A Jesús

0
¡Sí, te daré mi corazón! Lo llevo
ardiendo en llamas de ambiciones puras,
y libre está de terrenos ligaduras
está otra vez recién nacido y nuevo.

Si tan sumiso hasta tus pies lo elevo,
Es para que los salves de amarguras;
Viene de transitar sendas oscuras
Y al llevarla sin ti ya no me atrevo.

Ábrele, pues, tus brazos como a un niño;
Guárdalo para ti, dale cariño,
Y enseñándolo a orar hazlo sublime.

Y así, unidos los dos, vamos al mundo
A mostrarle este amor, grande y profundo,
A ver si se consuela o se redime.

Compartir

Más recursos

Sponsor


Suscripción gratuita

Te avisaremos cuando agreguemos nuevos recursos. No te enviaremos más de uno o dos mensajes semanales.