¿Estás para ser visto o para servir?
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¿Estás para ser visto o para servir?
La Palabra.
“Sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo, como e Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” Mateo 20:26b-28. (Del Evangelio pñara el 4° domingo de Cuaresma.)
Los elementos.
Una manzana que esté levemente machucada o manchada y una manzana artificial.
Si les ofreciera una de estas manzanas, ¿cuál elegirían? Esta (artificial es más linda. Si quisieran la manzana para decorar una mesa, la elegirían. Noten que la otra está machucada y manchada. La primera luce mejor.
Pero si estuvieran hambrientos, elegirían la que no se ve tan bien. Pueden cortar lo machucado y comerla. Pero esta manzana que luce bien no puede comerse porque está hecha de plástico.
Entonces si tienen que elegir una de las manzanas, primero tendrían que decidir para que quieren una manzana. Si solo la quisieran para mirarla, tomen ésta. Si la quisieran para comerla, tomen ésta.
Algunos de los discípulos de Jesús (Santiago y Juan) y la madre de estos le pidieron al Señor que los eligiera a ellos para sentarse al lado de El en el cielo. Ellos querían tener el honor especial de ser vistos con Jesús. Pero Jesús dijo. “El que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
Los discípulos querían verse grandes a los ojos de los demás. Ellos querían ser una decoración-como la manzana. Pero Jesús dijo que la gente no debe ser decoraciones. No somos grandes porque hacemos que otros nos miren y nos den honores especiales, en vez de eso, Él dice que somos grandes cuando deseamos servir a otros. Así como la manzana fue hecha para comerse, nosotros fuimos hechos para vivir y ayudar a otras personas. A veces pensamos que no podemos ayudar a otros. Podemos sentir que no tenemos nada para ofrecer. Pero los demás nos necesitan. Esta manzana puede no ser linda. Pero si ustedes tuvieran hambre, la disfrutarían. Aún con sus faltas, otras personas los necesitan.
Aparte de esto, los versículos anteriores nos brindan otras enseñanzas ¿Cómo reaccionaron los otros diez apóstoles cuando escucharon aquella solicitud? Se enojaron con los dos. Realmente desconozco la verdadera razón del enojo. Pudo haber sido porque veían una solicitud injusta y contraria a lo que Jesús les había enseñando o bien porque estaban celosos y temerosos… vaya que Jesús les conceda la petición… y que no se les había ocurrido a ellos pedir lo mismo… no podían imaginarse a Santiago y a Juan cerca del maestro y a ellos en lugares inferiores.
Pero… la inclinación a ser servidos en vez de servir, es algo propio del ser humano y por lo tanto no debemos suponer que porque fuimos bautizados, venimos a la escuela bíblica y a los cultos, esta inclinación desaparecerá de nosotros de todas formas, con la ayuda que el Señor nos proporciona en su Palabra y en la Santa Cena, con esfuerzo y voluntad lucharemos para servir en vez de ser servidos.
Al analizar a fondo este deseo de ser servidos, nos daremos cuenta que una característica del ser humano es el egoísta. Es egoísta una persona que piensa en sus propias conveniencias y se olvida de los demás.
Para seguir con la idea de los discípulos ellos querían sentarse a la derecha o a la izquierdo, sin embargo, no les interesaba si los otros 10 apóstoles tendrían o no asientos. ¿Y que decir de la mamá de los apóstoles? Aparentemente estaba interesada en sus hijos aunque si lograban que Jesús atendiese en la petición… seguramente habría alguna esquinita para ella también.
Par hablar sobre este complot de a tres, Jesús pone el ejemplo de los gobernantes de las naciones que se enseñorean de ellas y de aquellos que por ser grandes ejercen sobre ella potestad. En ambos casos, de los gobernantes y los que son grandes (adinerados, personas importantes, respetables…) generalmente tienen la visión de que son superiores a los demás, lo cual, según sus conceptos, debe acarrear un trato especial hacia sus personas.
Notemos que Jesús no condena la actitud de los gobernantes (reyes terrenales) sin embargo, deja muy en claro que en su reino las cosas son distintas. Intuyo que la familia Zebedeo además de sus actitudes egoístas estaban dentro de los confundidos que suponían que Cristo iba a establecer su reino a acá en la tierra y que tal como lo hacían los monarcas de sus tiempos eligiría a sus ministros y príncipes de entre sus más allegados, es decir, entre los doce.
