+La Incapacidad del Discípulo
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LA INCAPACIDAD DEL DISCIPULO
San Marcos 9:14-29
Introducción
1.- Dios nos ha dejado un gran poder por medio de la sangre de Jesucristo.
2.- Este poder debe ser ejercido por cada uno de sus discípulos.
Cuerpo del mensaje
1.- Jesús venía llegando de un acontecimiento trascendental en la vida de los que le acompañaron: Pedro, Jacobo y Juan.
2.- Seis días antes, Pedro le había confesado la divinidad de Jesús lo que afirmaba la certeza del seguimiento en el ministerio.
3.- Pedro, Jacobo y Juan, aún venían saboreando ese momento en el que, el Maestro se transfiguró, es decir, sus ropas resplandecieron y apareció dialogando con Elías y Moisés.
4.- Era un momento de avivamiento espiritual entre los que habían tenido ese encuentro con la presencia de Elías y Moisés, a tal grado que querían construir enramada para cada uno.
5.- Los demás discípulos, se quedaron abajo del monte. Estaban sin la presencia física de Jesús. No le tenían corporalmente. ¿A qué se quedaron?
6.- Cuando Jesús desciende, se encuentra con un cuadro de discusión entre discípulos, escribas y una gran multitud.
7.- ¿Qué hacen los discípulos discutiendo con una corriente religiosa contraria al plan de Cristo? La multitud estaba expectante del resultado de aquella discusión.
8.- El origen de la discusión era que, en medio de ellos se encontraba un muchacho endemoniado, con un espíritu mudo, el cual los discípulos no pudieron quitar.
9.- La multitud reconoce al que tiene el espíritu de Dios, porque cuando vieron a Jesús, corrieron hacia él y lo saludaron.
10.- El padre del muchacho, seguro de poder encontrar alivio con los DISCIPULOS DE JESÚS, lo presentó ante ellos y, él mismo fue testigo de la incapacidad de los 9 discípulos.
11.- Jesús ante tal descripción, pregunta ¿Hasta cuándo ha de estar con nosotros? Solicita le traigan al joven. El espíritu inmundo al darse cuenta que iba a enfrentarse a Jesús, se tira al suelo, se revuelca echando espuma por la boca.
12.- Es impresionante ver cómo los demonios reconocen la presencia del Espíritu Santo. En Hechos 19:13-15, nos muestra cómo el demonio sabe con quien está tratando.
13.- No basta hablar de Jesús y decir que somos sus discípulos para tener el poder de la sangre derramada en la cruz.
14.- A Felipe, Andrés (hermano de Pedro), Bartolomé, Tomás, Mateo, Jacobo (hijo de Alfeo), Lebeo (Tadeo), Simón (el cananista) y Judas Iscariote no le bastó ser llamados discípulos de Jesús para mantener ese poder que inicialmente Jesús les había dado al ser elegidos (San Mateo 10:1-4).
15.- Jesús les había dado autoridad sobre los espíritus inmundos para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. Ya habían demostrado ese poder (Marcos 6:7,13), pero ese poder ya no estaba en ellos.
16.- Lo triste de esto es que estaban siendo motivo de burla entre la muchedumbre.
17.- Jesús se dirige al padre del joven preguntando el tiempo del problema. Aproximadamente 15 años tenía el joven de estar sufriendo este tormento, 15 años de vivir en riesgo de perder la vida a causa de quemaduras o de ser ahogado en agua.
18.- Ante tal desesperación paternal, Jesús pregunta al padre si tiene la fe suficiente para creer que su hijo encuentre sanidad. El padre contesta que sí, pero a la vez reconoce que debe acrecentar su fe.
19.- Este acto de humildad mueve a Jesús a reprender al espíritu inmundo (además de mudo y sordo) a abandonar el cuerpo del muchacho.
20.- El Señor Jesús entrega al joven sano y salvo a su padre.
21.- Los nueve discípulos imposibilitados de poder, quedaron atónitos ante este milagro. Quizás se dijeron: ¡Pero si Jesús ya nos había dado el poder!, entonces, ¿Por qué no pudimos?
22.- Jesús les responde: Éste género no sale sino con oración y ayuno.
Conclusión
1.- Los discípulos que Jesús dejó cuando ascendió al monte Tabor, hicieron cualquier cosa, menos llenar su vida del alimento espiritual, de fortalecerse por medio de las herramientas provistas por él, esto se transformó en una evidente incapacidad para atender las necesidades de las personas que buscaban a Jesús.
2.- Muchas personas acuden a nosotros en busca de ayuda espiritual, emocional y de sanidad, porque están seguros de que el Espíritu de Dios está en nosotros. Que triste y lamentable cuando no estamos capacitados para enfrentar tal situación, y por consecuencia, llegamos a ser motivo de burla y discusión.
3.- El Señor Jesús ha ascendido al monte alto, al monte del altísimo. Nos ha dejado por un momento, pero regresará, su Palabra lo dice así, y mientras el venga, tenemos que atender a los que buscan su presencia, a los que aún no lo conocen, a los que quizás han oído de su poder glorioso y quieren experimentarlo a través de nosotros.
4.- ¿Tendremos la capacidad para atenderlos? O, tendrán que esperar hasta que Jesús descienda.
5.- Vivamos pues, una vida llena de Oración y Ayuno.
