001 Tres condiciones al Seguirle (serie:qué es un discípulo)

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Ser cristiano esta a la moda, ser cristiano es estar a “tono” con las personas que nos rodean: en países como el nuestro “somos mayoría”, de hecho cada persona que te encuentres en la calle se declarará a sí misma seguidor de Jesús... lo extraño sería encontrarte con un budista o un mahometano (musulmán). Hoy en día son muchos los que se dicen seguidores de Jesús, millones y millones de personas día a día afirman ser “Cristianos” pero ¿En verdad lo son?

Cierta ocasión escuche predicar a un amigo en su iglesia, la mayor parte del sermón no la recuerdo pero hubo una frase que me impactó... sobre todo saliendo de labios de él: “Sinceramente prefiero las ovejitas a los seguidores” No podía creer lo que estaba escuchando en lugar de seguir tomando los puntos de su sermón, comencé a dibujar un pequeño cartón: Una ovejita se acercaba a su pastor con Biblia bajo el brazo y vestida de domingo con el ánimo de imitarle, de seguirle pero el pastor replicaba: “Sinceramente prefiero las ovejitas a los seguidores”. A mi amigo no le agradó mucho cuando se la obsequié.

Ahora, a algunos años de distancia de esa ocasión, encuentro que no hay mucha diferencia entre un seguidor y una ovejita, de hecho aunque la invitación de Jesús era “Sígueme” su deseo no era tener seguidores (ni ovejitas) sino discípulos.

(Mateo 4:12-25)

En esta tarde me gustaría que juntos meditáramos en este pasaje, para descubrir tres condiciones al seguirle como discípulo:

I.- Son llamados: (v.19, 21) “les dijo: venid en pos de mí” “y los llamó” Los discípulos de Jesús fueron llamados, recibieron invitación, tenían pase de entrada.
Mateo: “sígueme”
Zaqueo: “baja de ahí que hoy posaré en tu casa”
Felipe: “sígueme”
Natanael: “Hemos hallado a aquél del que habló Moisés y los profetas: a Jesús”
Los doce: “llamó a sí los que él quiso”
Nicodemo: Aunque se acercó buscando se topó con una invitación: Te es necesario nacer de nuevo.
A la gente en el templo: “venga a mí y beba”

Durante años, se ha pensado que el “llamamiento” es para personas especiales los pastores, los misioneros, los diáconos, los ministros, gurus,... sin embargo el llamamiento es para todos: sígueme.

Durante años se ha pensado que el “llamamiento” es una opción: podemos decidir seguirle o no podemos decidir obedecerle o no, podemos decidir servirle o no... sin embargo el llamamiento es una orden: sígueme.

Durante años hemos pensado que el “llamamiento” es solo para disfrutar de la gracia de Dios, tener vida eterna, ir al cielo, vivir la vida abundante... sin embargo el llamamiento es a servirle: y os haré pescadores de hombres.

Jesús durante su ministerio en la tierra era atractivo para las personas, no en apariencia puesto que el profeta Isaías nos dice: “le veremos, más sin atractivo para que le deseemos” sino en poder: su enseñanza (la gente se admiraba de su doctrina), sus milagros, su mensaje (el reino se ha acercado).
No es de extrañar entonces que Jesús tenía seguidores... (su club de fans) personas que les gustaba escuchar sus historias, personas que necesitaban ser sanadas, personas que necesitaban ser liberadas, personas que necesitaban ser alimentadas, personas que necesitaban un mensaje de esperanza (v.v.23-25) Jesús era conciente de que tenía seguidores pero el quería discípulos... así que de cuando en cuando les recordaba las condiciones de ser discípulo.

La gente somos curiosos, nos atraen las multitudes, deseamos seguir algo que valga la pena... pero Jesús no quiere seguidores... quiere discípulos.

