-Cultivando las Buenas Relaciones
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Génesis 2:4-25 y
1ª Corintios 1:10
Introducción: La santa Biblia que es la Palabra de Dios describe al hombre desde sus inicios como un ser social de modo innato (su naturaleza y origen lo constituyen en un ser social) En la declaración Bíblica “No es bueno que el hombre esté solo”. Dios se está ocupando de la humanidad. Desde el principio Dios ha querido que el hombre “goce de él para siempre” y para que esto sea posible el hombre debe vivir feliz, debe estar bien, debe poder disfrutar de su humanidad, conviviendo siempre con otros seres humanos y especialmente con aquéllos que le rodean. Por ello desde el principio Dios le proveyó una compañera con quien pudiese compartir y convivir. Alguien con quien fuese inmensamente feliz mediante la buena relación humana y por su convivencia con ella. Alguien con quien pudiese compartir tanta dicha y felicidad Porque cuando Adán puso nombre a los animales la Biblia nos dice textualmente “Mas para Adán no se halló ayuda idónea para él” Esta situación hace que el hombre descubra que le hace falta algo que lo complemente y le permita la verdadera y real felicidad. Este es el propósito de Dios para con nosotros que desea que seamos felices. Con esto nacen las relaciones humanas.
I. ¿QUÉ SON LAS RELACIONES HUMANAS?
Llamase relaciones humanas a todos aquéllos actos en los que intervienen dos o más personas. Por lo tanto según la Palabra de Dios las relaciones humanas como tal, comenzaron en el mismísimo huerto del Edén con Adán y Eva. A partir de allí el hombre comienza a participar de las relaciones humanas desde que es concebido en el vientre de su madre, puesto que ya siente y reacciona ante algunas actitudes externas relacionadas con la persona que lo lleva en su seno y luego sigue participando de las relaciones humanas de manera más amplia en el momento de su nacimiento, porque entra en contacto directo con quienes le rodean.
De lo dicho hasta aquí se desprende que las relaciones humanas pueden ser de dos tipos: Agradables y desagradables o indiferentes. Esto en gran medida tiene que ver con la forma como establecemos nuestros juicios ya sea por la apariencia de las personas o por el carácter de las mismas. Muchas veces juzgamos a una persona por su carácter impositivo o prepotente lo cual hace que llevemos con tal persona una relación desagradable. Otras veces solo juzgamos por sus rasgos físicos: nariz, boca, ojos, orejas, etc. Cuando lo que necesitamos es tratar de convivir más de cerca con las personas sin hacer juicios adelantados de ellas. Se recomienda aumentar las relaciones agradables y disminuir las “desagradables”
II. EL HOMBRE ES UN SER SOCIAL DESDE SUS INICIOS.
La historia ha registrado al ser humano como un ser totalmente social desde sus inicios e incluso prepondera la necesidad de asociarse para poder subsistir: Así encontramos que nuestros antepasados se asociaron para trabajar juntos, para protegerse unos a otros, defenderse de los peligros al permanecer juntos y unidos, contraían matrimonio para la satisfacción sexual, la procreación de los hijos (reproducirse) los adultos mayores se encargaban de la enseñanza y educación de los hijos, etc. De tal modo que un hombre solo o aislado nunca podría subsistir se convertiría en un enfermo mental porque las relaciones humanas son indispensables para subsistir. No de balde dice la Palabra en el Salmo 133: 1 “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!”
III. MEDIOS POR LOS CUALES SE RELACIONA.
De lo antes dicho se desprende que el hombre se relaciona con los demás seres humanos mediante el trabajo cualquiera que este sea, mediante la cultura que practica la sociedad donde se desarrolla, ya que comparten ciertos ideales, costumbres y tradiciones. También a través de la educación que recibe desde temprana edad, se relaciona desde sus inicios mediante la familia de la cual es parte y con la cual comparte y convive cada día, después mediante la búsqueda de la amistad, luego del amor que necesita para realizarse como ser humano en plenitud, también lo hace mediante la religión en donde convive con un determinado grupo, o mediante la política, etc., por donde quiera que veamos están las relaciones humanas en su vida.
IV. PRINCIPALES OBJETIVOS DE LAS RELACIONES HUMANAS.
Las relaciones humanas tienen como principal objetivo:
1. Mejorar la convivencia entre los seres humanos a través del conocimiento y la comprensión.
2. Hacer más fácil y eficaz la comunicación interpersonal. Ejemplo: ¿Cómo abordar a una persona desconocida con mayor facilidad. Ya que esto es lo que en la mayoría de las veces genera las grandes barreras entre los seres humanos. Porque no sabemos como abordar a alguien por primera vez.