Durante todo su ministerio observamos las polaridades de un reino y de otro: Reyes terrenales que nacían en cunas de oro, sin embargo, Jesús, el rey celestial nació y fue colocado en un pesebre. Reyes terrenales que eran protegidos por ejércitos ante el peligro enemigo, pero Jesús al ser perseguido por Herodes el grande fue protegido por ángeles quienes avisaron a su padres terrenales para huyeran a Egipto. Reyes terrenales que disfrutaban de la comida preparada por sus siervos, pero Jesús primero alimentó a la multitud y luego comió él. Reyes terrenales que hacían de todo para adquirir más riquezas, pero Jesús se desprendió de toda ella. Reyes terrenales que hacían cosas para ser vistos, pero Jesús hacía las cosas por amor. Reyes a los cuales se les lavaba los pies, pero Jesús los lavó a sus discípulos. Reyes que usaban una corona de oro y se sentaban en un trono, pero Jesús usó una de espinos y se dejó colgar en una cruz.
La actitud constante de nuestro Maestro y Señor fue de servir y no ser visto ¿Cuál debe ser nuestra actitud si pretendemos demostrar que estamos viviendo en un reino celestial? R. Servir… pero no para ser visto, por lo tanto, no somos llamados a ser protagonistas, sino siervos que demuestran interés real por el otro. Mas entre vosotros… el que quiera hacerse grande será vuestro servidos y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo… Y vaya si esto se cumple. ¿Quién fue aquel que brindó el mayor servicio de todos los tiempos? R. Jesús. En reconocimiento a ello ¿A quien le rendimos cultos domingo tras domingo? R. Jesús.
El se hizo y se sigue haciendo nuestro siervo. Mirándolo a Él, su actitud, debemos luchar por hacer lo mismo. Por tanto, luchemos y combatamos el egoísmo y las conveniencias personales. Sirvamos a Dios y a nuestro prójimo por amor y no exijamos por ello retribución alguna, pues aquello que Jesús hizo por nuestra salvación es un pago adelantado por lo mucho que podamos llegar a hacer.
¿Qué cosas podemos hacer para servir a otros? Como hijos por ejemplo… en la casa: sirviendo a papá y a mamá con la obediencia. Haciendo yo aquello que puedo y no exigir que lo haga otro. No sólo ordenando lo que desordeno sino ordenando lo que otro desordena. Ayudando en los quehaceres de la casa.
Como esposos colaborando en forma recíproca, incluso en aquello que culturalmente pareciera que le es privatizado al hombre o a la mujer. Digo, lavar los pisos es trabajo de mujer y cortar el césped de hombre. (esto según la cultura pero no según la Biblia) En este tipo de ayuda podemos ser idóneos el uno para con el otro.
¿Qué podemos hacer para servir a otros en la iglesia? Creo que hay muchos grupos servicios estructurados en actividad. Hay maestras de escuela bíblica, hay una comisión directiva, hay ligas constituidas, hay un grupo de instrumentistas y de canto, hay un coro, hay grupos de estudios, etc. pero si no estoy en estos y otros establecidos, yo también puedo brindar mi servicio en cuestiones más espontáneas: orando pública y privadamente por mi prójimo, brindando una sonrisa para alegrar al otro, estar atentos para ver en que cosa puedo ser útil y ayudar a otro, cantando con alegría, escuchando La Palabra con firme intención de conocer más a mi Señor, ofrendando parte de mis bienes materiales con alegría, etc.
¿Qué podemos hacer para servir a los que no están dentro de la iglesia? Vivir en integridad y consagración. Ser honestos, estudiosos, trabajadores, honrados, serviciales, etc. Demostrar que alguien nos hizo DIFERENTE, pues somos parte del pueblo salvado de Dios. Somos parte de un grupo de persona pecadoras que a su vez son santas por la sangre que Cristo vertió en la cruz. Somos parte de un grupo de personas que si bien adquirimos cosas en el presente, nuestro principal tesoro está en el cielo. Demostrar que sigue habiendo lugar para más personas en este reino lo único que hace falta es creer en el REY… CREER EN JESÚS.
Jesús nos recuerda que podemos ayudar a otros aunque nosotros mismos necesitemos ayuda. El dice que tenemos que ser como Él. Él no vino para ser servido sino para servir y dar Su vida para redimirnos. Él nos ha servido y ha perdonado nuestros pecados, El ha quitado nuestras manchas de nuestras vidas. El nos ha hecho Sus siervos para que también podamos servir a otros. Que tu llamado sea para servir y no para ser visto.