II.- Son Obedientes: (v.20,v.22) “Dejando al instante las redes, le siguieron” “... y a su padre” Los discípulos de Jesús fueron obedientes, no hubo condiciones, solo obediencia no pensaron en consecuencias, pensaron en resultados.
Mateo: “al instante dejó la mesa”
Zaqueo: “le llevó a su casa”
Felipe: “sígueme”

La mayoría de las personas somos desobedientes por naturaleza, es la herencia de nuestro abuelito Adán. Sin embargo Jesús no se quedará a ver tu “decisión” él solo dice sígueme.

Al instante: Es curioso que esta frese se diga con tanta frecuencia... en menos de cuatro versículos se repite que Pedro y Andrés, Jacobo y Juan le siguieron al instante, es decir inmediatamente, sin que nada se interponga, sin plazos, ahora mismo.

En México hemos inventado una palabra que sirve para postergar: “ahorita”, o “ahoritita”. “Ahorita” significa que estas “dispuesto a hacerlo inmediatamente, al instante pero primero harás otra cosa” así el “ahorita” se alarga más de una hora para convertirse en “cuando yo quiera o pueda”

Jesús en la parábola de los dos hijos (uno dice que irá y no va, y el otro dice que no irá y va) nos pregunta ¿cuál de los dos obedeció a su padre?

Jesús requiere personas obedientes, dispuestas a seguir sus instrucciones, sus mandamientos, sus pasos. Es necesario que hagamos las cosas como y cuando Jesús nos dice, el tiene todo listo y preparado para nosotros solo requiere que sigamos sus instrucciones.

Una mujer tenía lista la cena, solo necesitaba que se horneara por 15 minutos, pero en ese momento recibió una llamada para salir de urgencia. Así, antes de salir dice a su esposo (que esta viendo la TV) Por favor mete la charola al horno por 15 minutos y al sacarla esparces queso parmesano encima. Y el marido responde: Querida, hoy no tengo ganas de cocinar, ¿por qué no compras una pizza cuando regreses?

En ocasiones como cristianos decimos lo mismo a Jesús: Se que deseas que ore, pero ¿No podría esperar hasta el culto de oración? Se que necesito alimentarme de tu palabra, pero ¿No puedes darme la “pizza pastoral dominical especial” Se que debo compartir el evangelio pero, ¿No puedo invitar al diácono para que él comparta?

Jesús dijo: Si me amáis guardad mis mandamientos.

III.- Son exclusivos: (v.20,v. 22) “las redes” “la barca” “su padre”
Mateo: “la mesa”
Zaqueo: “el árbol”
Nicodemo: “su autoridad”
Seguidor: “deja que los muertos entierren a sus muertos”

Todas las cosas pasan a un segundo término cuando eres un discípulo de Jesús. Jesús era conciente de que tenía seguidores pero el quería discípulos... así que de cuando en cuando les recordaba las condiciones de ser discípulo: todo pasa a un segundo lugar: padre, madre, hermanos, hermanas, esposo, mujer, hijos o hijas... con cuanta más razón las propiedades o trabajo.

No significa que debemos abandonarlo todo y encerrarnos en la cueva más lejana para estar en actitud contemplativa. Significa que debemos conceder tal importancia a nuestra relación con Jesús, que no pueda ser interrumpida o rota por algo más.
Pedro y Juan lo expresan diciendo: Nos es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.

Dios dice en Éxodo 20 “no tendrás dioses ajenos delante de mí” El más grande mandamiento es: “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, con todas tus fuerzas” La clave es “Todo”

Como Jesús dijo estamos en el mundo pero no somos del mundo. Somos exclusivos de él. A eso se refiere la santidad y nosotros debemos ser santos como nuestro padre que esta en los cielos.

Jesús nos enseña que ninguno puede servir a dos amos.
Pablo dice que ninguno que es soldado se enreda en los negocios de la vida.
Pedro y Andrés, Jacobo y Juan nos muestran con su ejemplo que significa ser exclusivos.

¿Deseas ser un seguidor o un discípulo? Sigue su llamamiento, síguelo obedientemente, al instante, síguelo exclusivamente pues ahora le perteneces.

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