Daniel Santiago Marcos
Iglesia del Nazareno
La Venta, Oaxaca México
San Marcos 9:14-29
Introducción
1.- Dios nos ha dejado un gran poder por medio de la sangre de Jesucristo.
2.- Este poder debe ser ejercido por cada uno de sus discípulos.
Cuerpo del mensaje
1.- Jesús venía llegando de un acontecimiento trascendental en la vida de los que le acompañaron: Pedro, Jacobo y Juan.
2.- Seis días antes, Pedro le había confesado la divinidad de Jesús lo que afirmaba la certeza del seguimiento en el ministerio.
3.- Pedro, Jacobo y Juan, aún venían saboreando ese momento en el que, el Maestro se transfiguró, es decir, sus ropas resplandecieron y apareció dialogando con Elías y Moisés.
4.- Era un momento de avivamiento espiritual entre los que habían tenido ese encuentro con la presencia de Elías y Moisés, a tal grado que querían construir enramada para cada uno.
5.- Los demás discípulos, se quedaron abajo del monte. Estaban sin la presencia física de Jesús. No le tenían corporalmente. ¿A qué se quedaron?
6.- Cuando Jesús desciende, se encuentra con un cuadro de discusión entre discípulos, escribas y una gran multitud.
7.- ¿Qué hacen los discípulos discutiendo con una corriente religiosa contraria al plan de Cristo? La multitud estaba expectante del resultado de aquella discusión.
8.- El origen de la discusión era que, en medio de ellos se encontraba un muchacho endemoniado, con un espíritu mudo, el cual los discípulos no pudieron quitar.
9.- La multitud reconoce al que tiene el espíritu de Dios, porque cuando vieron a Jesús, corrieron hacia él y lo saludaron.
10.- El padre del muchacho, seguro de poder encontrar alivio con los DISCIPULOS DE JESÚS, lo presentó ante ellos y, él mismo fue testigo de la incapacidad de los 9 discípulos.
11.- Jesús ante tal descripción, pregunta ¿Hasta cuándo ha de estar con nosotros? Solicita le traigan al joven. El espíritu inmundo al darse cuenta que iba a enfrentarse a Jesús, se tira al suelo, se revuelca echando espuma por la boca.
12.- Es impresionante ver cómo los demonios reconocen la presencia del Espíritu Santo. En Hechos 19:13-15, nos muestra cómo el demonio sabe con quien está tratando.
13.- No basta hablar de Jesús y decir que somos sus discípulos para tener el poder de la sangre derramada en la cruz.
14.- A Felipe, Andrés (hermano de Pedro), Bartolomé, Tomás, Mateo, Jacobo (hijo de Alfeo), Lebeo (Tadeo), Simón (el cananista) y Judas Iscariote no le bastó ser llamados discípulos de Jesús para mantener ese poder que inicialmente Jesús les había dado al ser elegidos (San Mateo 10:1-4).
15.- Jesús les había dado autoridad sobre los espíritus inmundos para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. Ya habían demostrado ese poder (Marcos 6:7,13), pero ese poder ya no estaba en ellos.
16.- Lo triste de esto es que estaban siendo motivo de burla entre la muchedumbre.
17.- Jesús se dirige al padre del joven preguntando el tiempo del problema. Aproximadamente 15 años tenía el joven de estar sufriendo este tormento, 15 años de vivir en riesgo de perder la vida a causa de quemaduras o de ser ahogado en agua.
18.- Ante tal desesperación paternal, Jesús pregunta al padre si tiene la fe suficiente para creer que su hijo encuentre sanidad. El padre contesta que sí, pero a la vez reconoce que debe acrecentar su fe.
19.- Este acto de humildad mueve a Jesús a reprender al espíritu inmundo (además de mudo y sordo) a abandonar el cuerpo del muchacho.
20.- El Señor Jesús entrega al joven sano y salvo a su padre.
21.- Los nueve discípulos imposibilitados de poder, quedaron atónitos ante este milagro. Quizás se dijeron: ¡Pero si Jesús ya nos había dado el poder!, entonces, ¿Por qué no pudimos?
22.- Jesús les responde: Éste género no sale sino con oración y ayuno.
Conclusión
1.- Los discípulos que Jesús dejó cuando ascendió al monte Tabor, hicieron cualquier cosa, menos llenar su vida del alimento espiritual, de fortalecerse por medio de las herramientas provistas por él, esto se transformó en una evidente incapacidad para atender las necesidades de las personas que buscaban a Jesús.
2.- Muchas personas acuden a nosotros en busca de ayuda espiritual, emocional y de sanidad, porque están seguros de que el Espíritu de Dios está en nosotros. Que triste y lamentable cuando no estamos capacitados para enfrentar tal situación, y por consecuencia, llegamos a ser motivo de burla y discusión.
3.- El Señor Jesús ha ascendido al monte alto, al monte del altísimo. Nos ha dejado por un momento, pero regresará, su Palabra lo dice así, y mientras el venga, tenemos que atender a los que buscan su presencia, a los que aún no lo conocen, a los que quizás han oído de su poder glorioso y quieren experimentarlo a través de nosotros.
4.- ¿Tendremos la capacidad para atenderlos? O, tendrán que esperar hasta que Jesús descienda.
5.- Vivamos pues, una vida llena de Oración y Ayuno.
Daniel Santiago Marcos
Iglesia del Nazareno
La Venta, Oaxaca México