La Palabra.
“Sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo, como e Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” Mateo 20:26b-28. (Del Evangelio pñara el 4° domingo de Cuaresma.)
Los elementos.
Una manzana que esté levemente machucada o manchada y una manzana artificial.
Si les ofreciera una de estas manzanas, ¿cuál elegirían? Esta (artificial es más linda. Si quisieran la manzana para decorar una mesa, la elegirían. Noten que la otra está machucada y manchada. La primera luce mejor.
Pero si estuvieran hambrientos, elegirían la que no se ve tan bien. Pueden cortar lo machucado y comerla. Pero esta manzana que luce bien no puede comerse porque está hecha de plástico.
Entonces si tienen que elegir una de las manzanas, primero tendrían que decidir para que quieren una manzana. Si solo la quisieran para mirarla, tomen ésta. Si la quisieran para comerla, tomen ésta.
Algunos de los discípulos de Jesús (Santiago y Juan) y la madre de estos le pidieron al Señor que los eligiera a ellos para sentarse al lado de El en el cielo. Ellos querían tener el honor especial de ser vistos con Jesús. Pero Jesús dijo. “El que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
Los discípulos querían verse grandes a los ojos de los demás. Ellos querían ser una decoración-como la manzana. Pero Jesús dijo que la gente no debe ser decoraciones. No somos grandes porque hacemos que otros nos miren y nos den honores especiales, en vez de eso, Él dice que somos grandes cuando deseamos servir a otros. Así como la manzana fue hecha para comerse, nosotros fuimos hechos para vivir y ayudar a otras personas. A veces pensamos que no podemos ayudar a otros. Podemos sentir que no tenemos nada para ofrecer. Pero los demás nos necesitan. Esta manzana puede no ser linda. Pero si ustedes tuvieran hambre, la disfrutarían. Aún con sus faltas, otras personas los necesitan.
Aparte de esto, los versículos anteriores nos brindan otras enseñanzas ¿Cómo reaccionaron los otros diez apóstoles cuando escucharon aquella solicitud? Se enojaron con los dos. Realmente desconozco la verdadera razón del enojo. Pudo haber sido porque veían una solicitud injusta y contraria a lo que Jesús les había enseñando o bien porque estaban celosos y temerosos… vaya que Jesús les conceda la petición… y que no se les había ocurrido a ellos pedir lo mismo… no podían imaginarse a Santiago y a Juan cerca del maestro y a ellos en lugares inferiores.
Pero… la inclinación a ser servidos en vez de servir, es algo propio del ser humano y por lo tanto no debemos suponer que porque fuimos bautizados, venimos a la escuela bíblica y a los cultos, esta inclinación desaparecerá de nosotros de todas formas, con la ayuda que el Señor nos proporciona en su Palabra y en la Santa Cena, con esfuerzo y voluntad lucharemos para servir en vez de ser servidos.
Al analizar a fondo este deseo de ser servidos, nos daremos cuenta que una característica del ser humano es el egoísta. Es egoísta una persona que piensa en sus propias conveniencias y se olvida de los demás.
Para seguir con la idea de los discípulos ellos querían sentarse a la derecha o a la izquierdo, sin embargo, no les interesaba si los otros 10 apóstoles tendrían o no asientos. ¿Y que decir de la mamá de los apóstoles? Aparentemente estaba interesada en sus hijos aunque si lograban que Jesús atendiese en la petición… seguramente habría alguna esquinita para ella también.
Par hablar sobre este complot de a tres, Jesús pone el ejemplo de los gobernantes de las naciones que se enseñorean de ellas y de aquellos que por ser grandes ejercen sobre ella potestad. En ambos casos, de los gobernantes y los que son grandes (adinerados, personas importantes, respetables…) generalmente tienen la visión de que son superiores a los demás, lo cual, según sus conceptos, debe acarrear un trato especial hacia sus personas.
Notemos que Jesús no condena la actitud de los gobernantes (reyes terrenales) sin embargo, deja muy en claro que en su reino las cosas son distintas. Intuyo que la familia Zebedeo además de sus actitudes egoístas estaban dentro de los confundidos que suponían que Cristo iba a establecer su reino a acá en la tierra y que tal como lo hacían los monarcas de sus tiempos eligiría a sus ministros y príncipes de entre sus más allegados, es decir, entre los doce.