3. También buscan eliminar motivos de fricción y buscar la armonía individual y social a fin de que haya bendición. Salmo 133:3
V. ¿CÓMO NORMAR LAS RELACIONES HUMANAS?
No existen recetas o reglas que puedan normar las buenas relaciones humanas. Cada individuo o persona posee su propia escala de valores. Solo existe lo que podríamos llamar sugerencias o recomendaciones como lo siguiente:
1. El respeto que nos atañe a nosotros mismos y a los demás. Recordemos el lema inmortal de Juárez “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”
2. Cultivar la libertad individual sin más límites que la libertad de los demás. “Tus derechos terminan donde comienzan los derechos de otra persona”
3. Procurar el bienestar comunitario. “Todo lo que te viniere a la mano para hacer hazlo según tus fuerzas” (Ecles. 9:10)
4. Reconocer que todos somos diferentes pero que en Cristo Jesús cada uno tiene su propio lugar y función especialmente en el cuerpo de Cristo que es la Iglesia. Necesitamos aprender y practicar la unidad en medio de la diversidad. Rom. 12:4-5. Recordemos nuestro texto lema de 1ª Cor. 1:10.
VI. ¿CÓMO MEJORAR LAS RELACIONES HUMANAS?
Al inicio hablamos de relaciones desagradables. Estas relaciones siempre tendrán resultados negativos tanto en el hogar, como con la familia, el trabajo y en los cónyuges son causas primordiales de divorcios y distanciamientos entre padres e hijos. Son las malas relaciones que no permiten a un hijo o a una hija poder confiar en sus padres sus problemas. No se atreven a enseñarles una carta de su novio o preguntar algo sobre sexualidad porque las malas relaciones propician la falta de confianza entre ellos. “Una casa dividida contra sí misma no puede permanecer” Lc. 11:17-18. Las malas relaciones generan rebeldía, inseguridad, indiferencias, malos entendidos, etc., Dos personas que disputaban sobre la veracidad de la divinidad de Cristo arreglaron su disputa cuando uno de ellos dijo al otro: “Está bien ¿Cómo expresarías tú la divinidad de Cristo para que fuera más cierta? A lo que el otro respondió: Diría que es el Dios verdadero. El primero le citó 1ª Jn. 5:20 y la disputa quedó arreglada”. Siempre hablando o dialogando nos entenderemos mejor.
A fin de mejorar nuestras relaciones:
• permitamos que todos expongan sus puntos de vista, que expresen su sentir,
• aprendamos a escuchar con toda la atención posible. Escuchar es un arte si queremos que nos escuchen, debemos escuchar a los demás. Mt. 7:12
• Propiciemos siempre el diálogo. Los grandes conflictos siempre se dan cuando cerramos la puerta del diálogo. Dice un dicho común: “Hablando se entiende la gente”
• Pregúntate: ¿Me caigo bien a mi mismo?, ¿Me cae bien la gente?, ¿Le caigo bien a la gente?, ¿Habrá algo que esté a mi alcance o que yo pueda hacer para mejorar mis relaciones con los demás?
VII. JESUCRISTO EL MODELO PERFECTO EN LAS RELACIONES HUMANAS.
Algunos ejemplos de ello los tenemos en Mt.7:36-50 (en el hogar de Simón el fariseo), En Mt. 9:9-13 (en la casa de Mateo), en Lc.19:1-10 (en el hogar de Zaqueo), o bien en Jn.4 (dialogando con la mujer samaritana cuando ningún judío se atrevía a hacerlo).
CONCLUSIÓN: Una buena relación humana se puede lograr cuando hay amor, cuando podemos mantener la unidad en medio de la diversidad, cuando por encima de todo estamos dispuestos a servir a los demás. Un canto dice por ahí: “Ama si quieres ser feliz, ama y todo cambiará, ama y así comprenderás la alegría de vivir”. Y otro dice: “Amar es entregarse olvidándose de sí, buscando lo que a otros pueda hacer feliz. ¡Qué lindo es vivir! para amar, ¡qué lindo es amar! Para dar, dar alegría, felicidad darse uno mismo eso es amar.
Que Dios nos ayude a estar cada día más unidos como hermanos en la fe de nuestro Señor Jesucristo y así mantener la unidad del cuerpo de Cristo para poder crecer con eficiencia para la gloria de Dios. AMEN.
Atentamente: Pbro. Amador López Hernández.
Pastor de la Iglesia Nal. Presbiteriana de México A.R.
