“Lo esencial es invisible a los ojos"

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Décimo domingo después de Pentecostés


05 de agosto


Tema: “Lo esencial es invisible a los ojos"


Rev. Héctor Fernández
Instituto Ecuménico Diaconal “Esteban”
Colaborador Iglesia Cristiana
Luterana de Honduras


Objetivo:

Aprender a compartir y no practicar la avaricia

Entender cual es verdadero valor de la persona


- Leer Lucas 12. 13 – 21

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Para orientar la reflexión

Es importante que siempre que leamos un texto o lectura tratemos de preguntarnos si este podría tener alguna similitud, aspectos coincidentes con la realidad de hoy

Para Jesús hay una verdad innegable “la vida de una persona no esta asegurada por sus bienes materiales” el evangelio de este día nos presenta situaciones muy interesantes que nos ayudan a reflexionar acerca de cual es el mensaje que Jesús quiere darnos

Un aspecto para reflexionar, a nuestro parecer, es el hecho de que hay cosas que quisiéramos tener no por que sean necesarios.
El Mercado afina cada vez más sus artimañas para hacernos desear lo que no es necesario para vivir dignamente y nos dificulta la obtención de lo que es necesario para vivir (Atención en salud, vivienda, estudios, alimentos)

En el texto, un hombre se acerca a Jesús para pedirle que convenza a su hermano a compartir sus riquezas, esto nos da la pista de que las posesiones materiales, la riqueza ya había fracturado la relación entre ellos, tanto es el daño provocado que no valora lo mas importante, la relación con su hermano la deja en un segundo plano, ya que no solicita a Jesús sus buenos oficios para resolver los problemas con su hermano y convivir fraternalmente, sino mas bien para poder tener lo que su hermano tiene, esa actitud codiciosa es también hoy en día uno de los causantes de tantos problemas entre lo seres humanos, incluso ha causado y motiva actualmente guerras sangrientas

Jesús nota que la actitud de este hombre es mas de avaricia que necesidad y por eso le advierte que tengan cuidado con su actitud y expresa claramente que las riquezas nada tienen que ver con la importancia de la vida de las personas y posteriormente les cuenta a todos y todas los que estaban reunidos una parábola enfocada a este tema

En la realidad centroamericana es difícil pensar que una buena parte de nosotros en algún momento podamos estar en la situación en la que se encontró el hombre de la parábola, solo hay que ponerse a pensar si en algún momento alguno de nosotros se ha preguntado ¿que voy a hacer con tanto dinero o con tantas propiedades o bienes? sin embargo si podemos encontrarnos en una situación probablemente parecida u otra en la cual estemos planeando acumular pequeños bienes materiales en un futuro y eso podría provocar que perdamos la oportunidad de ver la realidad de nuestras comunidades y algo muy grave también, perder el valor que tienen los lazos familiares, de amistad y trabajo y dejarlos en un segundo o tercer lugar priorizando la acumulación poca o mucha de bienes materiales

Estamos todos los días en riego de caer en la tentación de la avaricia y la codicia ya que el bombardeo publicitario y la contracultura del consumismo nos empuja a aceptar como algo de primera necesidad lo que tal vez sea solo una moda, algo innecesario, además, se nos motiva seductoramente a obtener esos artículos a como de lugar, no importa lo que se tenga que hacer para tener el juguetito o el aparato electrónico mas avanzado, incluyendo las tentaciones de endeudamiento que ofrecen los consorcios bancarios mediante prestamos y tarjetas de crédito las cuales son muchas.
Se dice que en Centroamérica existe un alto índice de endeudamiento de personas de clase media y también de escasos recursos económicos, mediante tarjetas de crédito, obtención de líneas de crédito para obtener ropa de marca y otros artículos que ofrece el Mercado
Muchos han cedido a la tentación y viven asfixiados por las deudas

