1º Pedro 1:3-12 (Alegrarse en medio de las pruebas)

0
Jesucristo nos hizo renacer para una esperanza viva

El nuevo nacimiento se produce por voluntad de Dios. No es por nuestra
voluntad
Somos re-creados por el E. Santo. La nueva creación tiene su germen en
nosotros.
Tenemos una esperanza viva. " No nacer es , incuestionablemente, la mejor
fortuna. En segundo lugar lo mejor sería esto : tan pronto como ha nacido
uno regresar de prisa al lugar de donde vino." Sófocles. Nosotros creemos
que la vida es hermosa porque Cristo nos hizo renacer. Para nosotros la
vida es abundante porque vivimos por Jesús.

Tenemos posesión de una gran herencia.
La herencia de Israel era Canaan, nuestra herencia es la vida eterna.

Nuestra herencia es incorruptible. Que no puede destruirse.(afthartos )
afthartos no asolada por ningún ejercito enemigo. El enemigo de nuestras
almas no puede con nuestra herencia que no se corrompe con nada.
Nuestra herencia es incontaminada. Que no puede mancharse. (amiantos)
amiantos, no puede contaminarse con nada. Nuestra esperanza tiene una
pureza que no puede corromperse con el pecado del mundo.
Nuestra herencia es inmarcesible. Que no puede marchitarse. (amarantos)
amarantos Nuestra esperanza no es tocada por los cambios ni por las
circunstancias cambiantes de nuestra vida.
Nuestra herencia esta guardada por el poder de Dios. Que no puede ser
vencida. (phrourein) phrourein. Dios es el centinela en guardia que esta
velando por nosotros. El nos capacita para enfrentarnos con los problemas.
Nuestra herencia es para alcanzar salvación. Que va a ser completa.
(sozein) sozein. La salvación es algo tiene muchas facetas. Es la
liberación del peligro, de la enfermedad, de la condenación y del pecado.

Esta esperanza nos prepara para soportar las pruebas.
Ellos estaban por pasar momentos de pruebas muy duras, por lo que tenian
que estar preparados.

Las podemos soportar por la esperanza que tenemos. El ser humano puede
aceptar cualquier cosa mientras tiene algo en lo cual depositar su
esperanza. Como cristianos tenemos la esperanza del gozo final y
definitivo.
Podemos soportar cualquier contratiempo porque sabemos que son pruebas.
Todo prueba nuestra fe. Los rigores que tiene que ser sometido un atleta
no tienen el propósito de agotarlo sino de prepararlo para desarrollar mas
y mas su fortaleza y su capacidad de resistencia. Nuestros problemas pueden
ser (poikilos) Poikilos. Multicolor. Nuestras pruebas pueden ser
multicolores, pero la gracia de Dios también lo es. No hay color en la
situación humana que la gracia de Dios no sea capaz de enfrentar. Pedro
utiliza la misma palabra en 1º Pe 4:10 para describir la gracia de Dios.
Podemos soportar las pruebas porque seremos recibidos por nuestro Señor. Al
final de nuestra vida Jesucristo nos estará esperando para decirnos ¡bien
hecho! La fiesta todavía esta por venir.

En medio de las circunstacias Dios quiere trabajar en nuestra vida por
medio de las diversas pruebas. Nos esta purificando para que lleguemos a la
estatura de Cristo.
Hay una narración llamada la tacita que dice lo siguiente:

"Se cuenta que alguna una vez, en Inglaterra, existía una pareja que
gustaba de visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres. Una de sus
tiendas favoritas era una en donde vendían vajillas antiguas.
En una de sus visitas a la tienda vieron una hermosa tacita. "Me Permite
ver esa taza?", preguntó la Señora, "¡nunca he visto nada tan fino como
eso!" En cuanto tuvo en sus manos la taza, escuchó que la tacita comenzó a
hablar. La tacita le comentó: "¡Usted no entiende! ¡Yo no siempre he sido
esta taza que usted está sosteniendo!.
Hace mucho tiempo yo sólo era un montón de barro amorfo. Mi creador me tomó
entre sus manos y me golpeó y me amoldó cariñosamente. Llegó un momento en
que me desesperó y le grité ¡¡Por favor!!, ¡Ya déjame en Paz!". Pero sólo
me sonrió y me dijo "aguanta un poco más, todavía no es tiempo."
Después me puso en un horno. ¡Yo nunca había sentido tanto calor! Me
pregunté por qué mi creador querría quemarme, así que toqué la puerta del
horno. A través de la ventana del horno pude leer los labios de mi creador
que me decían: "aguanta un poco más, todavía no es tiempo."
Finalmente se abría la puerta. Mi creador me tomó y me puso en una repisa
para que me enfriara. "¡Así está mucho mejor!" me dije a mi misma, pero
apenas y me había refrescado cuando mi creador ya me estaba cepillando y
pintándome. ¡El olor de la pintura era horrible! ¡Sentía que me ahogaría!
¡Por favor detente!" le gritaba yo a mi creador, pero El sólo movía la
cabeza haciendo un gesto negativo y decía "aguanta un poco más, todavía no
es tiempo."
Al fin dejó de pintarme; pero esta vez me tomó y me metió nuevamente a otro
horno. No era un horno como el primero, sino que... ¡era mucho más
caliente! Ahora sí estaba segura que me sofocaría! Le rogué y le imploré
que me sacara! Grité, lloré, pero mi creador sólo me miraba diciendo
"aguanta un poco más, todavía no es tiempo." ¡ En ese momento me di cuenta
que no había esperanza! ¡Nunca lograría sobrevivir a ese horno!
Justo cuando estaba a punto de darme por vencida se abría la puerta y mi
creador me tomó cariñosamente y me puso en una repisa que era aún más alta
que la primera. Allí me dejó un momento para que me refrescara. Después de
una hora de haber salido del segundo horno, me dio un espejo y me dijo:
¡"Mírate! Esta eres tú!" ¡Yo no podía creerlo! ¡Esa no podía ser yo! ¡Lo
que veía era hermoso!
Mi creador nuevamente me dijo: "Yo sé que te dolió haber sido golpeada y
amoldada por mis manos, pero si te hubiera dejado como estabas, te hubieras
secado. Sé que te causó mucho calor y dolor estar en el primer horno, pero
de no haberte puesto allí, seguramente te hubieras estrellado.
También sé que los gases de la pintura te provocaron muchas molestias, pero
de no haberte pintado tu vida no tendría color. Y si yo no te hubiera
puesto en ese segundo horno, no hubieras sobrevivido mucho tiempo, porque
tu dureza no habrías sido la suficiente para que subsistieras. ¡Ahora tú
eres un producto terminado! ¡Eres lo que yo tenía en mente cuando te
comencé a formar!".

Igual pasa con nosotros. Dios nunca nos va a tentar ni a obligar a que
vivamos algo que no podamos soportar. Dios sabe lo que está haciendo con
cada uno de nosotros. El es el artesano y nosotros somos el barro con el
cual El trabaja. El nos amolda y nos da forma para que lleguemos a ser una
pieza perfecta y podamos cumplir con su voluntad.
Cada experiencia que vivamos es una oportunidad para crecer en las manos
del Señor.

Compartir

Más recursos

Sponsor


Suscripción gratuita

Te avisaremos cuando agreguemos nuevos recursos. No te enviaremos más de uno o dos mensajes semanales.