+La crisis familiar del Genesis
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Primera Iglesia Presbiteriana en Puerto Nuevodomingo, 13 de junio de 2004
Mensaje Inspirado en Génesis 4:1-16
Rvdo. Richard Rojas Banuchi, M. Div
La semana pasada hablábamos acerca de la realidad del pecado en la humanidad desde Adán y Eva. Dijimos como el pecado nos fragmenta y ha hecho de la humanidad una caja de piezas de un rompecabezas. También dijimos que la vocación de Dios es precisamente esa, poner cada pieza de nuestras vidas en su lugar. Adán y Eva según el libro del Génesis son desterrados del edén para vivir sus vidas con el peso de las consecuencias de su pecado a cuestas.
A Eva Dios le dice ‘multiplicare en gran manera los dolores en tus preñeces con dolor darás a luz los hijos y tu voluntad sera sujeta a tu marido y el se enseñoreara de Ti. Dos consecuencias de la desobediencia recaen sobre Eva de manera contundente: la primera se trata del sufrimiento físico que produce parir un hijo, el segundo e igual de doloroso tiene que ver con la perdida de la voluntad propia a manos de su compañero el hombre. Contrario a muchas personas que intentan utilizar la Biblia para justificar la superioridad del hombre sobre la mujer, Génesis es claro en decirnos que esta desigualdad no es un mandato de Dios sino mas bien el producto del pecado humano. La manifestación de una lucha de poderes entre unos y otros son el resultado de nuestra naturaleza caída.
Para Adán las cosas no son mejores. Dios le dice ‘por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, comiste del árbol de que mande diciendo: no comerás de El maldita sera la tierra por tu causa con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Es pinos y cardos te producirá , y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado pues polvo eres y a polvo volverás.’ Y con eso ambos fueron echados, no solo del lugar hermoso llamado Edén sino de la presencia y cercanía de Dios.
¿Que sentimientos ud. Cree comenzaron a albergarse en el corazón Eva hacia a Adán cuando este la ‘tira al medio’ y le da la espalda alegando que ella es la culpable? ¿como ud. Cree que Adán se sentía en torno a Eva por haberle ofrecido del fruto prohibido?. Y con todo ese montón de emociones sin resolver, son desterrados y echados fuera del Edén. La faena ahora es mas difícil, para poder comer Adán tendría que trabajar la tierra con el sudor de su frente si quisiera comer pan.
Y en medio de toda esta situación nacen sus primeros dos hijos Caín y Abel. Lamentablemente la pesadilla se hace una realidad. Y aun cuando no comieron del Árbol no fue necesario, por que estos dos son alcanzados por el mismo pecado desatado por sus padres en el huerto del Edén.
Si se percatan, en ambos casos las consecuencias del pecado crean una profunda “crisis de convivencia” tanto en Adán y Eva como entre Caín y Abel. Una pared se levanta entre unos y otros miembros de la familia hasta que llega un punto en el cual la comunicación es básicamente inexistente. Poco a poco las razones que Dios les ofrece para estar juntos son sustituidas por dinámicas internas que paulatinamente se tragan la salud del hogar, la felicidad para cual habian sido diseñados por Dios, dejando como resultado individuos que viven bajo un mismo techo pero que sencillamente no tienen nada en común excepto un apellido.
La crisis de convivencia en nuestra sociedad no se aleja mucho de la realidad de aquella primera familia de la tierra. No es necesario volver a repasar el listado de vicios que han proliferado en recientes tiempos pero si podemos decir que la familia vive acechada por circunstancias y retos de los cuales aun nos somos inmunes. El peor de nuestros enemigos me parece a mi sigue siendo la relatividad de los valores cristianos, valores que en algún momento sirvieron de escudo ahora se debilitan por el ataque bestial desde los poderosos medios de comunicación masiva. La serpiente se ha tornado mas astuta cada vez con mas y mejores argumentos. Al punto que hoy quiere que mordamos la misma vieja fruta acaramelada con otra envoltura.
Niños, adolescentes y jóvenes se ven envenenados por una música que les induce abiertamente a practicar el sexo, a ser seres violentos e impulsivos en su proceder. A creerse que nada puede entrometerse entre ellos y sus pasiones. Promueve un estilo de vida movido por lo externo y lo fisiológico, promueve valores cuestionables como por ejemplo que el papel de la mujer en la sociedad es meramente para el goce sexual, y reduce las consecuencias de una vida libertina sin frenos ni limites.
Entre los adultos la serpiente quiere que mordamos la fruta de la agresividad, de la falta de compromiso y de la desestabilización del hogar. La fruta del ‘cheating’ del engaño a la pareja, la fruta de las relaciones obsesionadas por el control del otro basandose en el miedo como argumento. Esas son las “parejas policías”, y de la falta de honestidad.