Huimanguillo Tab. A 14 de julio de 2007
1ª Corintios 1:10
Introducción: La santa Biblia que es la Palabra de Dios describe al hombre desde sus inicios como un ser social de modo innato (su naturaleza y origen lo constituyen en un ser social) En la declaración Bíblica “No es bueno que el hombre esté solo”. Dios se está ocupando de la humanidad. Desde el principio Dios ha querido que el hombre “goce de él para siempre” y para que esto sea posible el hombre debe vivir feliz, debe estar bien, debe poder disfrutar de su humanidad, conviviendo siempre con otros seres humanos y especialmente con aquéllos que le rodean. Por ello desde el principio Dios le proveyó una compañera con quien pudiese compartir y convivir. Alguien con quien fuese inmensamente feliz mediante la buena relación humana y por su convivencia con ella. Alguien con quien pudiese compartir tanta dicha y felicidad Porque cuando Adán puso nombre a los animales la Biblia nos dice textualmente “Mas para Adán no se halló ayuda idónea para él” Esta situación hace que el hombre descubra que le hace falta algo que lo complemente y le permita la verdadera y real felicidad. Este es el propósito de Dios para con nosotros que desea que seamos felices. Con esto nacen las relaciones humanas.
I. ¿QUÉ SON LAS RELACIONES HUMANAS?
Llamase relaciones humanas a todos aquéllos actos en los que intervienen dos o más personas. Por lo tanto según la Palabra de Dios las relaciones humanas como tal, comenzaron en el mismísimo huerto del Edén con Adán y Eva. A partir de allí el hombre comienza a participar de las relaciones humanas desde que es concebido en el vientre de su madre, puesto que ya siente y reacciona ante algunas actitudes externas relacionadas con la persona que lo lleva en su seno y luego sigue participando de las relaciones humanas de manera más amplia en el momento de su nacimiento, porque entra en contacto directo con quienes le rodean.
De lo dicho hasta aquí se desprende que las relaciones humanas pueden ser de dos tipos: Agradables y desagradables o indiferentes. Esto en gran medida tiene que ver con la forma como establecemos nuestros juicios ya sea por la apariencia de las personas o por el carácter de las mismas. Muchas veces juzgamos a una persona por su carácter impositivo o prepotente lo cual hace que llevemos con tal persona una relación desagradable. Otras veces solo juzgamos por sus rasgos físicos: nariz, boca, ojos, orejas, etc. Cuando lo que necesitamos es tratar de convivir más de cerca con las personas sin hacer juicios adelantados de ellas. Se recomienda aumentar las relaciones agradables y disminuir las “desagradables”
II. EL HOMBRE ES UN SER SOCIAL DESDE SUS INICIOS.
La historia ha registrado al ser humano como un ser totalmente social desde sus inicios e incluso prepondera la necesidad de asociarse para poder subsistir: Así encontramos que nuestros antepasados se asociaron para trabajar juntos, para protegerse unos a otros, defenderse de los peligros al permanecer juntos y unidos, contraían matrimonio para la satisfacción sexual, la procreación de los hijos (reproducirse) los adultos mayores se encargaban de la enseñanza y educación de los hijos, etc. De tal modo que un hombre solo o aislado nunca podría subsistir se convertiría en un enfermo mental porque las relaciones humanas son indispensables para subsistir. No de balde dice la Palabra en el Salmo 133: 1 “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!”
III. MEDIOS POR LOS CUALES SE RELACIONA.
De lo antes dicho se desprende que el hombre se relaciona con los demás seres humanos mediante el trabajo cualquiera que este sea, mediante la cultura que practica la sociedad donde se desarrolla, ya que comparten ciertos ideales, costumbres y tradiciones. También a través de la educación que recibe desde temprana edad, se relaciona desde sus inicios mediante la familia de la cual es parte y con la cual comparte y convive cada día, después mediante la búsqueda de la amistad, luego del amor que necesita para realizarse como ser humano en plenitud, también lo hace mediante la religión en donde convive con un determinado grupo, o mediante la política, etc., por donde quiera que veamos están las relaciones humanas en su vida.
IV. PRINCIPALES OBJETIVOS DE LAS RELACIONES HUMANAS.
Las relaciones humanas tienen como principal objetivo:
1. Mejorar la convivencia entre los seres humanos a través del conocimiento y la comprensión.
2. Hacer más fácil y eficaz la comunicación interpersonal. Ejemplo: ¿Cómo abordar a una persona desconocida con mayor facilidad. Ya que esto es lo que en la mayoría de las veces genera las grandes barreras entre los seres humanos. Porque no sabemos como abordar a alguien por primera vez.