También en nuestra realidad, todos los días nos encontramos con personas que, al igual que el hombre de la parábola, cuando logran obtener bienestar, comodidad, riquezas, etc., comienzan ha pensar que hacer con ellas y en lo ultimo en lo que se piensa es en compartir con los mas necesitados y necesitadas, es a esas personas a quienes se refiere Jesús cuando pregunta ¿quien se quedara con todo lo que tienen? toda esa riqueza que da una aparente y pasajera felicidad se convierte en una maldición que coloca a unos contra otros, aun en la misma familia a la hora de repartirse el botín cuando el dueño/a muere. En múltiples ocasiones hace que los/as poseedores de riqueza o de un bien inmueble pequeño u ostentoso pierdan el amor por sus semejantes, las amistades se tornan relaciones por intereses económicos mas que verdaderas amistades

Es importante que como cristianos comprometidos y comprometidas con la vida pensemos primero en la situación general de las personas, en las causas que provocan el clima de incertidumbre y zozobra, violencia sin precedentes en nuestro país. ¿No será una de las causas de tantas tinieblas es la avaricia al más alto nivel que provoca tanta pobreza, marginación social y económica?

Antes que acumular riquezas o bienes materiales habría que pensar en lo que esta pasando en el país, lo que pasa con las personas que pierden seres queridos a causa de la violencia, preguntarse porqué tantas personas se ven forzadas a irse de sus países para buscar la vida en otras tierras , esa actitud tiene una base lógica además de cristiana, la lógica nos indica que mientras no se termine con los graves problemas que enfrentan nuestros países, es muy difícil pensar en tener una vida tranquila por mas riquezas o bienes materiales que acumulemos por que siempre estaremos con el temor de ser asesinados, secuestrad@s, asaltad@s

Antes de acumular posesiones materiales habria que esforzarse por acumular mucho amor, solidaridad, paciencia, comprensión con los seres que nos rodean, con los cuales desarrollamos nuestras vidas

Entendemos que Jesús al final de la parábola no se refiere a que tenemos que ser pobres aquí para ser ricos después de muertos, como enseñan algunos movimientos que se hacen llamar cristianos, mas bien se refiere al hecho de entender que la riqueza de una persona esta mas en lo que podemos hacer juntos y juntas con Dios y con nuestros, familiares, amigos/as hermanos y hermanas en la fe para lograr una vida mejor para nuestras familias para nuestras comunidades, esto es mucho mas importante que el simple hecho de buscar una vida mas cómoda particular, individualista, sin pensar en el bien de los demás, el bien común

Si el hombre que se acerco a hablar con Jesús hubiera entendido que es mas importante lo que no se compra, se hubiera dado cuenta que había cosas mucho mas importantes que pelearse con su hermano, no hubiese dañado la hermosa relación de hermanos por disputar la riqueza o bienes materiales, mas bien hubiese pedido a Jesús que le ayudase a restaurar la relación con su hermano

Las posesiones materiales pueden facilitar la vida, pero no proporcionan la felicidad. El amor, la amistad no se pueden comprar, no podemos ir a una tienda o supermercado y pedir nos vendan un frasco de 10 gramos de amor, felicidad o amistad, son invaluables, no se ven pero se experimentan, al experimentarlos la vida tiene sentido

A los ricos y a los pobres la Iglesia de Cristo esta llamada, convocada predicar este Evangelio con voz de amor: busquemos primeramente el reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas serán añadidas, busquemos construir países, sociedades donde podamos vivir en una buena relación de hermanos/as, donde la justicia, la libertad produzcan la paz tan anhelada por todos y para que todos vivamos dignamente como corresponde a los hijos e hijas de Dios

La intención de Jesús probablemente fue enseñar a todos los que escuchaban que el valor de las personas no esta en cuanto tienen sino en si están dispuestos y dispuestas a compartir lo que tengan aunque esto sea muy poco, en tanto estén dispuestos/as a pensar y actuar en bien de los otros/as


Preguntas para reflexionar

¿Quienes son los que acumulan riquezas y no se preocupan por los y las pobres?

¿Estamos dispuestos a compartir aun lo poco que tenemos con personas que están más allá de nuestra comunidad de fe?

¿La avaricia será un problema de nuestra comunidad?

¿Como podríamos hacer para buscar una vida digna y justa sin caer en la avaricia?

¿Cómo podríamos interpretar las palabras ser rico ante los ojos de Dios, según como dice el evangelio de hoy?














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