Michael Y Harriet Macmanus en un articulo interesantisimo (How to create an America that saves marriages-2003-Journal of Psychology and Theology),comentan que en la próxima década la convivencia sera una de las mayores amenazas para la familia. Gran parte de nosotros sabe que en la actualidad, al menos la mitad de las personas que se casan terminan en divorcio. También las estadisticas revelan que los matrimonios han descendido en un 40.4% desde el año 1970. Y se preguntaran, ¿Cual es la razón?, -según Harrriet, el problema esta en la practica cada vez mas común de la convivencia. Para el año 2000 cerca de 4, 736,00 parejas conviven. Esto es el doble de los matrimonios que existen en norte américa!. Mas curioso aun son las razones por las cuales la cohabitación es amenazante al matrimonio. Muchos de nosotros pensariamos que se debe al factor religioso moral que esta relacion ‘ilegitima’ pone en juego. Pero no es asi.
Primero, la cohabitacion es peligrosa por que se da en un contexto donde lo que domina no es el pacto entre las partes sino un increíble miedo al compromiso. Segundo, y contrario a lo que muchos alegan, de que es mejor convivir con la persona antes de casarse como una manera de verificar la ‘compatibilidad’, la evidencia sugiere que la mitad de las personas que se casan luego de convivir igualmente terminan separadas en comparación a los que no conviven.
Otro hallazgo muy positivo que vale la pena resaltar tiene que ver con la insatisfacción marital. En una encuesta hecha en la cual el 86% de las parejas manifestaron que vivían en un matrimonio infeliz, pero que a pesar de ello se mantuvieron juntos descubrieron que, cinco años mas tarde sus matrimonios son mas felices. Quizás si Caín hubiera esperado un poco mas... A veces lo único que hace falta es un poco de tiempo, espacio y paciencia para que las cosas caigan en su lugar.
Amada Iglesia, Dios ama a las familias. Y las familias vienen de todos los colores y todos los sabores. Al ver ejemplo de aquella primera familia sus luchas sus riesgos descubrimos que no existe otro camino que el de permitirle a Dios que tome el control absoluto de nuestras vidas. La Iglesia no solo esta constituida por familias clásicas compuestas por papa-mama y los nenes, la Iglesia es una familia que alberga todo tipo de familia: relaciones estables, relaciones inestables, personas divorciadas, solteros, madres solteras con sus hijos, abuelas que viven con sus nietos, personas que viven solas por que lo han decidido o que han enviudado, sea como sea todas las familias caben en la Iglesia y a todas ellas Dios las llama a la santidad.
La santidad familiar no es que vivamos como maniquíes sin tocarnos unos a otros. La santidad viene en lo cotidiano, en el amor que nos expresamos a diario, en la búsqueda del perdón y la reconciliación cuando nos herimos y nos maltratamos.
La santidad no tiene nada que ver con ser perfectos, todo lo contrario, tiene que ver con madurar, con gente que busca perfeccionarse, reconstruirse, levantarse como el ave fénix desde las cenizas con la convicción de que Cristo esta con nosotros. Que sepan que en la casa de Dios hay espacio para todos los que llegan cansados del camino con la ilusión de que aquí hay medicina para curar nuestro dolor, que en Cristo hay descanso del señalamiento, del prejuicio, de las ofensas y hay una nueva oportunidad para comenzar de nuevo, para comenzar desde cero.
En mi lectura mas reciente de un libro titulado ‘La fiesta del Chivo’ del autor Mario Vargas Llosa, encontré una cita que me pareció intrigante. Quiero decir irónicamente intrigante. Lo irónico de esta cita que quiero compartirles es que se da en el contexto menos atractivo: entre el dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo y uno de sus súbditos, el coronel Abbes.
En medio de la conversación Trujillo le pregunta a su coronel si lo admiraba tanto como admiraba a Fidel Castro. Ya les dije que aunque el contexto no es el mejor, la respuesta es sencillamente extraordinaria. El coronel le responde [dirigiendose al mandatario]...”a usted no lo admiro, excelencia, murmuro mientras bajaba la mirada-yo vivo por usted. Para usted. Si me permite yo soy el perro guardián de usted."
¿Que ganancia y provecho tendríamos si esa misma fidelidad la traducimos en nuestra relación y "sana convivencia" los unos con los otros? En nuestra relación con Dios. Si aquellos con sus intereses particulares y para el mal saben obrar así, ¿cuanto mas debemos nosotros que vivimos en la luz de Cristo amarnos los unos a los otros?. Amados, vivamos en esa convicción no solo admirandonos, sino viviendo por los demás, viviendo para los demás, así como Cristo se dio por completo por cada uno de nosotros. Recibe tu y tu familia la bendición de Cristo mediante su Espíritu Santo. A el sea la gloria por siempre Amen.
