Ahora comprendo

0
Todo
parecía estar
bajo mi dominio.
Desde lo más grande
a lo más pequeño,
desde lo más bajo
a lo más altivo.
¡Todo a mi servicio!

Pero sucedió
que el agua y el aire
me pertenecieron
sólo unos minutos.
Luego
se alejaron
y me puse triste;
aunque hasta ese instante
me creía incapaz de distinguir
entre el aire nuevo
y el antiguo,
entre el agua que llega
y la que ya se ha ido.

A veces
también las personas
parecen someterse.
Callan y escuchan,
cierran los ojos,
se quedan quietas,
como si no tuvieran
más vida que la nuestra;
porque hablamos demasiado,
porque nuestros gestos
son bruscos,
o simplemente
porque no son como nosotros.

Ahora comprendo
que al respirar recibo
más de lo que entrego,
y que al beber obtengo
lo que antes fue de otros.

Ahora estoy dispuesto
a ceder espacio,
a esperar mi turno,
a guardar silencio,
porque hoy me siento
más capaz de amar.

Compartir

Más recursos

Sponsor


Suscripción gratuita

Te avisaremos cuando agreguemos nuevos recursos. No te enviaremos más de uno o dos mensajes semanales.