3. También buscan eliminar motivos de fricción y buscar la armonía individual y social a fin de que haya bendición. Salmo 133:3
V. ¿CÓMO NORMAR LAS RELACIONES HUMANAS?
No existen recetas o reglas que puedan normar las buenas relaciones humanas. Cada individuo o persona posee su propia escala de valores. Solo existe lo que podríamos llamar sugerencias o recomendaciones como lo siguiente:
1. El respeto que nos atañe a nosotros mismos y a los demás. Recordemos el lema inmortal de Juárez “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”
2. Cultivar la libertad individual sin más límites que la libertad de los demás. “Tus derechos terminan donde comienzan los derechos de otra persona”
3. Procurar el bienestar comunitario. “Todo lo que te viniere a la mano para hacer hazlo según tus fuerzas” (Ecles. 9:10)
4. Reconocer que todos somos diferentes pero que en Cristo Jesús cada uno tiene su propio lugar y función especialmente en el cuerpo de Cristo que es la Iglesia. Necesitamos aprender y practicar la unidad en medio de la diversidad. Rom. 12:4-5. Recordemos nuestro texto lema de 1ª Cor. 1:10.
VI. ¿CÓMO MEJORAR LAS RELACIONES HUMANAS?
Al inicio hablamos de relaciones desagradables. Estas relaciones siempre tendrán resultados negativos tanto en el hogar, como con la familia, el trabajo y en los cónyuges son causas primordiales de divorcios y distanciamientos entre padres e hijos. Son las malas relaciones que no permiten a un hijo o a una hija poder confiar en sus padres sus problemas. No se atreven a enseñarles una carta de su novio o preguntar algo sobre sexualidad porque las malas relaciones propician la falta de confianza entre ellos. “Una casa dividida contra sí misma no puede permanecer” Lc. 11:17-18. Las malas relaciones generan rebeldía, inseguridad, indiferencias, malos entendidos, etc., Dos personas que disputaban sobre la veracidad de la divinidad de Cristo arreglaron su disputa cuando uno de ellos dijo al otro: “Está bien ¿Cómo expresarías tú la divinidad de Cristo para que fuera más cierta? A lo que el otro respondió: Diría que es el Dios verdadero. El primero le citó 1ª Jn. 5:20 y la disputa quedó arreglada”. Siempre hablando o dialogando nos entenderemos mejor.
A fin de mejorar nuestras relaciones:
• permitamos que todos expongan sus puntos de vista, que expresen su sentir,
• aprendamos a escuchar con toda la atención posible. Escuchar es un arte si queremos que nos escuchen, debemos escuchar a los demás. Mt. 7:12
• Propiciemos siempre el diálogo. Los grandes conflictos siempre se dan cuando cerramos la puerta del diálogo. Dice un dicho común: “Hablando se entiende la gente”
• Pregúntate: ¿Me caigo bien a mi mismo?, ¿Me cae bien la gente?, ¿Le caigo bien a la gente?, ¿Habrá algo que esté a mi alcance o que yo pueda hacer para mejorar mis relaciones con los demás?
VII. JESUCRISTO EL MODELO PERFECTO EN LAS RELACIONES HUMANAS.
Algunos ejemplos de ello los tenemos en Mt.7:36-50 (en el hogar de Simón el fariseo), En Mt. 9:9-13 (en la casa de Mateo), en Lc.19:1-10 (en el hogar de Zaqueo), o bien en Jn.4 (dialogando con la mujer samaritana cuando ningún judío se atrevía a hacerlo).
CONCLUSIÓN: Una buena relación humana se puede lograr cuando hay amor, cuando podemos mantener la unidad en medio de la diversidad, cuando por encima de todo estamos dispuestos a servir a los demás. Un canto dice por ahí: “Ama si quieres ser feliz, ama y todo cambiará, ama y así comprenderás la alegría de vivir”. Y otro dice: “Amar es entregarse olvidándose de sí, buscando lo que a otros pueda hacer feliz. ¡Qué lindo es vivir! para amar, ¡qué lindo es amar! Para dar, dar alegría, felicidad darse uno mismo eso es amar.
Que Dios nos ayude a estar cada día más unidos como hermanos en la fe de nuestro Señor Jesucristo y así mantener la unidad del cuerpo de Cristo para poder crecer con eficiencia para la gloria de Dios. AMEN.
Atentamente: Pbro. Amador López Hernández.
Pastor de la Iglesia Nal. Presbiteriana de México A.R.
Huimanguillo Tab. A 14 de julio de 2007