Mensaje Inspirado en Génesis 4:1-16
Rvdo. Richard Rojas Banuchi, M. Div
La semana pasada hablábamos acerca de la realidad del pecado en la humanidad desde Adán y Eva. Dijimos como el pecado nos fragmenta y ha hecho de la humanidad una caja de piezas de un rompecabezas. También dijimos que la vocación de Dios es precisamente esa, poner cada pieza de nuestras vidas en su lugar. Adán y Eva según el libro del Génesis son desterrados del edén para vivir sus vidas con el peso de las consecuencias de su pecado a cuestas.
A Eva Dios le dice ‘multiplicare en gran manera los dolores en tus preñeces con dolor darás a luz los hijos y tu voluntad sera sujeta a tu marido y el se enseñoreara de Ti. Dos consecuencias de la desobediencia recaen sobre Eva de manera contundente: la primera se trata del sufrimiento físico que produce parir un hijo, el segundo e igual de doloroso tiene que ver con la perdida de la voluntad propia a manos de su compañero el hombre. Contrario a muchas personas que intentan utilizar la Biblia para justificar la superioridad del hombre sobre la mujer, Génesis es claro en decirnos que esta desigualdad no es un mandato de Dios sino mas bien el producto del pecado humano. La manifestación de una lucha de poderes entre unos y otros son el resultado de nuestra naturaleza caída.
Para Adán las cosas no son mejores. Dios le dice ‘por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, comiste del árbol de que mande diciendo: no comerás de El maldita sera la tierra por tu causa con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Es pinos y cardos te producirá , y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado pues polvo eres y a polvo volverás.’ Y con eso ambos fueron echados, no solo del lugar hermoso llamado Edén sino de la presencia y cercanía de Dios.
¿Que sentimientos ud. Cree comenzaron a albergarse en el corazón Eva hacia a Adán cuando este la ‘tira al medio’ y le da la espalda alegando que ella es la culpable? ¿como ud. Cree que Adán se sentía en torno a Eva por haberle ofrecido del fruto prohibido?. Y con todo ese montón de emociones sin resolver, son desterrados y echados fuera del Edén. La faena ahora es mas difícil, para poder comer Adán tendría que trabajar la tierra con el sudor de su frente si quisiera comer pan.
Y en medio de toda esta situación nacen sus primeros dos hijos Caín y Abel. Lamentablemente la pesadilla se hace una realidad. Y aun cuando no comieron del Árbol no fue necesario, por que estos dos son alcanzados por el mismo pecado desatado por sus padres en el huerto del Edén.
Si se percatan, en ambos casos las consecuencias del pecado crean una profunda “crisis de convivencia” tanto en Adán y Eva como entre Caín y Abel. Una pared se levanta entre unos y otros miembros de la familia hasta que llega un punto en el cual la comunicación es básicamente inexistente. Poco a poco las razones que Dios les ofrece para estar juntos son sustituidas por dinámicas internas que paulatinamente se tragan la salud del hogar, la felicidad para cual habian sido diseñados por Dios, dejando como resultado individuos que viven bajo un mismo techo pero que sencillamente no tienen nada en común excepto un apellido.
La crisis de convivencia en nuestra sociedad no se aleja mucho de la realidad de aquella primera familia de la tierra. No es necesario volver a repasar el listado de vicios que han proliferado en recientes tiempos pero si podemos decir que la familia vive acechada por circunstancias y retos de los cuales aun nos somos inmunes. El peor de nuestros enemigos me parece a mi sigue siendo la relatividad de los valores cristianos, valores que en algún momento sirvieron de escudo ahora se debilitan por el ataque bestial desde los poderosos medios de comunicación masiva. La serpiente se ha tornado mas astuta cada vez con mas y mejores argumentos. Al punto que hoy quiere que mordamos la misma vieja fruta acaramelada con otra envoltura.
Niños, adolescentes y jóvenes se ven envenenados por una música que les induce abiertamente a practicar el sexo, a ser seres violentos e impulsivos en su proceder. A creerse que nada puede entrometerse entre ellos y sus pasiones. Promueve un estilo de vida movido por lo externo y lo fisiológico, promueve valores cuestionables como por ejemplo que el papel de la mujer en la sociedad es meramente para el goce sexual, y reduce las consecuencias de una vida libertina sin frenos ni limites.
Entre los adultos la serpiente quiere que mordamos la fruta de la agresividad, de la falta de compromiso y de la desestabilización del hogar. La fruta del ‘cheating’ del engaño a la pareja, la fruta de las relaciones obsesionadas por el control del otro basandose en el miedo como argumento. Esas son las “parejas policías”, y de la falta de honestidad.