Durante todo su ministerio observamos las polaridades de un reino y de otro: Reyes terrenales que nacían en cunas de oro, sin embargo, Jesús, el rey celestial nació y fue colocado en un pesebre. Reyes terrenales que eran protegidos por ejércitos ante el peligro enemigo, pero Jesús al ser perseguido por Herodes el grande fue protegido por ángeles quienes avisaron a su padres terrenales para huyeran a Egipto. Reyes terrenales que disfrutaban de la comida preparada por sus siervos, pero Jesús primero alimentó a la multitud y luego comió él. Reyes terrenales que hacían de todo para adquirir más riquezas, pero Jesús se desprendió de toda ella. Reyes terrenales que hacían cosas para ser vistos, pero Jesús hacía las cosas por amor. Reyes a los cuales se les lavaba los pies, pero Jesús los lavó a sus discípulos. Reyes que usaban una corona de oro y se sentaban en un trono, pero Jesús usó una de espinos y se dejó colgar en una cruz.
La actitud constante de nuestro Maestro y Señor fue de servir y no ser visto ¿Cuál debe ser nuestra actitud si pretendemos demostrar que estamos viviendo en un reino celestial? R. Servir… pero no para ser visto, por lo tanto, no somos llamados a ser protagonistas, sino siervos que demuestran interés real por el otro. Mas entre vosotros… el que quiera hacerse grande será vuestro servidos y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo… Y vaya si esto se cumple. ¿Quién fue aquel que brindó el mayor servicio de todos los tiempos? R. Jesús. En reconocimiento a ello ¿A quien le rendimos cultos domingo tras domingo? R. Jesús.
El se hizo y se sigue haciendo nuestro siervo. Mirándolo a Él, su actitud, debemos luchar por hacer lo mismo. Por tanto, luchemos y combatamos el egoísmo y las conveniencias personales. Sirvamos a Dios y a nuestro prójimo por amor y no exijamos por ello retribución alguna, pues aquello que Jesús hizo por nuestra salvación es un pago adelantado por lo mucho que podamos llegar a hacer.
¿Qué cosas podemos hacer para servir a otros? Como hijos por ejemplo… en la casa: sirviendo a papá y a mamá con la obediencia. Haciendo yo aquello que puedo y no exigir que lo haga otro. No sólo ordenando lo que desordeno sino ordenando lo que otro desordena. Ayudando en los quehaceres de la casa.
Como esposos colaborando en forma recíproca, incluso en aquello que culturalmente pareciera que le es privatizado al hombre o a la mujer. Digo, lavar los pisos es trabajo de mujer y cortar el césped de hombre. (esto según la cultura pero no según la Biblia) En este tipo de ayuda podemos ser idóneos el uno para con el otro.
¿Qué podemos hacer para servir a otros en la iglesia? Creo que hay muchos grupos servicios estructurados en actividad. Hay maestras de escuela bíblica, hay una comisión directiva, hay ligas constituidas, hay un grupo de instrumentistas y de canto, hay un coro, hay grupos de estudios, etc. pero si no estoy en estos y otros establecidos, yo también puedo brindar mi servicio en cuestiones más espontáneas: orando pública y privadamente por mi prójimo, brindando una sonrisa para alegrar al otro, estar atentos para ver en que cosa puedo ser útil y ayudar a otro, cantando con alegría, escuchando La Palabra con firme intención de conocer más a mi Señor, ofrendando parte de mis bienes materiales con alegría, etc.
¿Qué podemos hacer para servir a los que no están dentro de la iglesia? Vivir en integridad y consagración. Ser honestos, estudiosos, trabajadores, honrados, serviciales, etc. Demostrar que alguien nos hizo DIFERENTE, pues somos parte del pueblo salvado de Dios. Somos parte de un grupo de persona pecadoras que a su vez son santas por la sangre que Cristo vertió en la cruz. Somos parte de un grupo de personas que si bien adquirimos cosas en el presente, nuestro principal tesoro está en el cielo. Demostrar que sigue habiendo lugar para más personas en este reino lo único que hace falta es creer en el REY… CREER EN JESÚS.
Jesús nos recuerda que podemos ayudar a otros aunque nosotros mismos necesitemos ayuda. El dice que tenemos que ser como Él. Él no vino para ser servido sino para servir y dar Su vida para redimirnos. Él nos ha servido y ha perdonado nuestros pecados, El ha quitado nuestras manchas de nuestras vidas. El nos ha hecho Sus siervos para que también podamos servir a otros. Que tu llamado sea para servir y no para ser visto.