. Pero por su amor, puedes obtener lo que deseas y más aún. Por su amor, tu puedes hablar con él, volver a empezar en lo que dejaste, renovar tus pactos y compromisos, seguir peleando por lo que deseas, esforzarte más y más hasta que El venga a buscarte. Su misericordia está sobre ti. El te ama.
Estimado hermano en Cristo, Sus ojos están sobre ti y penetra hasta lo más profundo de tu ser. No luches con tus fuerzas, di basta a tus fracasos… Jesús te conoce y puedes tomado de Su mano comenzar a vivir con gozo, en victoria, en santidad, con sinceridad… y esperando en regreso de Quien te conoce desde antes de la creación del mundo. Un abrazo y bendiciones.
Juan 2:23-25
Las personas lo seguían a Jesús por las señales que había hecho. Iban tras él maravillados por sus milagros. Pero Jesús sabia que en ellos no había sinceridad en la decisión de seguirle. El conocía lo que ellos pensaban, como sabe lo que tu piensas. El sabe cuánto es tu compromiso en Su Reino. El sabe verdaderamente el motivo de tu andar en el vivir cristiano. El conoce mejor que nadie que es lo que te preocupa realmente y sabe con que te enfrentas día tras día.
A través de éste texto, hay cinco verdades que debes saber:
1) Es necesario que vengas a Él con sinceridad
Así como eres debes acercarte a él. No necesitas una vestimenta de cristiano ni un ritual para que haga un lugar en Su agenda para atenderte. Te presentas y listo. Pero debes hacerlo con sinceridad. Pedirle a él sabiendo lo que necesitas y quieres realmente, sin vueltas, sin hipocresía, sin fingimiento. La altanería, el orgullo o las fuerzas humanas son piedras de tropiezo muchas veces en la comunicación sincera con nuestro Padre. Debes acercarte a Él con franqueza y sencillez después de todo antes de que comiences a hablarle, o adorarle o agradecerle, El ya sabe lo que pasa en tu interior. La sinceridad es lo que asegura que Dios escuche con agrado tu oración, tu adoración o simplemente, tu silencio ante su presencia.
2) Es sabe que hay en tu corazón y puede transformarlo
¿Qué hay en tu corazón realmente? El lo sabe también y más que tu, seguramente. Talvez desánimo, tristeza, soberbia, angustia. Tu necesitas de Él como del aire para respirar y más aún. Pero lo mas maravilloso es que no solo sabe lo que hay en tu corazón sino que su anhelo es transformarlo en un corazón nuevo. Si necesitas perdón, El puede dártelo. Gozo, alegría, fuerzas… lo que necesites, El esta dispuesto a dártelo.
3) De Él no puedes escaparte, sus ojos están siempre sobre ti
Si duermes destapado, El te ve. Si te tapas, El te ve aún. Si te escondes más aún entre tu colchón, aún El sigue viéndote. Donde vallas, ahí El está. Sus ojos te ven siempre, en este mismo momento su mirada no conoce obstáculos ni físicos ni espirituales. El te mira y está a tu lado. Cuando fracasas o cuando haces las cosas bien, sigue observándote. Porque siempre ve tu andar, El no es que quiere inhibirte, sino quiere ayudarte, guiarte y sacarte de las circunstancias más difíciles que atravieses.
4) Es necesario que hoy determines el rumbo de tu vida
¿Qué anhelas realmente? En tu vida personal, familiar, social, laboral, ministerial… seguro tienes sueños es necesario que te plantees cuales son y que pondrás de ti para alcanzarlos en el tiempo de Dios. Metas y objetivos. ¿Cuántas cosas has emprendido con entusiasmo y quedaron en el camino? ¿Cuántas hermosas ideas han pasado por tu cabeza y sólo quedaron en ideas? Determina lo que quieres ser, lo que quieres obtener. Cuando tomamos grandes determinaciones para Su gloria le estamos mostrando que no podemos con nuestras fuerzas pero que confiamos que con Su ayuda lo obtendremos. Adelante, no pierdas más el tiempo.
5) Por su presencia, puedes entrar hoy en su Presencia
El te ve, sabe lo que hay en tu corazón, a Él no puedes engañarlo… pero te ama. Cada latido de tu corazón es algo que El escucha muy atento. El conoce tus entrañas porque ama de ti lo cada molécula de tu ser. Y por su amor y misericordia, puedes entrar en su Presencia. No mereces nada de Él, es cierto. Pero por su amor, puedes obtener lo que deseas y más aún. Por su amor, tu puedes hablar con él, volver a empezar en lo que dejaste, renovar tus pactos y compromisos, seguir peleando por lo que deseas, esforzarte más y más hasta que El venga a buscarte. Su misericordia está sobre ti. El te ama.
Estimado hermano en Cristo, Sus ojos están sobre ti y penetra hasta lo más profundo de tu ser. No luches con tus fuerzas, di basta a tus fracasos… Jesús te conoce y puedes tomado de Su mano comenzar a vivir con gozo, en victoria, en santidad, con sinceridad… y esperando en regreso de Quien te conoce desde antes de la creación del mundo. Un abrazo y bendiciones.