Michael Y Harriet Macmanus en un articulo interesantisimo (How to create an America that saves marriages-2003-Journal of Psychology and Theology),comentan que en la próxima década la convivencia sera una de las mayores amenazas para la familia. Gran parte de nosotros sabe que en la actualidad, al menos la mitad de las personas que se casan terminan en divorcio. También las estadisticas revelan que los matrimonios han descendido en un 40.4% desde el año 1970. Y se preguntaran, ¿Cual es la razón?, -según Harrriet, el problema esta en la practica cada vez mas común de la convivencia. Para el año 2000 cerca de 4, 736,00 parejas conviven. Esto es el doble de los matrimonios que existen en norte américa!. Mas curioso aun son las razones por las cuales la cohabitación es amenazante al matrimonio. Muchos de nosotros pensariamos que se debe al factor religioso moral que esta relacion ‘ilegitima’ pone en juego. Pero no es asi.
Primero, la cohabitacion es peligrosa por que se da en un contexto donde lo que domina no es el pacto entre las partes sino un increíble miedo al compromiso. Segundo, y contrario a lo que muchos alegan, de que es mejor convivir con la persona antes de casarse como una manera de verificar la ‘compatibilidad’, la evidencia sugiere que la mitad de las personas que se casan luego de convivir igualmente terminan separadas en comparación a los que no conviven.
Otro hallazgo muy positivo que vale la pena resaltar tiene que ver con la insatisfacción marital. En una encuesta hecha en la cual el 86% de las parejas manifestaron que vivían en un matrimonio infeliz, pero que a pesar de ello se mantuvieron juntos descubrieron que, cinco años mas tarde sus matrimonios son mas felices. Quizás si Caín hubiera esperado un poco mas... A veces lo único que hace falta es un poco de tiempo, espacio y paciencia para que las cosas caigan en su lugar.
Amada Iglesia, Dios ama a las familias. Y las familias vienen de todos los colores y todos los sabores. Al ver ejemplo de aquella primera familia sus luchas sus riesgos descubrimos que no existe otro camino que el de permitirle a Dios que tome el control absoluto de nuestras vidas. La Iglesia no solo esta constituida por familias clásicas compuestas por papa-mama y los nenes, la Iglesia es una familia que alberga todo tipo de familia: relaciones estables, relaciones inestables, personas divorciadas, solteros, madres solteras con sus hijos, abuelas que viven con sus nietos, personas que viven solas por que lo han decidido o que han enviudado, sea como sea todas las familias caben en la Iglesia y a todas ellas Dios las llama a la santidad.
La santidad familiar no es que vivamos como maniquíes sin tocarnos unos a otros. La santidad viene en lo cotidiano, en el amor que nos expresamos a diario, en la búsqueda del perdón y la reconciliación cuando nos herimos y nos maltratamos.
La santidad no tiene nada que ver con ser perfectos, todo lo contrario, tiene que ver con madurar, con gente que busca perfeccionarse, reconstruirse, levantarse como el ave fénix desde las cenizas con la convicción de que Cristo esta con nosotros. Que sepan que en la casa de Dios hay espacio para todos los que llegan cansados del camino con la ilusión de que aquí hay medicina para curar nuestro dolor, que en Cristo hay descanso del señalamiento, del prejuicio, de las ofensas y hay una nueva oportunidad para comenzar de nuevo, para comenzar desde cero.
En mi lectura mas reciente de un libro titulado ‘La fiesta del Chivo’ del autor Mario Vargas Llosa, encontré una cita que me pareció intrigante. Quiero decir irónicamente intrigante. Lo irónico de esta cita que quiero compartirles es que se da en el contexto menos atractivo: entre el dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo y uno de sus súbditos, el coronel Abbes.
En medio de la conversación Trujillo le pregunta a su coronel si lo admiraba tanto como admiraba a Fidel Castro. Ya les dije que aunque el contexto no es el mejor, la respuesta es sencillamente extraordinaria. El coronel le responde [dirigiendose al mandatario]...”a usted no lo admiro, excelencia, murmuro mientras bajaba la mirada-yo vivo por usted. Para usted. Si me permite yo soy el perro guardián de usted."
¿Que ganancia y provecho tendríamos si esa misma fidelidad la traducimos en nuestra relación y "sana convivencia" los unos con los otros? En nuestra relación con Dios. Si aquellos con sus intereses particulares y para el mal saben obrar así, ¿cuanto mas debemos nosotros que vivimos en la luz de Cristo amarnos los unos a los otros?. Amados, vivamos en esa convicción no solo admirandonos, sino viviendo por los demás, viviendo para los demás, así como Cristo se dio por completo por cada uno de nosotros. Recibe tu y tu familia la bendición de Cristo mediante su Espíritu Santo. A el sea la gloria por siempre Amen.